Carlos Narváez elevará el pedido para que sea tenido en cuenta en las próximas paritarias. Se busca que el celador no sea cargado con labores que no le corresponden.
“Hemos recorrido muchas escuelas y advertimos que la mayoría de los docentes solicitaba un cambio, porque el secretariado anterior había dejado de lado la visita a los establecimientos”, expresó Carlos Narváez, secretario general del Sute San Carlos, quien cuenta con una vasta experiencia (más de veinte años) como docente de Nivel Primario en el Valle de Uco. Desde ese lugar descubrió las fallas que presenta el sistema educativo provincial y diagramó una serie de proyectos que espera implementar durante su gestión.
“En campaña nos manifestaron el enojo porque hay muchos beneficios que no llegan a los departamentos; requeríamos mayor información y en eso hemos trabajado, en armar circuitos para visitar cada escuela al menos una vez al mes, con la finalidad de volver a escuchar lo que necesitan en los establecimientos, no solamente los directivos, sino también los maestros y celadores”, explicó el delegado, quien llegó a la secretaría general con casi el 40% de los votos.
Uno de los aspectos fundamentales a reformar es la labor de los y las celadoras de las instituciones educativas. En su experiencia en las escuelas rurales de la región descubrió cómo los trabajadores de ese sector deben realizar tareas que no les corresponde por ley, las cuales tampoco les son remuneradas. Entre ellas enumeró arreglos eléctricos, cortadura de césped y reparaciones edilicias de todo tipo.
A partir de ello, Narváez propone la creación del cargo de “personal de mantenimiento”, que sería el/la encargado/a de concretar esas labores ajenas a la comunidad educativa. Además, evitaría trámites engorrosos para la resolución de un problema, que debe surgir de inmediato. Es común que en épocas invernales, las escuelas ubicadas en zonas más alejadas sufran el faltante de agua por el congelamiento de caños o la escasez de calefacción por no contar con gas natural. Esta nueva figura asumiría la responsabilidad de resolver tales males, entre tantos otros.
En tal sentido, alertó sobre el preocupante estado de varios establecimientos de su comuna, no sólo estructurales, sino también con problemas de superpoblación y falta de espacio. En la misma sintonía cuestionó el cierre de cursos que se han registrado en el último tiempo. “Se sigue perjudicando a los chicos, porque si bien abren un curso, cierran otro; entonces debés agruparlos de otra manera, o directamente trasladarlos a otro establecimiento”, planteó. E hizo hincapié en que se pierde la dinámica de enseñanza “porque un docente debe hacerse cargo de un curso grande”, afectando la instrucción de saberes.
Dentro de los beneficios incluidos en los ejes de su gestión se encuentra una iniciativa para sumar un nuevo espacio de esparcimiento para los afiliados al Sute, además del camping de Eugenio Bustos, que por su ubicación dificulta la visita de los trabajadores de San Carlos. Para ello ha mantenido reuniones con los delegados de La Bancaria y el sindicato municipal, con el fin de concretar un proyecto conjunto en esta materia. “El camping del sindicato está alejado y no es aprovechado, entonces a través de convenios, trabajaremos en conjunto con otros gremios para crear un nuevo lugar de esparcimiento”, adelantó Narváez.
Por último, dejó una reflexión respecto a la relación que mantendrá con los representantes del secretariado ejecutivo provincial y de los distintos departamentos. “A partir de ahora debemos dejar de pensar que pertenecemos a tal lista, sino que somos parte del Sute. Lo ideal es que exista un buen canal de diálogo entre todas las seccionales y que se respete la autonomía económica de cada una, ya que en el último tiempo se registraron deudas con varios departamentos y es una situación que debemos evitar. No se puede acercar beneficios a los afiliados ni generar movimientos en la seccional, si durante casi un año no recibís fondos”, concluyó.