En el marco de la presentación del Plan Provincial de Ordenamiento Territorial (PPOT), publicamos en este medio una entrevista que se proponía clarificar el impacto de dicho plan sobre el territorio del Valle de Uco (entrevista Federico Soria), identificando fortalezas y debilidades del mismo. El entrevistado, participante directo en la gestión de las ordenanzas sobre Ordenamiento Territorial en el Valle de Uco, aclaraba que el principal potencial de sustentabilidad del territorio reside en el hecho de contar con “prácticamente todas las fuentes de agua conservadas bajo el régimen provincial de Áreas Naturales Protegidas”.
Sin embargo, la publicación de la nota trajo a la superficie una serie de comentarios de lectores informados que ponen en duda la aplicación real de las normas de conservación de las fuentes acuíferas locales. Llaman la atención, en particular, las observaciones que aseguran la existencia de explotaciones mineras en reservas de San Carlos.
Después de la larga e intensa movilización popular que logra cristalizarse en leyes de protección ambiental (como la 7422 que amplía la reserva natural Laguna del Diamante, la 7722 de protección del agua de las substancias tóxicas usadas en minería, o la ordenanza municipal 1123, que “declara como reserva de la vida toda la cordillera y los ríos) es fundamental preguntarse sobre el funcionamiento concreto de esas leyes respecto a la preservación de nuestros recursos.
Para ello, entrevistamos a Daniel Funes, profesor de Educación Física, miembro de Vecinos Autoconvocados de San Carlos y militante comprometido con la causa de la sustentabilidad territorial y la conservación de la pureza del agua. Funes expone claramente los puntos débiles del Plan y demuestra la necesidad de aplicar realmente una legislación que existe, pero que no siempre se respeta: un fuerte llamado de atención a los funcionarios locales y provinciales encargados de aplicar las normativas públicas, así como también a todos los ciudadanos interesados en construir un futuro sustentable que asegure las condiciones mínimas para una vida sana.
¿Cree que el Plan de Ordenamiento Territorial es un paso adelante en la consolidación del desarrollo sustentable del Valle de Uco?
Por supuesto que si. Ordenar el territorio nos permitirá asegurar un desarrollo social armónico sin arriesgar la sustentabilidad del territorio, y cuando hablo del territorio no quiero referirme sólo a la tierra sino también a la gente que la habita. Ordenar el territorio debería (si se hace bien) permitir a todos (nosotros hoy, los jóvenes mañana y los no nacidos pasado mañana) bienestar y satisfacción de necesidades básicas. No ordenar territorialmente el Valle de Uco y la provincia va a generar justamente lo contrario: crecimientos desiguales, exclusión de los más débiles, acaparamiento de recursos y bienes comunes, agotamiento y destrucción de fuentes de crecimiento. Y seguramente muchos conflictos en el futuro en toda la provincia y aun entre provincias.
Y es bueno traer aquí un ejemplo: en Colombia hay más de 4 millones de personas desplazadas por el modelo extractivista (minería) de la zona rural a la zona periférica de Bogotá (datos se pueden comprobar en el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina). Eso generó en los últimos años un colapso social sin precedentes: droga, delincuencia, desocupación, mendicidad, hacinamientos, etc., etc., que afectan las relaciones humanas individual y socialmente. Pero también desde el punto de vista de la organización y la economía la ciudad se ve afectada: no alcanza la infraestructura de hospitales y escuelas, se colapsan los accesos y los medios de transportes, se generan cordones de indigencia que no aportan a la economía de la ciudad, se necesitan miles de millones de pesos para intentar aplazar los caos en asistencia pero por otra parte no hay de dónde sacar ese dinero generando crisis económicas sin salidas.
Lo mismo estamos condenados a sufrir nosotros, en escalas menores, si permitimos que por no tener ordenado el territorio algunos grandes capitales se vayan apropiando del agua. Y nombro sólo el bien común agua porque es lo que en Mendoza define todo el resto. El agua da valor a todo lo demás, incluso a la vida. Sin agua la tierra no vale nada (ni siquiera para los mineros que necesitan del agua para extraer los minerales), sin agua no valen las propiedades, imaginemos sino cuanto vale toda una población si careciera de agua.
¿Le parece que hay puntos poco claros o negativos en el planteo y/o aplicación del Plan?
Si, el AGUA. En el Plan Provincial de Ordenamiento Territorial (PPOT) se hace un diagnóstico que deja bastante clara la importancia del agua para el ordenamiento territorial de la provincia. En los discursos de los funcionarios y en las acciones mediáticas del gobierno también. Pero en las acciones finales, en el ordenamiento concreto (que no es claro en ningún sentido) proponen justamente medidas que apuntan a lo contrario.
Se avanza en desproteger al recurso, se sobrevalora la cantidad de agua disponible y se orienta a la provincia a colocar al agua en un futuro que ya llegó, como “mercancía a ofrecer al mejor postor”, con escenarios seguros de exclusión de los más débiles. En estos tres puntos menciono algunas cosas concretas:
1. En relación a la protección del agua: se recomienda el cuidado del agua pero se desconocen o se consideran problemáticas leyes que la protegen: la 7422 del área natural Laguna del Diamante como reserva hídrica, la 7722 (después se sacó la palabra “derogación” por la presión social), la ley de glaciares, las proyecciones necesarias de aéreas de protección solicitadas por el mismo gobierno, y las ordenanzas municipales del Valle de Uco que justamente, por pedido del gobierno de Mendoza, se hicieron para ordenar territorialmente estos departamentos.
