Los alimentos energizantes son imprescindibles en la dieta, aunque es importante saber combinarlos y elegir los más convenientes en cada momento.
Los alimentos energizantes proporcionan la vitalidad necesaria para desarrollar las actividades cotidianas, así como una dosis extra de energía cuando el cuerpo se queda sin fuerzas. Su efecto más notable es que ayudan a combatir el cansancio. Por ello son tan importantes en la dieta, aunque no todos aportan la misma cantidad de energía, ni cumplen las mismas funciones en el organismo. Hay que saber elegir los que más convienen en cada momento y cómo combinarlos para favorecer la absorción de sus nutrientes al máximo.
Los alimentos más energizantes
Los alimentos que proporcionan al organismo la energía para mantener su equilibrio son, sobre todo, los hidratos de carbono y las grasas, ya que representan una fuente de energía (calorías) muy notable. Sin embargo, no todos los carbohidratos ni todas las grasas son igual de interesantes desde el punto de vista nutricional. Hay grasas saludables, como las de los frutos secos, y grasas saturadas y trans, como las que se esconden en la bollería industrial.
Frutos secos. Son los alimentos energéticos por excelencia. Contienen una gran cantidad de ácidos grasos esenciales, que el organismo humano no puede sintetizar por sí mismo. Destaca la presencia de minerales (magnesio, fósforo, potasio, calcio, hierro, zinc y selenio), que es superior al resto de las frutas y que, además, tienen poder antioxidante. A esto se suman importantes cantidades de proteína y fibra, que ayudan a regular el tránsito intestinal y mejorar la musculatura.
Las semillas ricas en grasas son la nuez, el anacardo, la almendra, la avellana, las pipas de girasol y el cacahuete, entre otros. Las semillas ricas en hidrato de carbono (almidón) son, sobre todo, las bellotas y las castañas.
Es un alimento idóneo para llevar siempre encima, ya que representa un combustible eficaz a cualquier hora del día. Es el tentempié perfecto para asegurar la energía al cuerpo. Sin embargo, hay que tener en cuenta su elevado contenido en grasas, por lo que las personas con sobrepeso deben moderar su consumo. El truco consiste en tomar un puñado al día y seleccionar los frutos secos crudos y sin salar. Es un alimento que aporta vitalidad y que, al mismo tiempo, tiene un gran poder saciante.
Verduras de hoja verde. Su color verde se debe a la clorofila. Hay una gran variedad de estos alimentos y son imprescindibles en la dieta diaria. Su escaso aporte de calorías y su importante contenido en vitaminas dotan a este alimento de un destacable valor energizante. En su composición sobresalen las vitaminas A, C, B, E y K, los minerales como el hierro, magnesio, potasio y calcio, y su elevada cantidad de fibra. Algunos ejemplos de estas verduras son: las espinacas, la acelga, el apio, el brócoli, el berro, la coliflor, las coles, la rúcula, la lechuga, la escarola o la achicoria. Es fundamental hacer especial hincapié en la espinaca, ya que cuenta con un elevado valor nutritivo. Su riqueza vitamínica y su elevado contenido en hierro hacen de este alimento un aliado estupendo para cargar las pilas del cuerpo.
Chocolate puro. Cuanto más puro, mejor. El chocolate es fuente de energía y mejora el estado de ánimo. La presencia de estimulantes en su composición hace de este alimento una buena elección para mantener la energía del organismo (además de darse el gusto). El chocolate es un alimento rico en magnesio, potasio, fósforo y hierro, vitaminas A, E, B1 y B2, lípidos y proteínas. Sus moléculas contienen gran cantidad de energía que el cuerpo sabe cómo utilizar.
Hidratos de carbono de absorción lenta. Se podrían definir como «los preferidos del organismo», ya que tienen la capacidad de liberar energía poco a poco, a medida que el cuerpo la necesita. El arroz, las patatas, la pasta, el pan, las legumbres y la gran mayoría de cereales son alimentos ricos en hidratos de carbono que aportan la energía necesaria para el buen funcionamiento físico y psíquico del organismo. En deportistas, ya sean profesionales o aficionados, es recomendable una dieta rica en estos alimentos para garantizar una adecuada reserva energética.
Carne magra. Carne magra significa con poca grasa, es decir, la parte del animal con menos cantidad de grasa. La carne magra del cerdo y la ternera, el pollo sin piel y el pavo son una importante fuente de proteínas. Sobre todo aportan tirosina, un aminoácido que aumenta la concentración y el estado de alerta. Son carnes con una elevada cantidad de vitamina B12, que ayuda a combatir los estados de depresión y cansancio.
(Fuente: www.consumer.es)