El Comité Nacional del Paro Minero rechazó el accionar policial y responsabilizó a la política «antinacional» del Presidente Santos. Además, 16 mil campesinos continúan el paro en el norte del país. Dos muertos se cobró la represión a causa de la huelga minera.
El Comité Nacional del Paro Minero colombiano denunció la muerte de dos personas, como consecuencia de la inhalación de gases lacrimógenos durante la represión emprendida por el Escuadrón Móvil Antidisturbios contra un grupo de manifestantes, en la primera jornada de protestas de ese sector.
En un comunicado difundido anoche, el Comité denunció la muerte de dos civiles, uno de ellos a partir de un paro cardíaco producto de la inhalación de los gases lacrimógenos lanzados por la policía en el departamento de Risaralda.
Los enfrentamientos más fuertes se produjeron en el corregimiento de Irra, donde fueron heridas una decena de personas y al menos 40 niños permanecen hospitalizados por el efecto de los gases.
«El Comité Nacional del Paro Minero rechaza firmemente la cruda represión de la protesta que llevan a cabo miles de mineros en todo el país por la nefasta y antinacional política liderada por Juan Manuel Santos», señalaron los trabajadores del sector en el comunicado, según publica hoy la agencia Prensa Latina.
Los mineros artesanales de 80 municipios de 18 regiones del país mantienen varias rutas bloqueadas, entre ellas las que comunican a Manizales-Medellín y Cali-Buenaventura, en reclamo de títulos para la formalización de pequeñas y medianas empresas, reportaron medios de difusión locales.
CAMPESINOS Y MINEROS
La región norteña del Catatumbo colombiano continúa paralizada hace cinco semanas en medio de las protestas de los más de 16.000 campesinos y varios estallidos sociales a los que ayer se sumó el sector minero.
Los campesinos ratificaron su decisión de no moverse de las rutas hasta que el Estado dé soluciones a sus exigencias, entre ellas la creación de una Zona de Reserva, la aplicación de un plan para la sustitución gradual de los cultivos y subsidios para mitigar la crisis alimentaria.
La posibilidad de reanudar la mesa de negociación entre los líderes agrarios y las autoridades gubernamentales, después de tres intentos frustrados, continúa hoy en una interrogante.
El Gobierno condiciona la restauración de las conversaciones al levantamiento de los caminos y el presidente Juan Manuel Santos afirmó en un discurso que no iba a permitir que le impusieran las Zonas de Reserva y tampoco «le temblaría la mano» a la hora de actuar con firmeza.
Además, Santos dijo ayer que detrás de las manifestaciones de los mineros y de los cafeteros, que están previstas para el próximo 19 de agosto, hay otros intereses.
A su juicio, en el paro minero están «nuevamente los ilegales usando de escudo a los legales, a los mineros artesanales, a los pequeños mineros».
Ayer los congresistas Iván Cepeda y Angela Robledo llegaron a Tibú, donde se concentran la mayoría de los manifestantes, para tratar de mediar en los diálogos en medio de las continuas represiones de la fuerza pública.
La movilización en el Catatumbo, que comenzó de manera pacífica, ya dejó un saldo de cuatro agricultores muertos y más de 50 heridos.
Fuente: Télam