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Ni una Menos, “pero sin disturbios por favor” (imperdible relato de lo que realmente pasó)

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Por Renzo Bertello (especial para El Cuco Digital)

Un día después de los acontecimientos sucedidos en la Ciudad de Mendoza, con corridas en la Legislatura Provincial y cientos de testimonios de la gran cantidad de gente que había asistido a la marcha, es quizá necesario hacer un parate y evitar toda tergiversación que distintos medios han levantado desde anoche hasta hoy.

Desde poco antes de las 18 del día de ayer, cientos de personas comenzaron a congregarse en el km 0  de Ciudad para hacer vivo su reclamo e indignación por los recientes femicidios de Janet Zapata, Julieta González y Ayelén Arroyo. Ciudadanxs autoconvocadxs, organizaciones sociales y partidos políticos se hicieron presentes no sólo bajo el lema de Ni una menos, sino también por un nuevo aniversario del Día Internacional por el derecho al Aborto en Latinoamérica y el Caribe.

Aproximadamente a las 19, cuando ya se contaban por miles los asistentes (se cree que más de 10 mil), la gran columna comenzó a marchar por calle San Martín, para culminar como de costumbre en Patricias y Peatonal, en la Legislatura Provincial. En un improvisado acto, sin micrófonos y sólo a viva voz, iban transitando diferentes actores que contaban con testimonios desgarradores, el sentir en su propia piel las garras de un sistema patriarcal que violenta, destruye y asesina. Así, pasaron las familias de Janet y Julieta, con la necesidad de contar las crueles secuelas que los femicidas dejaron en sus familias, con sus hijas, hermanas y madres asesinadas en manos de machistas que les arrebataron sus vidas sin mosquearse, por la simple y sencilla razón de haber nacido mujeres. El clima, indefectiblemente, se fue tornando con cierto fastidio, consternación y las sensibilidades ya no eran las mismas que al comienzo. Las consignas presentes eran bastante variadas y diversas, como el pedido de justicia de estos casos puntuales, leyes que ampararan más a las mujeres que radicaban una denuncia por violencia de género, institutos de contención, etc; que el Estado recogiera el guante de la desprotección de las mujeres y aplicara medidas para contrarrestar la violencia machista; hasta incluso pedidos de leyes más duras hacia los delincuentes y penas de muerte de parte de los sectores más conservadores.

Alrededor de las 21, el clima enardecido por la presencia de la Vicegobernadora y los testimonios volcados ante la multitud, iba derivando en manifestaciones más concretas, con pintadas sobre las puertas de Legislatura que daban cuenta del rol pasivo del Estado en estos casos, con consignas como “Asesinos”, “Estado cómplices”, entre otros. Sectores de la multitud, motivados quizá por la impotencia y la bronca de la desidia y cinismo de los actuales gobiernos, recrudecían los reclamos y cantaban en contra de Montero, presente, y el gobierno provincial.

Entremedio, el fuego de una pancarta encendida, a metros de la puerta del edificio de leyes, motivó el uso de un matafuegos por parte del personal que se encontraba dentro de Legislatura, lo que dispersó a todxs aquellxs que estaban cerca, que sintieron el accionar como un ataque, respondiendo con piedras y diversos objetos sobre las puertas y ventanas. Acto seguido, la Policía se hizo presente y comenzó a disparar balas de goma y gases lacrimógenos, ante una cantidad de gente entre las que se encontraban niños menores. Por suerte, no hubo que lamentar heridos de gravedad. Transcurridos los minutos, después de un pequeño lapso de cruzarse civiles y policías, la manifestación terminó de dispersarse, con la Legislatura pintada con aerosol y policías alrededor por doquier, protegiendo las instalaciones y -curiosamente- edificios contiguos, como el Banco Santander Río.

Entretanto, la cobertura de la situación por parte de los medios reaccionarios de la provincia, como es Canal 7 y 9, grupo UNO y los medios de Sigifredo Alonso, daban cuenta de una situación desbordada, donde violentos pretendían destruir todo a su paso, incendiando sin el más mínimo reparo toda la Legislatura Provincial. Incisivos con las autoridades policiales, que no habían advertido la situación, críticos de por qué ese accionar tan tibio ante los encapuchados malvivientes que merecían la más lisa y llana represión, pintando descaradamente todo el prolijo y pulcro Edificio de Leyes. No sorprende. Ellos son los principales contribuyentes de la idea de criminalización de la protesta llevada a cabo gradualmente desde hace años por los gobiernos, recrudecida por éste reaccionario que precisa de la represión y la señalización de las manifestaciones como un delito.

Lo que cabe preguntarse, no así para estos pseudo periodistas funcionales, es la razón del accionar de lxs manifestantes que optaron por volcar en un aerosol, toda la bronca y el odio contenido ante una situación que parece inacabable, extremadamente injusta, con un Estado cuya única respuesta que ofrece es “no podemos hacer mucho ante la violencia doméstica”,  dicho por el propio gobernador un día antes. Una madre de 17 años asesinada por su padre abusivo y violento, un asesinato por encargo ante una infidelidad, decenas de mujeres que aparecen en descampados sin sus ropas, golpeadas y violadas, no parecen ser suficientes para que los distintos gobiernos tomen medidas determinantes y la sociedad toda tome conciencia y reconozca la gravedad del problema, la impotencia de las familias y cercanos de las víctimas, del depredador accionar del patriarcado que cada 30 horas le arrebata a un hijo, a un marido, a una madre, a una amiga, una mujer de los brazos.

Nos debemos reflexión. Los hechos acontecidos son la decantación de un sistema que irradia desigualdades e injusticias en cada paso que damos. El accionar de los medios no juega para las víctimas, para quienes sufrimos día a día los padecimientos de éste. La sociedad debe discutir seriamente qué medidas concretas tomar ante un Estado que está ausente, y un sistema que cuenta con millones de cómplices entre nosotrxs, hasta que la consigna Ni Una Menos deje de ser un producto de cotillón y sea una realidad palpable.

3 comentarios

  1. Insultar a la vice gobernadora en una marcha DE NI UNA MENOS no da me parece, creo que esos con aerosoles y caras tapadas prendiendo pancartas y tirando piedras, les importo muy poco, las familias de las victimas, tampoco tenían que llevar pecheras de partidos políticos,

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