La noticia cobró trascendencia en medios provinciales, ya que para salvar el producto los pequeños productores formaron una cooperativa, y por el asociativismo que generaron, respaldado por el gobierno provincial, lograron comercializar con distintos secaderos de la provincia.
Luego de un año de trabajo en conjunto, un grupo asociativo de ciruelas del Valle de Uco logró realizar la venta de 1 millón de kilogramos del producto en fresco a distintos secaderos de la Provincia.
El grupo avanza en la posibilidad de construir un secadero propio y ya obtuvo la donación de un lote de una hectárea en la Zona Industrial San Carlos. Para esta iniciativa cuenta con la colaboración del Ministerio de Agroindustria y Tecnología y la participación de los productores Antonio Rizatto, Sebastián Güizzo, Luis Giandinotto, Gabriel Testa, Benito Hammame, Soledad Perelló, Natalia Morosini, Enrique Collovatti, Jorge Giusti, Claudio Giusti y Flavio Testa.
El gerente General de ProMendoza, Daniel González, explicó “el grupo surgió por la necesidad de poder comercializar la ciruela con un precio más justo, ya que los productores estaban planteándose seriamente erradicar la fruta”.
Es así como 16 productores de ciruela, en su mayoría de la variedad Dagen, se asociaron para vender unificados y conformaron recientemente la Cooperativa Sol de Uco.
Antonio Rizzato, presidente de la Cooperativa expresó que con el fin de “no erradicar la ciruela, decidieron agruparse para transformar el producto perecedero en no perecedero y de esa manera tener más posibilidades de comercialización”.
Rizzato se mostró muy agradecido con el Gobierno de Mendoza ya “que nos acompañó el año pasado a Chile para conocer de cerca la experiencia de un país con gran producción de ciruela”. El viaje se realizó en noviembre de 2014 para asistir a la feria Chile Prunes, en la cual se observó a las potencias del sector, se pudieron visitar plantas de secadero y procesado ejemplares a nivel mundial, como así también fincas modelos.
Por su parte el coordinador del Grupo Asociativo, Gabriel Rizzato, comentó que por la necesidad de la zona los productores decidieron reunirse para encontrar una salida. “En principio al problema con la ciruela y luego sumar a otros productores de tomate, pera, manzana, durazno y orégano, que podrían también secar sus frutos y comercializarlos mejor” además destacó “esperamos con el tiempo llegar con un producto terminado a diferentes mercados del exterior”.
“En este momento estamos terminado de elaborar un proyecto conjunto, acorde a los requerimientos internacionales, para tomar créditos o recibir Aportes no Reembolsables (ANR) de organizaciones nacionales e internacionales” culminó el Coordinador.