Gisela Manoni cuenta, en una nota publicada en diario Los Andes, cómo ha sido la refuncionalización del camino “Los Cerrillos”, una de las “puertas” de acceso al departamento de Tupungato.
A la afluencia normal de los vecinos, en los últimos años, al tránsito en el ingreso a Tupungato se le sumó la creciente cantidad de turistas que recorren las rutas del vino valletanas.
Esto generó cambios en la postal que ofrece esta ‘puerta de entrada’ a la Capital de la Nuez.
Nuevos servicios, gran desarrollo de construcciones privadas y la pavimentación de una vieja calle de tierra como eje troncal de vinculación con la región norte del departamento forman parte de esta progresiva ‘lavada de cara’, que puede observar el visitante al ingresar por Los Cerrillos y, luego, por la calle La Gloria.
La urgencia y la demanda de años de los vecinos para que fuera asfaltada la calle Amin atiende al fuerte desarrollo urbanístico que Tupungato viene manifestando sobre su costado norte.
De allí, que los trabajos realizados sobre esta arteria permiten evadir el centro urbano a quienes se dirigen a esta zona norte y descongestionar el tránsito vehicular sobre el bulevar de la Avenida Correa, que es el que marca el ingreso al departamento.
Una de las consecuencias de este incremento de la afluencia vehicular fue la instalación, a principios de año, de una estación de servicio YPF (de combustibles líquidos y GNC) , en la interacción entre la calle La Gloria y Amin.
Este emprendimiento privado -del inversor bonaerense Juan Iacono- vino a suplir una falencia de años en la zona. Pues tras la reconversión suscitada por YPF en la década del ’90, sólo había quedado un sitio expendedor de combustible líquido en el lugar.
Con la construcción de esta estación, también llegaron el año pasado obras de refuncionalización y embellecimiento en los primeros metros de la calle Amin.
A esa altura, ya se habían comenzado las tareas de ensanchamiento y asfaltado de la misma, pero la obra avanzó con lentitud e incluso se mostró paralizada por momentos.
Ahora, la Dirección Provincial de Vialidad está terminando la primera etapa, que es la de pavimentación de esta arteria. En conjunto con la Dirección de Obras Generales de la comuna, también realiza la segunda etapa, que es la instalación del tendido eléctrico.
Ahora falta cumplir con uno de los pedidos más escuchados en boca de los vecinos desde que se modernizó la calzada: la demarcación y la colocación de tachas reflectivas que ayuden a reducir las altas velocidades que ganan los automovilistas.
“Es un proyecto que estaba dispuesto desde hace algunos años y se venía postergando” comentó el intendente Gustavo Soto, quien destacó la importancia de los trabajos por la “conexión que genera entre grandes zonas de Tupungato” y porque ayudará descomprimir el ingreso a la villa cabecera.
Esta arteria siempre fue utilizada como un camino rural, pero frente a la urbanización fue creciendo en afluencia vehicular, en su mal estado e incluso en los riesgos que significaba para conductores y transeúntes.
Su traza era muy angosta, sinuosa y oscura. En virtud de esto, una de las primera tareas fue la erradicación de álamos añosos que habían crecido junto al cauce que circula a la orilla del camino.
Por estos días, empleados municipales están colocando las luminarias a lo largo de la arteria.
“Estamos colocando equipos con tecnología de LED como prueba piloto, ya que puede significar un ahorro mayor al 80% en energía. Hemos hecho algunas pruebas en otros puntos del departamento, pero es la primera calle completa con este sistema”, apuntó el cacique municipal.
Fuente: Gisela Manoni (Los Andes)