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Recomendaciones para un inicio de clases saludable

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clasesRealizar chequeos médicos anuales y la incorporación de hábitos saludables, como una buena alimentación y actividad física favorecen un buen desarrollo escolar.

El Ministerio de Salud comunica algunas recomendaciones para tener en cuenta con el inicio del año escolar en relación a los niños y adolescentes.

Entre las sugerencias se contemplan: corroborar que los niños y jóvenes tengan las vacunas al día, realizar los chequeos oftalmológicos y odontológicos de rutina, ofrecerles una alimentación variada y nutritiva y garantizar que realicen actividad física, son algunas de las claves para asegurar un buen rendimiento en la escuela.

El comienzo del ciclo lectivo es una buena oportunidad para controlar el estado de salud de los chicos y fomentar hábitos saludables. Desde la vacunación hasta mantener una alimentación nutritiva ayudan a lograr un óptimo rendimiento escolar.

Los chicos en edad escolar viven un proceso de crecimiento que implica cambios corporales y adquisición de hábitos, aprendidos de sus propios docentes y también de sus compañeros de grado. Los adultos, por su parte, tienen un papel fundamental en el acompañamiento de los niños en esta etapa, fomentándoles el desarrollo de hábitos saludables.

Ello implica tener el calendario de vacunación completo, lo cual es esencial para proteger a los chicos de diferentes enfermedades, beneficiando no sólo a quien se aplica la vacuna sino a todo su entorno.

Otra de las claves para un comienzo del año escolar saludable tiene que ver con la salud visual y auditiva, se recomienda realizar un control oftalmológico anual para valorar, entre otras cosas, la agudeza visual.

La importancia de la alimentación

La alimentación y en particular el desayuno, es fundamental en el desarrollo de los chicos, lo que redundará en su rendimiento escolar. De esta forma, si están bien alimentados, estarán más atentos y aprenderán mejor.

Los padres y docentes, por su parte, deben evitar que los niños consuman comidas ricas en grasas o azúcares, productos de copetín y bebidas gaseosas azucaradas, que no sólo no aportan vitaminas, minerales y otros nutrientes, sino que pueden contribuir a la obesidad infantil.

De tal modo, para prevenir el sobrepeso se recomienda a los adultos fomentar hábitos de vida saludables entre los más chicos, mediante la ingesta de una alimentación variada que incluya frutas, verduras, legumbres, cereales y carnes y la práctica de actividad física cotidiana.

En otro orden, una buena alimentación debe acompañarse de una limpieza bucal acorde en la casa y en el establecimiento educativo. Si los alumnos almuerzan en la escuela, deben llevar su cepillo todos los días o bien dejarlo en la institución para que la higiene se realice de manera habitual, además de disminuir o evitar el consumo de golosinas que producen caries.

Otro tema a tener es el problema de la pediculosis (piojos) la cual si bien no desaparece en las vacaciones, se agudiza en esta  época del año,  en el colegio, porque es donde se juntan los niños. Pero los piojos se pueden contagiar  en cualquier momento y sitio, lo que ocurre es que, durante la época escolar, es más fácil la transmisión y el contagio.

¿Qué es la pediculosis?

Es una enfermedad causada por unos insectos pequeños, aplanados y sin alas denominados piojos, que produce complicaciones dermatológicas en el cuero cabelludo, cabello y cabeza. Es muy común entre los niños, aunque puede afectar a personas de cualquier edad.

Los piojos son parásitos que pasan del estado de ninfa o larva a piojo adulto en 3 semanas. Suelen vivir alrededor de 30 días, y durante ese tiempo cada hembra es capaz de poner cerca de 200 huevos o liendres.

Cuando el piojo pica para alimentarse de sangre a través del cuero cabelludo, inyecta una toxina que es irritante y anticoagulante. El rascado provoca heridas en la piel de la cabeza que pueden a su vez infectarse o generar problemas más serios.

¿Cómo se transmite?

Los piojos no son capaces de saltar ni volar. El contagio se produce mediante el contacto de una persona infectada con este parásito, o con algunos de sus elementos de uso personal donde se encuentra el parásito adulto (por ej.: peine, cepillo, vestimenta, almohada, etc.). Los piojos se trasladan a la cabeza y/o ropas de la otra persona, y la infectan.

¿Cuáles son sus síntomas?

El síntoma más frecuente es la picazón en la nuca y detrás de las orejas.

Para detectar la pediculosis en una persona, se debe revisar su cuero cabelludo, separando el cabello ordenadamente mechón por mechón, debajo de una buena luz (la ideal es la luz solar), en busca de insectos adultos o liendres.

Las liendres (huevos) tiene la forma de conitos invertidos perlados, de aproximadamente 5 mm de largo, color gris amarillento cuando tiene pocos días de vida, y marrón oscuro cuando están por incubar. Las mismas están muy adheridas al pelo (las hembras de los piojos los pegan a menos de un centímetro de la raíz del pelo). Por regla general, aquellas que se encuentran a más de 5cm del cuero cabelludo ya están vacías y toman un color blanquecino.

 ¿Cómo se trata?

Si se detectan piojos en un niño o adulto, es muy importante NO utilizar sustancias peligrosas (como kerosén, insecticidas órgano fosforados, etc.). Estos elementos pueden ser extremadamente tóxicos para la salud.

Lo ideal es la consulta con el pediatra o dermatólogo para que sea él quien indique el tratamiento más adecuado para eliminar tanto a la población adulta de piojos como a su cría (huevos y larvas).

Debido a que los piojos en un ambiente adecuado de humedad y temperatura viven 48 horas, se aconseja:

–       Lavar la ropa usada en el día con agua caliente (guardapolvo, bufanda, camisas, etc.)

–       Pasar aspiradora en sillones, asientos de auto.

–       Cambiar la ropa de cama y lavarla con agua caliente.

–       Lavar los juguetes de uso diario.

–       Lavar con agua caliente los peines y cepillo de uso diario.

¿Se puede prevenir?

Para disminuir la probabilidad de reinfección, es necesario:

–       Revisar diariamente la cabeza de los niños y pasando el peine fino de metal.

–       Evitar compartir elementos que están en contacto con el pelo (hebillas, peines, vinchas, almohadas, abrigos).

–       La aplicación de vinagre sobre el cuero cabelludo no es tóxica y puede ser de utilidad ya que ayuda al desprendimiento de las liendres del pelo.

(Fuente: Prensa Gobierno de Mendoza)