Desde hace alrededor un año no funcionan.
Las respuestas empezaron a llegar. La semana pasada, la mamá de Dámaris, una niña de 9 años que reside en Tunuyán y sufre problemas auditivos, realizó un reclamo público para que la obra social de su hija le cubra los procesadores que necesita para volver oír, y que no funcionan desde hace un año.
Estos aparatos, que se ubican en la parte externa del implante coclear, un transductor que convierte las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo, tienen un costo de 13 mil dólares cada uno, lo que significa, más de 1 millón de pesos en total.
Según informó Yésica Olguín- mamá de Dámaris- “desde el área de Discapacidad de Tunuyán se han movido para que la obra social cubra los procesadores. Creo que la directora de Inlcuir Salud, va a ir a comparlos personalmente a Buenos Aires”.
Ante ello, la mujer comunicó que ya no es necesario que envíen dinero a la cuenta que había puesto a disposición para que la comunidad la ayude a conseguir los aparatos.
“Debo llevarle el presupuesto a la directora de la mutual. En caso de que se hagan cargo solo de uno si voy a necesitar que continúen ayudando pero hasta el momento pido que no despositen más dinero hasta tanto no estar segura” explicó