Trabajadores que reclaman mejores salarios, infraestructuras colapsadas o falta de insumos son parte de una de las caras del problema de la Salud Pública. La contracara muestra los elevados sueldos de algunos profesionales de los centros asistenciales, y la mala atención por la que se queja la gente y que, muchas veces, responde más a la responsabilidad personal o compromiso de algunos trabajadores de la Salud, que a la situación sanitaria general.
“Un familiar tuvo, a las 7 de la mañana, un cólico renal. Fuimos hasta el Centro de Salud (que dice que tiene guardias permanentes). La enfermera dijo “flaquito, te vas a tener que ir a otro lado, porque la doctora tiene un familiar enfermo y no vino”. Pasamos por Osep (que tiene carteles por todos lados sobre la atención y los horarios), allí un administrativo sonriente sentenció “esta semana no tenemos médico”. Por fin, llegamos a un hospital, allí nos atendieron muy bien”. La historia es real y reciente. No era un día de paro. Y no damos detalles de lugar y nombres porque, ¿quién va después a hacerse atender por alguien a quien acusó?
Los paros de los gremios de la Salud no solamente complicaron y perjudicaron a los más necesitados, también pusieron en el ojo de los medios y el público el sistema sanitario y sus protagonistas. El conflicto, que deberá resolver el Gobierno, dejó al descubierto necesidades y falencias del sistema: falta de algunos insumos, falta de profesionales, colapso de algunos centros asistenciales, mejoras necesarias. Sin embargo, también mostró desequilibrios en cuanto a los salarios, las quejas de los pacientes por la atención y el trabajo de los empleados públicos.
Más allá de los reclamos salariales, y del arreglo al que deberá llegarse, la situación en general amerita una revisión intensa. Un enfermo que acude a un centro de salud público necesita atención profesional, tal vez estudios, medicamentos y tratamientos, pero también merece un buen trato y predisposición de servicio de quien lo atiende, el mismo que tendría en un centro privado (tal vez mejor, porque muchos ganan más trabajando para el Estado que para un servicio privado). El reclamo de muchos trabajadores seguramente será justo, y será bueno que el gobierno pueda cumplir con los requerimientos. Pero después habrá que ver que el sistema funcione bien, no solo en infraestructura o insumos, sino también en el trabajo que cada empleado debe cumplir.
Un comentario
En el ejemplo que dan en la nota no me parece que la responsabilidad sea del personal de salud ya que si un médico tienen un familiar enfermo goza de la licencia por cuidado de familiar enfermo y es un derecho de todos los trabajadores. Puede ser cierto que aveces los trabajadores de la salud pueden tener fallas en sus atenciones (como todos los seres humanos) pero no es el caso de este ejemplo.
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