La violencia, una problemática que no deja de interferir en el fútbol. Canchas que no cuentan con lo mínimo requerido para brindar seguridad a espectadores y deportistas, instituciones que muestran desidia y falta de gestión, decenas de efectivos policiales todos los fines de semana afectados para intervenir en los conflictos, y un trabajo que se realiza a medias porque, la violencia en el futbol, no es considerada como una problemática regional.
El fin de semana que pasó se registraron incidentes en algunos partidos de fútbol de San Carlos y Tupungato. En el club “El Fortín” de San Carlos, el clásico que jugaba el local contra el club “La Consulta” no se pudo finalizar. Todo comenzó cuando el árbitro por incidentes en el campo de juego echó a un jugador, éste en vez de retirarse por el sector que corresponde saltó la tela y se retiró a la tribuna, originando otros conflictos entre hinchadas, dirigentes de ambas instituciones y jugadores.
En Tupungato, donde los clubes se encuentran en los cuartos de final del torneo, hay mucha más concurrencia a las canchas, por ello en primera instancia la policia destina mayor cantidad de efectivos y hasta infantería colabora en algunas situaciones. Sin embargo, se registraron conflictos entre hinchadas que durante todo el campeonato han tenido enfrentamientos.
Las canchas y sus inmediaciones terminan convirtiendose en el gran centro donde se debe trabajar con mayor profundidad, ya que algunas situaciones son parte de la mística cultural del fútbol. Por ello, la correcta distribución de las hinchadas, brindar los servicios básicos adecuados y un trabajado grupal entre dirigentes, liga, municipio y policía pueden contener tanto a espectadores como a deportistas.
A nivel regional, se visualiza que San Carlos es el departamento que más trabaja en relación al fútbol. Este año los distintos actores han comenzado con reuniones en la liga departamental donde están representados todos los clubes, sin embargo sólo tres canchas cuentan con los cuatro requerimientos indispensables que deben tener: cierre perimetral de las inmediaciones, cierre de la cancha en condiciones, doble entrada para las hinchadas y pulmón. Actualmente existen canchas sin ninguna de éstas medidas, ocasionandose diversos conflictos, incluso ingreso a fincas privadas para ir a buscar la pelota de futbol. Los ingresos monetarios con los que cuenta un club deportivo son en muhcos casos un limitante, pero en circunstancias la falta de inversión en infraestrucutura medianamente adecuada se debe a una incorrecta administración del club, ya que lo poco que ingresa es destinado a pagar jugadores que se contratan de otras zonas. A esto se le suma, que muchas instituciones no cuentan con personería jurídica para acceder a subsidios.
El desinterés de los dirigentes y la falta de compromiso de los clubes es una causal. En Tunuyán, mientras en los demás departamentos ya se encuentran organizados en un torneo, recién el fin de semana comienza el campeonato debido a que los clubes no tienen en condicionesel predio deportivo para el desarrollo de los partidos. El Concejo Nacional de Fútbol da una normativa de diez clausulas que se deben cumplir, nos obstante la policía adecuando esas normativas a la región y a las necesidades de cada institución, exige que por lo menos se cumplimenten con las cuatro mencionadas anteriormente, y los servicios básicos de baños y agua.
El deporte, y los centros deportivos, además de ser lugares de entretenimiento son espacios de contención para jóvenes y para la sociedad en general. Sin embargo, debido a distintas causas originadas en el manejo institucional, el fútbol en el Valle de Uco, termina jugándose en lugares que no se encuentran habilitados. La contención es el principal argumento para la práctica de fútbol, sin embargo esta contención no puede brindarse cuando la institución interviene en un campeonato sin contar con las condiciones mínimas que tiene que tener un centro deportivo.