El sueco Thomas Lindahl, el estadounidense Paul Modrich y el turco-estadounidense Aziz Sancar fueron distinguidos por hallar un mecanismo a nivel molecular que proporciona información sobre cómo las células reparan datos genéticos dañados. El descubrimiento puede ser utilizado «para el desarrollo de nuevos tratamientos contra el cáncer».
«Los daños del ADN pueden tener consecuencias muy graves», explicó Claes Gustafsson el miembro del jurado de la la Real Academia Sueca de las Ciencias en Estocolmo. . «Tomas Lindhal pensó que debía haber un sistema de reparación (celular) y comenzó a buscarlo. Y de hecho, lo encontró».
El descubrimiento de los tres investigadores tuvo consecuencias de gran alcance, destacó la presidenta del jurado Nobel, Sara Snogerup Linse. «La vida, como hoy la conocemos, es totalmente dependiente de los mecanismos de reparación del ADN».
El premio está dotado con 950 mil dólares y será entregado a los galardonados el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel. El año pasado, los galardonados fueron los estadounidenses Eric Betzig y William E. Moerner y el alemán Stefan W. Hell por el desarrollo del microscopio de fluorescencia de superresolución, que permitió llevar «la microscopía óptica a la nanodimensión».
El martes fue anunciado el premio Nobel de Física, que fue otorgado al japonés Takaaki Kajita y al canadiense Arthur B. McDonald por el descubrimiento de las oscilaciones del neutrino. El lunes se anunció el de Medicina, que fue para la china Youyou Tu, el irlandés William Campbell y el japonés Satoshi Omura por desarrollar sustancias efectivas para combatir enfermedades parasitarias.
Fuente: Página/12