Una nueva contradicción ambiental en el Valle de Uco divide a la comunidad. Mientras algunos lucran con el turismo local, no quieren que otros sectores productivos de la región avancen. Mientras se instalan decenas de emprendimientos extranjeros productivos, a nadie le preocupa la situación del piedemonte. Mientras muchos vecinos reclaman por la basura, las acequias contaminadas, los desperdicios de algunas fábricas sobre el arroyo San Carlos, otros férreos defensores del ambientalismo alambran las tierras del Cajón de Arenales y se apropian de miles de hectáreas. Mientras una gestión municipal (cuestionable en algunas cosas) es una de las pocas en la provincia en trabajar sobre un Plan de Ordenamiento territorial departamental, otros defienden el “kiosquito” y no les preocupa saber cuál es la matriz productiva regional, o por lo menos empezar a pensarla.
Ahora bien, ¿cuál es la matriz productiva en el Valle de Uco? Somos antiminería, de eso no cabe duda. Pero debemos generar una matriz productiva regional, de eso tampoco cabe duda. Porque sin duda, quienes habitan en esta tierra valletana quieren quedarse, educar a sus hijos acá y que los mismos tengan trabajo digno y vivienda. Todo en un ambiente sano, cuidado y planificadamente desarrollado.
Las asociaciones productivas, la búsqueda de mercados para vender lo que se produce acá, el apoyo a los productores locales para que comiencen a manufacturar su producción, el incentivo del turismo, la formación de los jóvenes en su lugar, la inserción de capitales para generar trabajo, y tantas otras medidas apuntan a reafirmar la matriz productiva local que le dice “no a la minería”, pero que intenta que todos los habitantes de este lugar se desarrollen plenamente, en lo que saben, en lo que hacen y en lo que les gusta.
Y aquí viene la cuestión. Durante la semana pasada se anunció que las máquinas comenzaron a acondicionar el paso El Portillo, muchos se alegraron porque este es un proyecto que data de muchos años y donde distintos hacedores, como Antonio Scaravelli, fueron precursores de esta idea.
El objetivo actual del proyecto “es tener una ruta en condiciones mínimas necesarias para que los turistas lleguen sin inconvenientes, pero en vehículos preparados, a los parajes de la zona y al Portillo Argentino. Desde ese lugar hasta el paso Portillo Piuquenes se pretende la huella turística para los que visitan el valle del río Tunuyán, el refugio Real de la Cruz o para los que realizan desde hace más de veinte años el cruce de los Andes” manifestó en su momento Héctor Rubio, coordinador de Infraestructura en el Valle de Uco.
Entre otros fundamentos que han llevado a las autoridades a replantearse con mayor interés el trazado próximo de este camino está la proyección de emprendimientos relacionados con el turismo y el deporte, como la creación de un nuevo centro de esquí para Mendoza. Esto implicaría estudios de impacto ambiental y audiencias públicas, entre otros pasos, ya que la ruta está dentro de las reservas naturales declaradas por las leyes 6.128 y 8.400.
La medida básicamente apunta a incentivar el atractivo del lugar, y trasformar el sendero en un potencial paso directo hacia Chile. Sería el primer paso para lograr un camino alternativo que llegue al paso con Chile, como se viene intentando desde hace años.
A partir de los trabajos que las máquinas comenzaron a realizar en el lugar, un sector de la sociedad salió a oponerse en las redes sociales y a organizar marchas para que las máquinas se retiren. Lo que no dicen sin embargo, es que muchos de los que se oponen son parte o apoyan (otros se quedan en silencio) a una fundación que se ha apropiado del Cajón de Arenales. Una fundación “sin fines de lucro” integrada por ciudadanos de San Carlos y Tunuyán que de un momento a otro se apropiaron de mil hectáreas de una de las zonas más lindas que tiene nuestra cordillera del Valle de Uco.
Entonces, “¿marcho porque unas máquinas generan una huella hacia Chile pero no me quejo de la usurpación de tierras en la montaña? Y de los que se están quejando “férreamente” en las redes, vale remarcar, muy pocos pueden decir que no lo sabían.
