Son tres mujeres que murieron trágicamente, víctimas de la violencia machista. La comunidad sancarlina ya comenzó la lucha a través de las redes sociales, lo que posiblemente se convierta en movilizaciones públicas y otras acciones pidiendo condenas efectivas y reales.
Paula Giglio murió el miércoles 18 de junio de 2014. Era periodista, y se encontraba en la municipalidad de San Carlos, cuando Ezequiel Palleres, un enfermo psiquiátrico y adicto a las drogas le quitó la vida en solo 10 segundos. Según quedó registrado en las cámaras de seguridad, sucedió a las once de la mañana. Vio a Paula en la caja, de espaldas y se paró a su lado con una mano en el bolsillo de la campera. Luego la miró a la cara, sacó un cuchillo tipo carnicero y se abalanzó sobre su cuello para darle una puñalada. Cuando ella quiso escapar y subir una escalera, la siguió y le aplicó otras cuatro cuchilladas que le provocaron la muerte inmediata. Al ser detenido, el asesino manifestó “El Diablo me ordenó matar a una mujer”. No había vínculo entre ambos. La víctima había sido elegida al azar.
Tal vez el caso de Paula no encuadre exactamente en los femicidios domésticos, o con violencia sexual, pero Paula también es víctima de un sistema en el que las mujeres seguimos desprotegidas y expuestas en innumerables situaciones. Ezequiel Palleres es un enfermo, y según algunos informes, podría quedar en libertad, a condición de que siga el tratamiento psiquiátrico.
Alejandra Janko desapareció el sábado 10 de diciembre de 2016 por la mañana. Familiares y policías la buscaron intensamente, aún cuando su marido afirmaba que ella se había ido. Diez días después, la policía encontró su cuerpo semi enterrado en un arroyo cercano a su casa. La autopsia reveló que la joven madre murió por un fuerte golpe en la cabeza. Días después, su marido Sixto Cruz confesó el crimen.
Tras la declaración, el juez a cargo de la causa, Oscar Balmes, decidió imputar al marido de la víctima por homicidio agravado por femicidio. Lo mismo ocurrió con su medio hermano, bajo la calificación de homicidio agravado, ya que fue cómplice en el crimen al ayudar a su familiar a deshacerse del cadáver. Los imputados permanecen detenidos mientras continúa el proceso de investigación.
María del Carmen Solís fue encontrado muerta el 23 de abril pasado. En un primer momento se habló de un suicidio, aunque luego, el juez Balmes decidió imputar y detener al marido, Juan Antonio Muñoz, sospechado por instigación al suicidio o manipulación a través de hipnosis.
El reciente informe de la necropsia, junto a un diario íntimo de la mujer, han tenido peso suficiente para que Balmes impute como autor directo a Muñoz, sospechando que María del Carmen pudo haber sido asesinada directamente por su marido. Sin embargo, y a partir del vencimiento de la prisión domiciliaria, algunas fuentes indican que Muñoz podría quedar en libertad en los próximos días.
Ante estas situaciones, la comunidad de San Carlos, pide justicia y prisión efectiva para los femicidas y para quienes ejerzan violencia contra las mujeres. #NiUnaMenos