El hecho sucedió en el 2013, y una de las personas atropelladas quedó hemipléjica. Duro relato de una de las víctimas.
La periodista local Daiana Collovati fue condenada a 2 años y medio de prisión en suspenso, y a 4 años de inhabilitación para conducir por resultar culpable de atropellar a dos personas, causándoles lesiones gravísimas.
El fallo fue emitido por el juez Fernando Ugarte, titular del Juzgado Correccional, a partir de las pruebas presentadas y de un proceso de más de dos años. Según informó el propio magistrado, Collovati fue encontrada culpable de las lesiones gravísimas que sufrió una pareja en un accidente automovilístico ocurrido el 15 de mayo de 2015.
Según la información suministrada, la mujer conducía un automovil Renault 18, por calle Guisasola de Tunuyán, de sur a norte, y antes de llegar a calle Salta, en una acción de manejo que comúnmente se denomina “cortar la curva”, Collovatti se cruzó al carril contrario, para intentar doblar por calle Salta. Por la maniobra impactó de frente con una moto Corven en la que se trasladaban Néstor Aponte y Carolina Fagoade. Los jóvenes resultaron severamente lesionados tanto que Aponte estuvo dos meses en coma, y más de un año internado, quedando en estado hemipléjico, con severas secuelas. Por su parte, Carolina Fagoade también sufrió severas lesiones, estando en coma por un mes y medio, y debiendo permanecer internada por más de un año. Las graves secuelas, la obligaron, entre otras dificultades a descontinuar sus estudios, y permanecer varios meses en rehabilitación.
El juez Fernando Ugarte informó que después de varios días de debate, en donde se citó a los testigos presenciales y funcionarios policiales, se encontró a Collovati responsable de la comisión de lesiones gravísimas (articulo 94 del Código Penal), y se la condenó a 2 años y medio de prisión condicional y a 4 años de inhabiliación para conducir vehículos automotores. La mujer tiene 15 días para interponer un recurso ante la Cámara de Casación, y luego deberá esperar para ver cómo se expide el organismo judicial, en relación al fallo de Ugarte.
Próximamente, se iniciará la demanda civil, por la que Collovati deberá hacer frente a las costas, y los daños y perjuicios ocasionados a los jóvenes.
El terrible relato de una de las víctimas
Carolina vivió un infierno desde que sucedió el accidente. El día 15 de mayo de 2013, ella estaba en Tunuyán. Había venido al departamento, a ver a sus familiares y a organizar el cumpleaños de su hermanita menor. Hacía un tiempo que vivía en Luján, ya que estaba estudiando Radiología. También estaba en pareja con Nelson, un joven oriundo de Misiones, quien se había venido a Mendoza, trayendo maderas misioneras para dedicarse a la carpintería. Puede decirse que Carolina llevaba una vida feliz, con algún rastro de tristeza por la enfermedad de su madre, quien en esos momentos se sometía a un tratamiento de quimioterapia.
La mañana de mayo cambió todo. Alrededor de las 10,30 iba con su novio en una moto Corven, hacia la casa de su padre para buscar ropa y viajar de vuelta a Luján. Pero al llegar a la calle Salta, un auto que se cruzó en contramano les cambiaría la vida para siempre. Fue un accidente terrible, pero lo que siguió tal vez fue peor. Primero, no saber si sobrevivirían, luego, meses de internación, de rehabilitación, de cambios muy tristes en su vida, como la pérdida de su madre que “se vino abajo después del accidente, y falleció el año pasado”.
Carolina habla lento mientras mira a su hermanita menor, de quien se hizo cargo después del fallecimiento de su mamá. “Ha sido terrible, nos quedaron secuelas dolorosas. Mi novio quedó hemiplégico, postrado, sin poder hablar. Está rehabilitándose, pero todo es muy lento. Después del accidente su familia se lo llevó a Misiones, para cuidarlo. Y yo me quedé casi un año internada, primero en el hospital Central, y luego en una clínica de rehabilitación. Después falleció mi mamá, que ha sido lo más triste. También, debí dejar de estudiar, porque entre todas las secuelas, tengo pérdida de memoria y concentración, por lo que es muy difícil que yo pueda estudiar alguna carrera” cuenta Carolina, mientras muestra algunas cicatrices.
“La verdad que un accidente puede pasar, pero lo que siguió después es lo más grave, creo yo” afirma la joven, en relación al actuar de la mujer que conducía el auto que los chocó. “Nunca se comunicó, ni preguntó si necesitábamos algo, nada, al contrario. Y lo peor de todo, es que cada vez que la cruzo en el pueblo, ha tenido actitudes provocadoras. Yo estoy tratando de salir adelante, de recuperarme y cuidar a mi hermanita, y retomar mi vida. Creo que el fallo es justo, porque, por ese accidente han sufrido muchas personas, no solo mi novio y yo, que fuimos las primeras víctimas”.
5 comentarios
Ja ja la periodista destakada
Cadena perpetua para la hija de mil puta esa.
Pena corta le diero
sr rafael , comparto totalmente con usted y agrego que los automovilistas no respetan a motociclistas , lo veo a diario , muchos con el tel mientras manejan o llenos de niños en la parte delantera!!!!
Triste ver como la justicia le da una caricia a alguien que estropea la vida PARA SIEMPRE A UNA JOVEN.
Si yo fuera el padre, seguro que hace rato la hubiera pasado por encima, a dicha «sra»ya que el castigo seria el mismo. A VECES ES MEJOR ADMINISTRAR UNO JUSTICIA.
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