Curiosamente además quienes han manifestado su disconformidad públicamente y convocan a manifestarse son militantes políticos que le atribuyen a la actual gestión municipal una función destructiva del patrimonio. Convengamos, que mucho se le puede criticar a la gestión de Tunuyán, menos una revalorización en estos años de la historia sanmartiana. Punto a parte, el haberla vendido bien afuera, generando un aumento turístico impensado.
Y por otro lado, están los verdaderos ambientalistas. Aquellos que poseen una idea en relación a su entorno, y a “la venida de un progreso”. Ideas son ideas, y son esas las que se respetan, lo que no implica que no se cuestionen, eso es lo que intenta este escrito, que evidentemente se muestra a favor de un paso a Chile por El Portillo. Pero generalmente, siempre ha pasado, lamentablemente, que esas ideas –y más en año electoral- son apropiadas y desdibujadas de su verdadero fin.
¿Se rompió El Portillo, tal como lo indicaban algunas versiones?
Tanto vialidad provincial como desde el Ministerio de Infraestructura señalaron que no. “Niego absolutamente todo lo que dice esa versión. Lo único cierto es que hay una máquina de Vialidad reacondicionando la huella que hay hasta el Paso el Portillo. Ese lugar jamás dejará de ser sólo un paso turístico. La tarea la hicimos por pedido de la comuna de Tunuyán y el “Club Andino”, un grupo que organiza cabalgatas a Chile. Ahora, el lugar podrá ser visitado por más personas, incluso será más apropiado para discapacitados. Además construimos un puente en un zona de difícil paso, en la Pampa del Durazno”, informó a un diario provincial el Ministro de Infraestructura Rolando Baldasso.
¿Qué es El Portillo?
En épocas coloniales el paso era utilizado con fines comerciales con el vecinos país, y hasta el General José de San Martín se valió de este recorrido para llevar a cabo se gesta libertadora. La traza de esta Huella Turística estaría dentro de la proyección de la ruta provincial 94 la cual según la ley provincial 7663 sancionada el 6 de marzo de 2007 la designa con el nombre de Los Chacayes, y tiene su inicio en el empalme con la ruta provincial 92 en Vista Flores hasta el límite internacional con la República de Chile. Quedando comprendido el tramo desde el Manzano Histórico hasta el Portillo Piuquenes, dentro de los Circuitos Turísticos Históricos y Rutas Sanmartinianas Provinciales según ley provincial 6923 sancionada el 26 de septiembre del 2001, a ello se suma la Declaración 377 del Honorable Concejo Deliberante de Tunuyán sancionada el 28 de abril de 2010 donde declara de Interés Histórico, Turístico y Cultural a la Ruta Provincial 94 en todo su trayecto.
De esta forma, los argumentos son diversos y la mayoría de ellos apunta al desarrollo de los espacios turísticos, con la revalorización de los vestigios históricos que el lugar guarda.
Algunas acciones para el camino a Chile por Portillo
►En 1934 el doctor Antonio Scaravelli propuso iniciar una obra que encontró eco en el Ejército 9 años después, pero que terminó quedando trunca.
►En 1962 la Cámara de Comercio tunuyanina retomó el proyecto y se conformó la Comisión Procamino Internacional por el Portillo.
►En Chile también se creó una comisión que empezó a trabajar junto con su par argentina. Pero en 1966 la obra se detuvo.
Paula Hinojosa
2 comentarios
Desde el gobierno provincial reconocieron el daño hecho. El titular de Recursos Naturales, Daniel Gómez, señaló «Los trabajos debían hacerse para mejorar la traza, Ha habido mala intención o un error operativo»se está trabajando en un expediente para las sanciones correspondientes.
Se Nota plenamente que la persona que escribe esta nota, no sabe nada en absoluto sobre derecho ambiental, por que no se pregunta primero a la sociedad si realmente creen que es algo acertado demoler y modificar un lugar natural o el verdadero potencial turístico de la zona es dejarla tal cual es.
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