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Piden 10 años de prisión para Martínez de Hoz por el secuestro de los empresarios Gutheim en 1976

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El fiscal federal Federico Delgado solicitó hoy que el ex ministro de Economía de la dictadura militar José Alfredo Martínez de Hoz y el ex titular de la cartera política, Albano Harguindeguy, sean condenados a diez años de prisión por el secuestro de los empresarios Federico Gutheim y Miguel Ernesto Gutheim perpetrado el 5 de noviembre de 1976.

El pedido de pena se realiza en el marco de un juicio que se tramita por el «viejo» Código de Procedimientos cuando aún no se había implementado la oralidad en los procesos penales y la resolución de los procesos estaba a cargo de juzgados unipersonales que eran los encargados de dictar las sentencias.

En este marco, en un dictamen de doce carillas, al que Télam tuvo acceso, el representante del Ministerio Público le pidió al juez federal Marcelo Martínez de Giorgi (Noberto Oyarbide está recusado) que condene a diez años de prisión e inhabilitación especial a los dos ministros de la dictadura como «autores del delito de secuestro extorsivo».

Federico Gutheim, dueño de la empresa SADECO, dedicada a la exportación de fibra de algodón, y su hijo Miguel Ernesto fueron secuestrados el 5 de noviembre de 1976, para obligarlos a realizar operaciones comerciales con una empresa en Hong Kong, favorecida por el entonces titular del Palacio de Hacienda.

En su pedido, Delgado hizo referencia al «camino altamente accidentado que ha recorrido este expediente en virtud de los sucesos históricos e institucionales conocidos y que ha significado la producción de múltiples pronunciamientos de mérito» y explicó los motivos de «las luces y sombras bajo las cuales debe comprenderse esta sinuosa investigación».

En ese sentido, sostuvo que esos avances y retrocesos «poco han tenido que ver con un coeficiente de adversidad real en la prueba, investigación y reconstrucción histórica de los sucesos, pues lo cierto es que no ha variado la prueba de cargo desde finales de la década del `80 hasta el momento presente, y mucho con los vaivenes institucionales que han impedido que los procesos jurisdiccionales continúen sus cursos naturales».

«Los procesos jurisdiccionales que han examinado los crímenes cometidos durante la última dictadura militar son en definitiva una manera de relatar esa historia, una manera de colocar en una trama sucesos que desgarraron a la sociedad argentina», indicó.

«Tales procesos, han estado signados, en su mayoría, por la acción represiva ilegal llevada a cabo desde las instituciones que objetivaron al Estado contra la población civil», afirmó el fiscal.

Delgado añadió que «una de las notas distintivas remarcada una y otra vez fue la esquizofrenia represiva de un Estado que bajo un velo de legalidad que aparentaba canalizar la represión estatal actuaba en el grueso de los casos en forma clandestina con un objetivo claro, la despolitización de la ciudadanía a través del terror».

El secuestro de los Gutheim «tiene la peculiaridad e interés especial de constituirse como el dios romano Jano, en síntoma del carácter bifronte de la instauración del terror, pues se utilizó en forma burda el maquillaje de la legalidad para llevar a cabo una privación de la libertad con fines extorsivos», señaló.

«Estas modalidades del ejercicio del poder de excepción, tienen la peculiaridad de moverse en el terreno del ejercicio de la fuerza más allá del pudor y el control público, no ya a través del juego de lo oculto, de lo invisible, sino la mucho más sutil y edulcorada de lo visible, las formas legales de la justificación y regularización», estimó al aludir a la «ilegalidad de las detenciones» de ambos empresarios.

Los hombres de negocios fueron secuestrados el 5 de noviembre de 1976 y «mantenidos en cautiverio» hasta el 6 de abril 1977 con el objetivo de «presionarlos para que negociaran con empresarios chinos, un contrato de exportación de algodón, que Miguel Ernesto Gutheim, titular de la firma SADECO, había incumplido».

«Las detenciones se instrumentaron a través de los Decretos del Poder Ejecutivo Nacional 2840/76 y 949/77 –este último, dispuso su liberación-, firmados por Jorge Rafael Videla y el Ministerio del Interior, Albano Eugenio Harguindeguy … pero fueron a su vez promocionadas por el entonces Ministro de Economía, José Alfredo Martínez De Hoz», recordó el fiscal.

Mientras los Gutheim estaban secuestrados, en enero de 1977, «fueron forzados a mantener reuniones con empresarios ingleses y chinos que vinieron al país para negociar la operación comercial” y los encuentros se realizaron «en presencia de los representantes de las firmas extranjeras, funcionarios de la Secretaría de Comercio y personal policial a cargo del traslado y custodia de los detenidos».