Después que dos madres denunciaron que sus hijos fueron “palpados y discriminados” en una escuela de Colonia las Rosas, la titular de la Dirección General de Escuela del Valle de Uco, Cristina Miranda, señaló: «sabemos que no podemos tocar a los niños».
Miranda aseguró que la maestra Silvana de quinto grado, acusada de haber requisado a los niños de sexto año de la escuela Isabel Trebes de Torres, no realizó tal práctica sobre los menores. «Hablé con la maestra, a quien conozco de hace un tiempo, y ella me aseguró que no revisó a los chicos», sostuvo y afirmó que la docente manifestó que la celadora de la institución se encontraba parada en la puerta del aula en el momento de producirse la supuesta requisa y que sería una testigo de los hechos.
Informó que el caso es seguido por la Supervisora Pedagógica Rosa Gallardo y subrayó que en lo personal está “segura que nunca los palpó» porque los docentes en la escuela saben que ese tipo de procedimientos no pueden hacerlos.
Por su parte, la Supervisora de Enseñanza Común Sección 47, Rosa Gallardo, informó que ayer se reunió con las docentes para tratar el hecho pero prefirió no explayarse en el tema porque aseguró que el caso no está del todo claro para las autoridades.
La denuncia
En cuanto a la denuncia, Adriana Sara, mamá de uno de los niños, manifestó que quiere dejar en claro que no buscan retribuciones económicas y ratificó que lo que se les hizo a los chicos fue un procedimiento violento.
Según su relato, el conflicto surgió cuando el dinero perteneciente la maestra de sexto grado del turno mañana de dicha escuela se extravió dentro de la institución y la maestra de quinto grado habría revisado todas las mochilas de los chicos y palpado para intentar encontrar el dinero.
La madre aseguró que la Policía que llegó al lugar les dijo a las autoridades de la escuela que la requisa realizada está prohibida sobre cualquier ciudadano y que durante el desarrollo de los sucesos, la hija de Laura (otra mamá) fue señalada como responsable. También recalcó que fue extraño que la docente realizara la denuncia cerca de las 20 horas cuando los hechos habían sucedido al medio día. La carátula de la denuncia se denominó como averiguación de hurto en la cual consta el nombre de la pequeña compañerita del nene de Adriana.
Adriana denunció que fueron discriminadas por las autoridades y por otros papás de los compañeritos de sus hijos. Señaló que fue un atropello hacia los niños y que no espera obtener ningún beneficio económico: “queremos que se nos respete, nos sentimos con mucha impotencia y dolor […] solo quiero que le pidan perdón a mi hijo”.