Llanto continuo, irritabilidad, trastornos en la regulación de la temperatura, son algunos de los síntomas que presentan los bebés con síndrome de abstinencia, asociado al consumo de sustancias psicoactivas por parte de sus mamás durante el embarazo.
Un panorama preocupante que comenzó a evidenciarse en Mendoza en los últimos años y que ha empezado a contabilizarse desde este año.
Lo que allí se buscan son restos de marihuana, benzodiacepinas (tranquilizantes que no fueron administrados con fines medicinales) y cocaína que pueden afectar el normal desarrollo de los pequeños.
Lo que más se encontró fue esta última sustancia, mientras que la mayor cantidad de casos aparecen en el hospital Lagomaggiore, la maternidad más grande de la provincia, donde se registran más de 6.000 nacimientos al año.
“Antes no había una búsqueda activa de sustancias, se comenzó a hacer a partir de un trabajo de investigación en el Lagomaggiore”, explicó Oscar Sagás, subsecretario de Salud de la provincia.
Admitió que no hay comparaciones de cantidad de casos con años anteriores. Aseguró que por el momento no se han registrado fallecimientos en la provincia relacionados con esta causa.
El funcionario aclaró que el estudio- examen de orina- no se les realiza a todos los bebés que nacen en las maternidades públicas, sino solamente a aquellos hijos de madres que cuentan espontáneamente que consumen algún tipo de sustancia o bien refieren ciertas conductas de riesgo como, por ejemplo, fumar o no haberse realizado los controles correspondientes durante el embarazo.
Si el test da positivo el bebé queda en observación y en caso de presentar síntomas es llevado a neonatología. “Se puede manifestar el síndrome de abstinencia con llanto continuo, pocas horas de sueño, irritabilidad, trastornos en la regulación de la temperatura, hiperactividad, taquicardia, entre otros”, detalló Sagás, a la vez que destacó que puede causar muerte súbita.
Por otra parte, indicó que a la madre se la pone en contacto con un equipo de Salud Mental para tratar la adicción. “Se valora la función materna. Por lo que se observa si la mamá va a poder cuidar al chico o cuenta con un adulto responsable que la acompañe en esa función materna. Si esto no es así se hace la denuncia al OAL (Órgano Administrativo Local) para que tome una medida con respecto al bebé”, precisó.
En caso de que el bebé se vaya a casa con la mamá se prevé, además de la desintoxicación, que no dé más la teta.
“Se le da medicación para cortar la lactancia materna y el chico entra en el circuito para recibir una leche especial hasta que empiece a ingerir alimentos”, detalló Sagás.
El funcionario aclaró también que si la madre adhiere al tratamiento y los equipos indican que pasó el riesgo de seguir consumiendo, se apunta a una relactación.
Además, aclaró que el niño entra al circuito de atención primaria como un recién nacido de alto riesgo, por lo que se le brinda un seguimiento particular.
Daños irreversibles
Más allá de los síntomas del síndrome de abstinencia, lo que más le preocupa al jefe del departamento Toxicología del Ministerio de Salud, Sergio Saracco, son los daños irreversibles que estas sustancias causan en los pequeños. “La exposición a este tipo de sustancias daña el funcionamiento neuronal, por lo que se van a ver alteradas sus capacidades cognitivas, intelectuales y funcionales”, remarcó.
Consciente de que la sustancia que más prevalece -dentro de las que se buscan en el examen de orina- es la cocaína, el experto en Toxicología detalló que la placenta actúa como un filtro concentrador para esta sustancia.
“Esa placenta le va a pasar menos nutrientes y oxígeno al feto en desarrollo”, explicó Saracco. Él añadió que el contacto con la cocaína le va a traer al niño consecuencias a nivel cardíaco, neuronal y del sistema vascular.
“No estoy preocupado por hoy, sino por lo que va a pasar dentro 10 a 15 años. Esto hace 10 años no existía y ya hoy ya estamos detectando un alto impacto”, dijo con firmeza.
De hecho para él, el abuso de sustancias psicoactivas en épocas críticas de la vida como el embarazo se está configurando como una nueva epidemia. “Y esta epidemia nos va a dejar una generación zombie”, se lamentó el médico.
Posible tratamiento
Antes este desolador panorama, todavía hay una luz de esperanza si se actúa rápidamente. “Está demostrado que estos pacientes que tienen un impacto a nivel cerebral pueden mejorar sus capacidades si se empieza desde temprana edad con estimulación”, precisó Saracco.
En este sentido, la médica de neonatología del hospital Lagomaggiore Cristina De Gaetano señaló que algunos estudios hablan de hasta de un 80% de posibilidades de que un bebé expuesto a estas sustancias pueda recuperarse si las condiciones son favorables.
“Por esta razón es que vale el esfuerzo de hacer el análisis a los bebés para que no sigan expuestos a lo mismo”, manifestó la profesional, quien inició el protocolo de detección. En su experiencia las madres suelen negar el consumo de sustancias ante los médicos. “Recién cuando tienen enfrente el diagnóstico positivo lo reconocen y pueden comenzar a hacer algo al respecto”, remarcó.
Por otra parte, Gladys Ferreyra, jefa del servicio de Neonatología del hospital Lagomaggiore, explicó que la mamá que consume sustancias no necesariamente es adicta.
“Pero una sola vez que se consuma puede lesionar al bebé”, aclaró. Ella mencionó también un proyecto de ley del diputado Pablo Priore (Pro) para que el diagnóstico en busca de sustancias psicoactivas se realice en la embarazada, “para empezar el tratamiento durante el embarazo y no esperar hasta el nacimiento”.
Cero alcohol
En el examen de orina que se les realiza a los recién nacidos para buscar sustancias psicoactivas no se detecta el alcohol, explicó Sergio Saracco, jefe de Toxicología. «Sin embargo se trata de la sustancia más prevalente a partir de los datos del Sedronar». Precisó que es difícil de encontrar porque tiene una ventana de pesquisa muy corta.
«No existe una conciencia social del riesgo que significa para un bebé en desarrollo el consumo de este tipo de sustancias». Señaló que no hay una dosis segura de alcohol en embarazadas y que durante este periodo tiene que dejarse de consumir por completo.
Fuente: Los Andes