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Productores apícolas buscan que el sector también sea declarado en emergencia agropecuaria

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El presidente del INTA Tunuyán, Javier Castillo, informó que casi no hay miel y que el sector está en una crisis terminal.

A nivel provincial hay menos miel para cosechar, se paga menos en el exterior y los costos de producción se elevaron. En el exterior la miel está pagándose casi a la mitad de lo que antes costaba; las inclemencias climáticas fueron desfavorables durante los últimos meses y hay zonas que no tendrán nada de producción para cosechar; el mercado interno aún no está bien fortalecido, y no existen créditos o líneas de financiamiento para el sector.

Esos son algunos de los factores que han llevado a que la apicultura en Mendoza esté atravesando una marcada crisis que llevó a los productores apícolas a pedir que los incluyan dentro de la emergencia agropecuaria provincial, para no tener que abandonar la actividad.

Que el desierto lavallino y algunas zonas del Este no vayan a cosechar nada de miel esta temporada –con pérdidas del 100%–, debido a las consecuencias en frutales de las heladas tardías y los vientos Zonda y que el Valle de Uco coseche 40% menos, sumado a las mermas ya registradas durante el 2015, cuando la lluvia excesiva los perjudicó, es parte del panorama actual de este sector productivo.

«Hay varios factores. Pero la apicultura está llegando a una crisis terminal», sentenció Javier Castillo, presidente del INTA Tunuyán, adonde funciona una planta de fraccionamiento comunitaria, manejada por la cooperativa Apitum.

«Normalmente, en este momento estarían trabajando a full y todavía no empiezan. Eso demuestra que no hay miel», comentó Castillo.

Otro de los factores problemáticos para los apicultores, destacado por el referente de INTA, es que el precio que se le paga al productor aumentó durante los últimos tres años, promediando por kilo a granel, los $20 y que muchos llegaron a venderlo a $15.

Por su parte, Daniel Avena, presidente del Consejo Apícola de Mendoza expesó que»La actividad apícola siempre se ha tomado como una actividad secundaria o hobby, pero una gran cantidad de productores vivimos de esto. Es como cualquier otra producción, además de que están relacionadas a ellas porque, a excepción de la uva, todas las demás necesitan de la polinización de las abejas». Por este motivo, hace unos días se reunió en Tunuyán con el director de Ganadería de la Provincia, Néstor Guizzardi.

Panorama negro

«Esto es, por una parte, un problema mundial. No relacionado tanto a la economía nacional», aclaró este apicultor, y detalló que China es la principal amenaza que tienen en el mercado internacional, ya que provee a Europa y a Estados Unidos de una suerte de miel que se ve adulterada con jarabe de arroz y que se vende a un precio mucho menor, con el que ellos no pueden competir.

Hoy los acopiadores, que son los que exportan, pasaron de pagarles a los productores 3 dólares el kilo de miel a granel, a tener que abonarles 1,5 dólares, aproximadamente.

Este escollo para que la actividad sea redituable, a la vez, se ve acentuado por el aumento de los costos asociados a la producción.

Según el Consejo que nuclea a la mayoría de los apicultores mendocinos, que son alrededor de 500, en el 2014 con la venta de un kilo de miel pagaban 3 litros de gasoil y ahora sólo costean uno.

Otro de los parámetros que difundieron es que, con 9 kilos pagaban el jornal de un trabajador, que ahora les cuesta el triple.

Además plantearon la cantidad de aranceles que tienen que pagar, más allá de lo impositivo. «Para cualquier movimiento tenemos que hacer guías en Ganadería, en Senasa, que son costosas», agregó Avena. Si bien aclaró que no son de hacer reclamos, la situación actual es grave y la apicultura carece de créditos o subsidios, como sí ocurre con otros sectores.

Fuente: Diario UNO (Alejandra Aldi)