Advierten que el cierre de Zanella repercutirá en en el cierre de concesionarios, empresas de proveedores y prestadores de servicios. El martes habrá un encuentro entre el sector y el Gobierno.
El sector de motovehículos mantiene una profunda preocupación por lo que llaman el “efecto Zanella”, luego de que la histórica fábrica pusiera esta semana su marca en venta. “El cierre genera un efecto derrame muy negativo en todo el sector, ya que inmediatamente repercute en el cierre de concesionarios, empresas de proveedores y prestadores de servicios, así como también en miles de puestos de trabajo que rápidamente desaparecerán”, alertó en un comunicado la asociación que reúne a los concesionarios (Acara).
Zanella fue la marca que registró la mayor caída en las ventas en lo que va del año, pero no fue la excepción: los patentamientos cayeron casi a la mitad que en 2018. El martes habrá un encuentro entre el sector y el Gobierno.
La decisión de Zanella de poner en venta la marca y rematar todos los bienes y la maquinaria marca el final de una fábrica histórica, que comenzó a operar en febrero de 1948. En octubre había cerrado su planta de Caseros y previamente había bajado la persiana de las fábricas de Mar del Plata y Cruz del Eje en Córdoba. Según explicaron desde la compañía, la causa fue la caída del mercado interno. Es que Zanella es la marca que registra la peor caída de ventas en lo que va del año. Hasta noviembre de 2018 se habían vendido 96.225 motos, y este año la cifra fue de tan solo 33.344, un 65 por ciento menos. Hace 4 años, en el 2015, habían vendido 55 mil unidades.
“Esta situación extrema, de quien ha sido líder en la fabricación de motos en el país, no escapa a la realidad de varias fábricas del sector que evalúan medidas similares si no se implementan alternativas o incentivos que permitan vislumbrar un escenario de viabilidad de la actividad”, agrega el comunicado de Acara. Ruben Beato, secretario general de la asociación de concesionarias, aseguró que una de las alternativas que podría aplicarse es la mejora en planes de ahorro. “Bajas de impuestos no creo que podamos trabajar mucho, porque los recursos están agotados”, opinó Beato e hizo referencia a la presencia del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, que en un seminario de Techint dejó entrever que en el corto plazo no habrá cambios impositivos por una “situación fiscal complicada”.
Según Beato, una posible alternativa en materia impositiva podría ser la modificación en el pago de Ingresos Brutos en la provincia de Buenos Aires, que tiene uno de los volúmenes de venta más grandes del país. Considera que podría haber alguna definición para el sector el martes que viene: el sindicato automotor (Smata) presentará junto a la Universidad Austral un plan 2030 para reactivar la cadena de valor del sector automotriz y de motos. Participaron Acara, la asociación de fabricantes de automotores (Adefa) y de autopartes (Afac). Fuentes del sector aseguran que tuvieron la confirmación de la asistencia del nuevo secretario de Industria del Ministerio de Desarrollo Productivo, Ariel Schale.
Los concesionarios esperan que se diagrame un plan económico integral para asegurar la supervivencia de las empresas históricas como Zanella. “No sólo está comprometido su futuro y el de su gente, sino todo un sector que tiene un rol muy importante en la economía, por ser clave para el ingreso de una franja de la población al mercado de la movilidad”, agregó el comunicado de Acara, que lleva la firma de Ricardo Salomé, presidente; Rubén Beato, secretario general; y Walter Lastra, de la división de motovehículos.
El pico de venta de motos se registró en el 2017, y desde ese año que viene en caída libre. Ese año, se patentaron 688.479 unidades. En el 2018, tras la crisis económica, se vendieron 572.693 unidades. Este año es casi la mitad. Hasta noviembre (último dato que se conoce) se patentaron 304.139 unidades, un 44,3 por ciento menos que en el mismo período del año anterior, según Acara. Sin la presencia de Zanella, los principales fabricantes que quedan en el país son Honda, Motomel, Corven y Grupo Simpa.
Otro sector que manifestó preocupación es la asociación de fabricantes de autopartes y componentes (Afac). Por el cierre de cada terminal de motos suele haber entre 15 y 20 proveedores afectados, indicó a este diario Juan Cantarella, gerente de Afac. “Cualquier cierre de fábrica es preocupante porque afecta los niveles de actividad, los proveedores dejan de vender y hay empleo que se pierde”, aseguró. Sin embargo, destacó que el impacto más fuerte se da con los cierres de terminales automotrices, que involucran más de 100 proveedores. En la reunión del martes que viene que organiza el Smate y a la que asistirá el Gobierno, llevará los factores que considera de mayor preocupación: la caída en la actividad, la presión impositiva sobre la etapa productiva, los convenios laborales “con convenios de 1975” y los altos costos de logística.
Fuente: Página 12