El pasado fin de semana se realizó el 30° Encuentro Nacional de Mujeres, en esta oportunidad en la Ciudad de Mar del Plata. Casi 70 mil mujeres llegaron a la ciudad para debatir las legislaciones, visibilizar la desigualdad y repudiar las diferentes formas de maltrato hacia la mujer. Mientras se realizaba el encuentro, ocurrieron 9 femicidios en el país.
Desde hace 30 años y sin interrupciones se desarrolla en nuestro país este encuentro que tiene como bandera la lucha por los derechos de las mujeres. Es así como miles y miles de mujeres se reúnen en las escuelas de la Ciudad y en decenas de talleres abordan las problemáticas que las mujeres enfrentan a diario en cada ámbito de una estructura patriarcal.
La filosofía que encarna este encuentro se centra en debatir cada problemática de manera que cada mujer autoconvocada tenga el derecho de ser escuchada y manifestar en las conclusiones finales su posición, sin importar si no es la opinión de la mayoría. Es por esto que la consigna de la organización es que en el encuentro no se vota, se debate de manera pluralista y horizontal.
Las temáticas son tan amplias que en este último encuentro se realizaron 65 talleres diferentes, de los cuales cada uno de ellos tuvo alrededor de seis comisiones. Según un número estimativo, entre sábado y domingo, casi 400 talleres simultáneos debatieron temáticas con perspectiva de género.
Al finalizar la jornada del sábado y como cada año, se realizó la tradicional marcha para la visibilización de las luchas. Casi 70 mil mujeres pasaron por distintos lugares significativos que representan algunas de las formas de violencia hacia las mujeres, como un prostíbulo clausurado, el Tribunal Federal Oral, el Ministerio de Trabajo y el Departamento de Tribunales, finalizando en la rambla, frente al mar. Algunas de las consignas más recurrentes fueron “Ni una menos” (iniciada el pasado tres de junio centrada en frenar los femicidios), investigación y desmantelamiento de las redes de trata, educación y legislación laica, y legalización del aborto.
Sectores de las autoconvocadas, tanto partidarias como independientes, decidieron romper con el recorrido pactado por la organización y marchar hasta la catedral de la ciudad, pasando por la municipalidad, en donde realizaron escraches y dañaron edilicios públicos. Este hecho, que ha sucedido años anteriores y es lo que se conoce gracias a los medios hegemónicos, fueron reprimidos por la policía provincial con gas lacrimógeno y balas de goma. Desde la organización, a pesar de no ser parte de este accionar, realizó un repudio a la represión encabezada por la policía y grupos religiosos.
El día lunes, por último, se expusieron las conclusiones de los talleres, en síntesis que acordaran con cada postura de las mujeres participantes. Además, mediante aplausos se decidió entre las propuestas presentadas, que la Ciudad de Rosario sería la próxima sede del encuentro.
Las versiones de los hechos que convergen en las redes y los medios son de la más amplia variedad. Esto se debe a que en este encuentro, participa cada mujer que lo desee, sea particular o como miembro de cualquier partido político, agrupación, organización barrial o religiosa. Es así como dependiendo de la postura personal frente a los hechos, las versiones además van a estar condicionadas por las banderas que porten los relatores.
Los escandalosos números de femicidios, el silencio ante la violencia y el acoso, las redes de trata de las que nadie habla son las causas que hacen que cada mujer se sienta involucrada en esta lucha, que nadie pueda negar la necesidad de decir basta.
En lo personal, lo más rico de este encuentro es que mujeres de diferentes posiciones, provincias y países latinoamericanos llegan a este evento anual a denunciar, exponer, defender y criticar pero a su vez, a construir un camino de lucha por la igualdad de género, donde aún queda mucho por hacer.
Por Fernanda Sanchez (Comunicadora social), colaboración especial para El Cuco Digital