Notable músico de origen italiano que, llegado a la Argentina en los años 80, sería el gestor y principal animador del ya legendario Sumo, emblema de la efervescencia juvenil posterior a la dictadura y uno de los grupos más influyentes del rock argentino.
El 22 de diciembre de 1987, el ex líder de Sumo apareció sin vida en su casa. Un personaje que revolucionó el rock en los ’80 y dejó una huella imborrable en nuestro país.
Hace 27 años, Luca Prodan aparecía muerto en la habitación de su casa del barrio porteño de Monserrat. Un personaje trascendental en la historia del rock nacional que se vio abatido por la heroína y el alcohol. Líder de una de las bandas más trascendentes de nuestro país, «Sumo», donde nacieron grandes músicos del rock nacional.
Nacido en Italia y criado en Escocia, a principio de los ´80 Luca se radicó en Argentina, donde formó el grupo «Sumo» junto a Germán Daffunchio y Alejandro Sokol. Más tarde se sumarían Diego Arnedo, Roberto Petinatto, Alberto Troglio y Ricardo Mollo, en diferentes etapas de la banda.
Su mística figura, una extraña combinación de gentleman y vagabundo con una gran educación y un conocimiento enorme en música, historia del arte y literatura, Prodan supo fusionar rock, actitud punk y nuevos aires de reggae en un sonido que descontroló los ’80 y marcó una bisagra en la música nacional.
En nuestro país, Luca encontró la salvación para su adicción a la heroína, por la que había estado internado en Londres al borde la muerte. Pero cayó en el alcohol lo que años más tardes desencadenaría en su muerte.
Junto a Los Redonditos de Ricota y Los Twist, Sumo conformó el trípode más innovador y revulsivo de la escena under que se juntaba en el Café Einstein de Omar Chabán en los últimos días de la trágica dictadura militar, construyendo uno de los discursos artísticos más potentes del rock local.
Los discos oficiales de Sumo con Luca a la cabeza fueron tres: «Divididos por la felicidad» (1985), donde están «La rubia tarada», «Mejor no hablar» (compuesta por el Indio Solari), «El reggae de paz y amor» y su versión de «Kaya», de Bob Marley.
Luego vinieron «Llegando los monos» en 1986 con «Viejos vinagres» y «Que me pisen» y en 1987 «After Chabón», con «Mañana en el Abasto» y «Lo quiero ya», que con su frase «no sé lo que quiero pero lo quiero ya» que marcó una época.
El último recital de Luca Prodan fue en el estadio del Club Atlético Los Andes el 20 de diciembre de 1987 concierto al cual sólo asistieron unas 500 personas y en el que sus compañeros recuerdan haberlo viste muy flaco y desmejorado.
«Ahí va la última», fue la frase que el músico deslizó momentos antes de interpretar una poderosa versión de Fuck you.
Y así fue. Dos días después, el martes 22 de diciembre de 1987 lo encontraron muerto en la habitación de su casa ubicada en la calle Alsina 451 en el barrio de Monserrat. Víctima de una cirrosis, Luca había sufrido un paro cardíaco debido a una grave hemorragia interna.
Años después de su muerte, la figura de Luca se erigió como uno de los grandes mitos de la música argentina.
Fuente: minutouno.com