“Si hay viento se corta la luz, si llueven dos gotas se corta la luz, si está bueno el tiempo se corta la luz, lo que no se corta nunca es la llegada de las boletas con los aumentos”. Así se expresó un vecino de la calle Combes de La Consulta, reclamando por un corte de luz que duró más de 12 horas, desde ayer a la tarde, hasta hace unos instantes
Es que la realidad es que el servicio de energía eléctrica en varios lugares de la región deja mucho que desear. Ante cualquier inclemencia del tiempo se interrumpe, dejando sin servicio a miles de usuarios. Ni que decir en zonas rurales, donde los usuarios no son tantos, y deben esperar, a veces varios días para que se les solucione el problema.
Otra complicación, es que en muchos lugares, el servicio de agua potable funciona a través de bombas, que por la falta de electricidad dejan de trabajar, provocando también el desabastecimiento de agua potable. “La semana pasada tuve que tirar lo que tenía en la heladera gracias al corte de luz, y ahora otra vez” expresó un vecino, y agregó: “¿quién se va a hacer cargo de esto?”.
Muchos también se preguntan qué ocurre con los comercios que mantienen heladeras con mercadería, y que por los cortes de luz pierden la cadena de frío. ¿Alguien dará una respuesta o garantizará que todo esté en condiciones? Mientras tanto, Edemsa mantiene un sofisticado sistema de comunicación, a partir del cual, se reciben los reclamos, y se anuncia que “la empresa ya está trabajando en el desperfecto”.
Pero mientras tanto, los cortes se repiten, y nadie da la cara sobre un servicio que en lugar de mejorar, empeora cada día, por lo menos en algunas zonas de la región.