Que gusto sería poder escribir algo más técnico, algo diferente, pero siempre rondamos el mismo episodio de la misma serie. La protagonista es la misma, la inflación. Y tenemos actores de reparto, pero el principal co-protagonista es como siempre el Estado.
Pongo Estado porque es lo correcto, porque todos somos responsables del hoy, de la actualidad económica y la política. El gobierno es un gran actor, tal vez tenga más poder y responsabilidad, pero todos somos algo culpables.
El piquete tiene su auge por la molestia ocasionada a la mayoría, por una minoría, independientemente la justicia del reclamo, respecto a la carencia o necesidad de ésta última en torno de aquella. En criollo, jodemos a la mayoría para que ésta reclame al Gobierno soluciones para que la minoría no joda.
Ocurre con los reclamos salariales, habitacionales, laborales, salubres y por temas de Seguridad. Pero también podemos ver en estas épocas piquetes en la economía nacional.
Hubo en estos años de crecimiento de la base monetaria y el consumo, fomentada por el actual gobierno, sectores que se beneficiaron por sobre otros. Se hicieron literalmente millonarios.
El primer sector es el financiero, el sector bancario y su entorno generó la mayor cantidad de ganancias por movimientos especulativos financieros, que hicieron y son record en la historia de este tipo de empresas, en 2013 obtuvieron aproximadamente 29.000 millones de pesos. De igual manera este sector aglutina a bancos tales como el Francés, Macro y Galicia.
Otro sector que tuvo un gran crecimiento fue el sector de la metal mecánica, empresas como Tenaris, Aluar, Siderar, generaron extraordinarias ganancias. La energía no se quedó atrás por medio de YPF, Petrobras, Edenor, Grupo Dolphin, Grupo Pampa. Y no podemos olvidarnos de Techint.
El sector inmobiliario fue otro sector de mucho crecimiento, actualmente en baja. Y por último, el sector, relacionado con la metalmecánica, el Automotriz.
Todos estos sectores fueron motores del crecimiento durante varios años, tuvieron una suerte de romance con el gobierno nacional, un noviazgo ciego. Todos aplaudían la economía caliente, la economía rápida que teníamos, la del 25% de inflación, la economía consumista, los partidos opositores también aplaudían.
Estos actores no derramaron esas ganancias consecuentemente en los salarios, precios que siempre estuvieron detrás de los índices de rentas récord. Emplearon a mucha gente y lo siguen haciendo, esto sí es real, pero no como dijeron, no legalmente incluso.
Hoy estos muchachos quieren seguir ganando lo mismo, y en conjunto tienen más poder que el mismo Gobierno Nacional. No quiero defender o atacar a nadie, hablo desde la objetividad. Cuando la economía les convino sacaron su tajada, ahora que hay que ajustar el cinturón, pretenden ajustar el de los otros no los propios.
Nos damos cuenta entonces tristemente hoy, que el sector financiero aumenta las tasas de créditos y deudas a valores irrisorios. Hoy una tarjeta de crédito cobra 50% anual, una verdadera barbaridad, cual usureros.
La metalmecánica no quiere ajustarse, entonces suspende su mayor costo, la mano de obra.
La energía ajusta las tarifas, las actualiza, pero es una actualización grave con un gran efecto multiplicador, pues ocurre en toda la cadena, pues todos consumen, gas, electricidad y combustible.
Los inmobiliarios se quejan de la imposibilidad de valuar en dólares, de la paralización de la construcción, cuando en realidad estuvieron construyendo con mano de obra en negro, y los blanqueados son pocos. Supuestamente requerían mano de obra, pero nunca pagaron lo correspondiente por ello, la usaron literalmente. Sin mencionar los innumerables loteos realizados sin autorización, venta de cosa ajena, loteos y construcciones de baja o nula calidad, en lugares pluvialmente no aptos, generaron un desorden territorial importante, imposible de controlar con una ley de suelos.
Y finalmente el sector automotriz, le vendieron autos hasta Dios y María, no les tembló el pulso cuando los aumentaron hasta un 40% al valor de los autos en febrero, autos básicos, algunos hasta sin radio FM, autos que no son alcanzados por el impuesto nacional de alta gama.
Resulta que ahora estos sectores se quejan, hacen piquetes económicos, extorsionan con su poder de empleo. Suspenden personal, lo despiden, bajan la calidad de los productos, por supuesto manteniendo sus precios intactos, dilatando la cadena de pagos.
No hay que creer que van a perder de un día para el otro, no, sus ejecutivos saben bien cómo hacer para subsistir, lo que no quieren es dejar de ganar, y en esto es lo que no estoy de acuerdo.
Si nos ajustamos, nos ajustamos todos. Es responsable el Gobierno Nacional en la economía macro y micro económica. Sí lo es, pero no es el único actor, y ningún gobierno tiene el poder de controlar todo. Estas empresas son artífices de verdaderos piquetes económicos, que son peligrosísimos, pues sus déficits o superávits, siempre los termina absorbiendo el mercado, el Gobierno y por ende todos.
El ejemplo más claro es la gran cantidad de gente que tenía un plan de ahorro de algún vehículo y ha tenido que venderlo porque el valor “móvil” del auto se ha disparado, eso señores en todos lados es un afano, que hoy un auto que no pasa los estándares de calidad de ningún mercado serio, excepto el argentino, valga 140 mil pesos, es una afano.
Insisto en que las responsabilidades son compartidas, y el cambio y la solución deberá ser conjunta.
Se busca que el gobierno nacional tenga finalmente una política seria, coherente y responsable de largo plazo, pero que los actores de ella, sean igualmente serios, coherentes y responsables, de lo contrario nosotros que tenemos casi nada o nulo poder, siempre pagaremos los platos rotos.
Cdor. Carlos Delú.
MT 7776