Según indicó el Indec.
La construcción tuvo en septiembre su peor mes de un 2019 que ya venía muy flojo: la caída de 4,6%, respecto a un agosto que había mostrado estancamiento, fue la peor de todo el año, según la serie del Indec.
Y no es casualidad, ya que septiembre tuvo un evento disruptivo que se sumó a la fuerte recesión económica. Se trató del primer mes de aplicación del cepo cambiario, lo que entorpeció las operaciones. La recesión y el nuevo impulso al ajuste fiscal sobre la obra pública agregaron lo suyo.
La continuidad tampoco es auspiciosa para el sector: en octubre los despachos de cemento cayeron 8,5%. De hecho, la expectativa generalizada para el sector no es positiva de aquí a fin de año. Y los analistas observan que lo que ocurra desde diciembre en adelante dependerá de las políticas oficiales. Si el próximo Gobierno incluye al sector, clave para la generación de empleo, dentro de las prioridades, habrá repunte.
Desde la consultora LCG destacaron en ese sentido: “No existe mucho margen para una recomposición en el sector de la construcción. La estabilidad del tipo de cambio podría morigerar los costos que enfrentan los agentes en este rubro, pero habrá que esperar hasta el año que viene para observar mejoras. Esto último dependerá exclusivamente de la importancia que asigne la gestión entrante a repuntar la actividad en este segmento”.
Dejando de lado la fuerte recesión económica, prácticamente ningún análisis respecto a lo ocurrido durante septiembre con el sector de la construcción pudo soslayar la cuestión del cepo. Mientras que la caída interanual de agosto había sido 5,9%, en septiembre empeoró a 8,5%.
Y es que la aceleración de la contracción en las obras estuvo influenciada por esa otra consecuencia de crisis, el control de cambios, que llegó para intentar frenar el drenaje de dólares. Eso tras un agosto en el que la fuga se desbocó y batió el récord para toda la historia del MULC, con un rojo de US$5.900 millones.
Desde la consultora ACM analizaron: “El mal desempeño del indicador, a pesar de haber un tipo de cambio real alto (lo cual abarata gran parte de los costos de construcción) y una mano de obra con fuertes pérdidas en términos reales, puede ser atribuido no solo al ciclo recesivo que se está evidenciando, sino también a la imposición en dicho mes del cepo cambiario, el cual impacta negativamente en el normal desenvolvimiento del mercado inmobiliario complicando así las operaciones”.
Además, ACM destacó el parate en la obra pública como factor clave para el pésimo septiembre registrado por el sector. Eso se observó en la variación del subsector Asfalto, que registró una fortísima caída de 43,6%. “El freno en la obra pública se vio exacerbado por la reorientación del gasto que se dio a partir de septiembre, hacia políticas de ingreso o gasto social”.
Aun así, el pésimo mes también fue para los privados, por el mentado cepo. Eso se notó con claridad al observar los permisos otorgados para la construcción de obras privadas también se percibió una caída de 18% respecto a los niveles de agosto y otra de 16,7% interanual.
Fuente: Bae Negocios