La Tupac Amaru y otras organizaciones sociales y eclesiásticas iniciaron desde la noche del lunes una jornada de «acampe y huelga de hambre» en Plaza de Mayo en reclamo del inmediato cese de la incomunicación de la dirigente jujeña Milagro Sala, quien se encuentra detenida desde el 16 de enero por varias causas vinculadas al fraude al Estado, asociación ilícita y extorsión.
El párroco de Nuestra Señora de Fátima de la Isla Maciel, Francisco Olveira, dijo este martes que «es una obligación moral y un deber de conciencia» apoyar a Milagro Sala, al referirse al acampe.
«Era una obligación moral, un deber de conciencia apoyarla, porque desde enero venimos denunciando que su detención es ilegal porque viola la presunción de inocencia, más allá de que se investigue lo que se tenga que investigar. Es la punta del iceberg de la persecución de los movimientos sociales que se organizan cuando el Estado está ausente», definió el cura.
En declaraciones a Vorterix, Olveira afirmó además que «ni siquiera los abogados de Milagro Sala saben por qué se le dictó esa incomunicación, con lo que vemos que además de tenerla presa, lo que están haciendo es empeorar las condiciones de esa detención».
El cura agregó que ante la «falta de aval» de la prisión, Sala termina siendo «una presa política; ella y los 11 dirigentes que también se encuentran detenidos».
Además de Olivera, están presentes Alejandro Gafagnini, coordinador nacional de la Tupac Amaru yGumersinda Giménez Valdéz, de las Madres Contra la Violencia Institucional.
Además dirigentes políticos, sociales y referentes del ámbito jurídico que integran el Comité por la Libertad de Milagro Sala acompañarán el reclamo con distintas actividades.
Fuente: Ámbito