Desde la dirección de Epidemiología aseguran que “todavía quedan dosis antigripales para hacer frente a la demanda”.
Luego de un otoño con exceso de consultas y casos de enfermedades respiratorias, se espera un rebrote de esas infecciones para fines de agosto y principio de septiembre. Desde la Dirección de Epidemiología y Ambientes Saludables afirmaron que “todavía quedan dosis antigripales para hacer frente a la demanda” de la provincia.
El primer pico de enfermedades respiratorias que debió enfrentar el Ministerio de Salud, como consecuencia de las intensas lluvias y el adelanto del frío invernal en todo el país, tuvo lugar entre mayo y junio. Esta situación tuvo como efecto la saturación de los principales centros de salud y vacunatorios, por lo que debieron aplicar alrededor de 200 mil dosis antigripales a los grupos de riesgo.
Sin embargo el director de Epidemiología, Rubén Ernesto Cerchai, aseguró que los mendocinos se deben preparar para un segundo pico de infecciones respiratorias para las últimas semanas de agosto y primeras de septiembre.
“Estas enfermedades tienen ciclos que van de 3 a 4 años, que se manifiestan y luego vuelven a un receso. Esto se produce cuando una población no se enferma durante un periodo prolongado, por lo que la persona deja de generar sus propias defensa. Entonces, en el momento en el que aparece un nuevo germen se producen más casos de contagio”, explicó el director.
Asimismo, añadió que este posible segundo pico de enfermedades infectocontagiosas no generan ningún tipo de alarma a la cartera, ya que «el número de casos disminuye ampliamente respecto al primer grupo de afectados, además de contar con las vacunas necesarias para cubrir la demanda».
“De las 240 mil dosis que solicitamos al comienzo de la temporada, se ocuparon 200 mil para los grupos de riesgo, por lo que para el segundo pico de enfermedades respiratorias aún quedan dosis disponibles. Esto no quiere decir que las personas deben dejar de seguir los recaudos anunciados por el Ministerio, sino todo lo contrario deben prevenir la enfermedad”, indicó Cerchai.
Respecto a la saturación en los centros médicos y vacunatorios, el médico aseguró que “si bien no es una situación nueva, lamentablemente las lluvias y el adelanto del frío en todo el país hicieron que la situación se agravara. Pero logramos cumplir con el grupo de riesgo que se acercó a vacunar y solicitó atención médica”.
Medidas de prevención que ayudan a mantener alejadas las infecciones respiratorias
– Lavarse las manos con agua y jabón después de volver de la calle, antes de cocinar o comer y después de ir al baño o cambiar pañales.
– No automedicarse. El consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación, ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultar un diagnóstico correcto y empeorar el cuadro clínico.
– Mantener reposo en la casa mientras continúen los síntomas.
– Cubrirse la boca al toser o estornudar con un pañuelo descartable o con el pliegue del codo para evitar contagiar a otros.
–Cuidar el aire interior de las viviendas, evitar el humo de cigarrillo o de leña, y ventilar las habitaciones donde hay brasas o una llama, porque producen un gas venenoso, el monóxido de carbono, que no se ve ni tiene olor.
–Cuidar la casa de la humedad, evitando que se junte vapor en los ambientes para que no se desarrollen bacterias o moho.
Para prevenirlas en bebés y niños
– Tener las vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación al día y llevarlos periódicamente al control médico.
– Lavarse las manos antes y después de atenderlos y también lavarles las manos a los niños.
– Evitar el contacto de los niños con personas afectadas por enfermedades respiratorias.
– Acostarlos boca arriba siempre.
– Darle la teta al bebé al menos hasta los seis meses e incrementar la lactancia materna en caso de que el bebé se enferme y tenga pérdida de apetito.
– No usar repelentes en menores de dos años.
Fuente: Diario El Sol / por Emilia Agüero