Una larga lista de muertes mafiosas. Las muertes dudosas de denunciantes y testigos de casos de corrupción sacuden a la sociedad, la movilizan y se olvidan. Estas son algunas.
Argentina está signada por muertes dudosas, que meten miedo, sacan a la gente a la calle con la promesa de no olvidar y luego…se esfuman. Como el brutal asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas, o el suicidio -que luego fue asesinato- del titular de Aduanas, Rodolfo Etchehoyen, quien se atrevió a denunciar contrabando en 1990.
Personajes del poder, testigos o denunciantes de casos resonantes, denunciantes y personas muy allegadas a actores clave de la política han fallecido en circunstancias muy poco claras.
Aquí un repaso para no olvidar
Carlos Menem hijo. El hijo del expresidente murió al caer su helicóptero en 1994. Su madre denunció que lo habían matado desde el primer momento, hipótesis que ahora es avalada por Carlos Menem. En el medio murieron los testigos: Lorenzo Siri, Miguel Lucow, Ángel Antakle, Félix Bonachera, Héctor Bassino, Hugo Trotta, Emilio Mancini, Carlos Santander, Roberto Cortese y Sonia Álvarez.
José Luis Cabezas. Le sacó una foto a Alfredo Yabrán, el hombre más buscado del momento. Su cadáver calcinado fue hallado en la localidad atlántica de General Juan Madariaga, dentro de un auto Ford Fiesta incendiado, con las manos esposadas a la espalda y dos tiros en la cabeza. Fue en 1997.
Lourdes Di Natale. Exsecretaria de Emir Yoma y testigo de la causa de contrabando de armas a Croacia y Ecuador. Cayó del balcón en 2003 y dijeron que se había tirado.
Marcelo Cattaneo. Tenía datos sobre el mega caso de corrupción IBM-Banco Nación, que involucraba a EEUU. Apareció ahorcado en 1998 con un recorte periodístico que informaba del episodio.
Marcelo Perel. Informante en el caso de lavado de dinero. Apareció un día con un tiro en la cabeza en 2001.
Carlos Alberto Alonso. Tenía a su cargo los controles de Aduana en la venta ilegal de armas y estaba dispuesto a hablar. Murió y dijeron que fue un infarto.
Juan Carlos Andreoli y Rodolfo Aguilar. Tenían datos sobre el contrabando de armas en el menemismo. Se cayó el helicóptero en el que viajaban.
Vicente Bruzza. Operario de la Fábrica Militar de Río Tercero, que había denunciado la adulteración de armas. Murió y dijeron que fue infarto.
Rodolfo Etchehoyen. Titular de la Aduanas. Investigaba contrabando. Se suicidó en 1990 y nadie nunca aclaró si fue inducido.
Jorge Gutiérrez. Un comisario que tenía datos de la llamada Aduana paralela. Le dispararon cuando viajaba en un tren.
José Gussoni. Denunciante en el caso Aduana paralela. Chocó en la ruta contra un camión.
Alfredo Yabrán. Estaba siendo investigado por la muerte del fotógrafo José Luis Cabezas y por contrabando a través de Ocassa. Apareció suicidado.
Julio López. Era testigo en el juicio contra el represor Echelaz. Desapareció en septiembre de 2006.
Iván Heyn. Subsecretario de Comercio Exterior. Fue encontrado muerto en la habitación de un hotel en Montevideo, durante una cumbre del Mercosur. Se habló de un juego sexual.
Antonio Deimundo Escobal. Cónsul argentino en Yacuiba, Bolivia. Fue encontrado ahorcado. Había alertado sobre el tráfico de drogas en la zona.
Fuente: diario Los Andes