La actividad se realiza a nivel nacional cada 3 noviembre. La mujer apunta a que haya mayor información y concientización sobre el trastorno en la región.
Gabriela, oriunda de San Carlos, quien tiene a su hijo Bruno con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), está convocando a otros padres y familiares de niños con el mismo déficit del Valle de Uco, a participar de la organización de una barrileteada con el objetivo de visibilizar la patología en la región y crear mayor conciencia.
En nuestro país las barrileteadas por el TDAH se realizan cada 3 de noviembre. El evento se traduce en un acompañamiento masivo para reflexionar y acompañar en forma solidaria a las personas que están luchando con el trastorno; es una forma de ayudar a estas familias y al mismo tiempo visibilizar este padecimiento al mundo.
“Sólo sé que en el Valle de Uco somos dos mamás que pertenecemos a un grupo de WhatsApp de ayuda y orientación para los papás que tienen a sus hijitos con este déficit”, comenzó contando la sancarlina a El Cuco Digital.
Seguidamente, la mujer contó que le gustaría poder contactarse «con otros padres y organizarnos para hacer la barrileteada en la región, porque hasta ahora el lugar más cercano donde se van a convocar los familiares el 3 de noviembre es en la Ciudad de Mendoza”.
La madre argumentó que es «muy importante que el TDAH sea conocido porque los niños que tienen el trastorno son estigmatizados de malos, maleducados o rebeldes, y lamentablemente son niños que no saben controlarse. Ellos no saben lo que les pasa. Y si a un chico normal le cuesta contenerse o resolver una situación, un nene con este trastorno le cuesta dos o tres veces más. Entonces sería importante dar a saber en que se basa el trastorno, cuál es el diagnostico y así saber como ayudarlos».
En relación al desconocimiento de dicha patología, Gabriela tambien apuntó al sistema educativo, y manifestó que «las escuelas tampoco están preparadas para recibir niños con este diagnostico. Son rechazados por sus compañeros y dejados de lado por no saber jugar; además los maestros no saben como ayudar a integrar, entonces viven aislados y sufren mucho; se sienten tontos».
«Es doloroso para los padres ver como ellos sufren. Es doloroso para ellos mismo. Es doloroso darles una pastilla para que se tranquilicen. Duele tener que hacerles estudios. Por eso estaría bueno que la gente conozca esto y dejen de ser excluidos o por lo menos, sería bueno que haya un poco de empatía», agregó conmovida para concluir.
Los interesados en contactarse con Gabriela para poder organizar la actividad, pueden hacerlo a través del número: 2622-570965.
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