El Concejo Deliberante de San Carlos sesionó ayer para definir el futuro de las pulverizaciones aéreas propuestas por Iscamen, como parte del control de la plaga de la Lobesia Botrana. En medio de las presiones, tanto de productores locales que pedían que se autorizaran las fumigaciones, como de ambientalistas y vecinos que se oponen a la técnica de pulverización aérea, los concejales decidieron pasar a un Cuarto intermedio, y reunirse en horas de la tarde con referentes de todos los sectores involucrados, incluidos técnicos de Iscamen y Senasa.
Según trascendió, en la reunión se analizó detenidamente el mapa donde se proyectaron las pulverizaciones, y a partir de la normativa de respetar 200 metros sin pulverizar alrededor de escuelas, viviendas, cauces de agua y embalses, se visualizó que la zona potencialmente fumigable es bastante pequeña, tanto que no justificaría las pulverizaciones con aviones. En ese contexto, y teniendo en cuenta además, que sigue sin presentarse un informe de Impacto Ambiental, los concejales habrían decidido mantener vigente la prohibición de las pulverizaciones aéreas en el departamento.
Por otro lado, y atentos a las necesidades de los productores, preocupados por el avance de la plaga de la lobesia botrana, los concejales incluirían en la Ordenanza que hoy se sancione, una autorización al Municipio para comprar la maquinaria necesaria y asistir a los productores de menos de 10 hectáreas en las pulverizaciones terrestres, para combatir la plaga.
Hasta el momento, este es el panorama con relación a las pulverizaciones aéreas. Se supo que vecinos y productores se preparan para asistir a la sesión del Concejo de hoy, donde quedará sancionada la normativa.