2. En relación a la cantidad de agua disponible: desacertadamente el PPOT toma como significativo de caudales de agua datos de 2006 que fue un año de importantísimos escurrimientos (algunos dicen el más importante de los últimos 40 años) pero no se tiene en cuenta que vamos para cinco años de crisis hídrica (hace unos días Irrigación pidió la extensión de la crisis hasta diciembre por lo menos); no se valora convenientemente el agua subterránea (o se oculta deliberadamente muchos datos) ni las leyes que la gobiernan, y hay que considerar que este será el “ultimo recurso” para todos si avanza el calentamiento global. Y en este sentido, tampoco se tiene en cuenta, y esto es vital para el futuro y la paz social, el trabajo de científicos referidos al calentamiento global y las crisis hídricas ni los compromisos asumidos por Argentina en este marco, donde entre otras cosas, como las “medidas de adaptación” y para preservar la paz social (recordemos que a este grupo de científicos se les dio el premio Nobel de la Paz por este trabajo) para el oeste argentino se recomendó no ampliar los usos actuales del agua sino solamente hacerlos más eficientes. Por el contrario, el PPOT propone ampliar superficies irrigadas, dar más agua a la industria y dar agua a otras actividades como la minería: conflicto asegurado.
3. Y en cuanto a la necesidad del acceso al agua para todos (incluidos los más desprotegidos), el PPOT pretende clara y explícitamente vender al agua al mejor postor, como una salida económica del gobierno. Para eso se avanza en dos cosas: primero modificar la “prioridad de uso del agua”. Hoy el agua por ley es primero para consumo humano, luego para la agricultura y después para otros usos. Eso se quiere cambiar: ya Irrigación está ilegalmente aplicando resoluciones en este sentido para la apertura de pozos nuevos (que no deberían ser) y la intención clara de este plan es “legalizar” y “generalizar” esta tendencia. La pregunta que nos cabe aquí es ¿qué productor pequeño o mediano podrá competir contra ofertas de grandes empresarios, sobre todo extranjeros, si el agua se subasta? ¿Quién de nosotros, aun agrupados en cooperativas de productores, podría negociar contra gigantescas inversiones como las mineras? ¿En qué situación quedan las pequeñas parcelas familiares repartidas por todo el territorio? ¡Ni huertas vamos a poder hacer! Y hay muchísima gente que sobrevive bien, a gusto, con un modelo de desarrollo deseado así, con un pequeño trabajo y su sustento basado en la huerta y la granja. Eso puede estar en riesgo. Y te vuelvo a decir: esto ya está pasando y posiblemente esté afectando a muchos, el agua subterránea cada vez más profunda o los pozos secos de Capiz. ¿Quién puede descartar que no sea producto de los grandes posos autorizados al sur de Pareditas o en el pedemonte de San Carlos y Tunuyán? Porque tampoco se tienen en cuenta las zonas de recarga de los acuíferos.
Y acá te traigo como ejemplo también algo de nuestra Latinoamérica: Chile, el Chile minero que nos venden los medios de comunicación y los gobernantes, está con profundos problemas sociales derivados de una legislación que “vende el agua”. Allá comprás acciones que equivalen a metros cúbicos, si no pagás anualmente se te quitan y se colocan a la venta, y el que ofrece más se apropia del derecho. Así se ha ido despojando a los pequeños productores, que en un año de heladas, granizo o bajo precio no pueden mantener el derecho y se las vende a mineras u otras grandes empresas que acueducto mediante la llevan donde la necesitan (tengo entendido que hay algunos de mas de 100 kilómetros).
¿Entonces, cree que la normativa ambiental que protege las fuentes acuíferas del Valle de Uco no se está aplicando actualmente?
Quisiera que se estuvieran aplicando… ¡Pero! Nosotros en estos largos años de lucha fuimos logrando varias normas que “protegen” el recurso hídrico y aparte ya hay legislación previa y nueva a nivel nacional o provincial que “debería garantizar” agua para todos y agua limpia. Ley de Glaciares, Ley de Aguas (que aunque sea viejita sigue siendo “ejemplo” de administración y cuidado), Ley General de Ambiente y Ley de Presupuestos Mínimos, leyes de aéreas protegidas, Ley de Bosques, o la misma Constitución Nacional. Todas se pueden aplicar para preservar el agua. Más aun las de la ampliación de la reserva, la 7722 y las ordenanzas departamentales, que “consideramos nuestras”. ¡Pero!…. Y siempre aparece un pero: nos encontramos de tanto en tanto con que quien debe garantizar su cumplimiento, no lo hace.
Aparecen edictos de trabajos mineros autorizados por la dirección de minería que desconocen estas figuras legales, recordemos los proyectos NINU 1 , NINU 2 y María Inés, los otros en la Laguna de Tec Cominco, el mismo proyecto San Jorge de Uspallata, el de Portillo y muchos otros, a los que nos fuimos oponiendo cada vez que salieron, con denuncias incluidas a los funcionarios. Ahora encontramos este emprendimiento de piedra pómez dentro de la reserva ampliada (ley 7422). Es verdad que la piedra pómez no es minería metálica ni se usan contaminantes, ni es tan grave sus consecuencias. Pero lo grave está en el antecedente que se crea, porque la ley es clara y este tipo de emprendimientos en el área está prohibida y debería cesar. Si permitimos que continúe otros podrán pedir la misma exención de la ley (que es ilegal).
Haciendo algunas averiguaciones, nos dicen que Recursos Naturales autorizó la cantera, por otro lado nos dicen que no sabían. Los de la dirección de ambiente de la municipalidad (que ahora se enteran porque nosotros publicamos) hacen averiguaciones y se les dice que desde el 2004 están trabajando sólo retirando material acopiado, y sabemos que es mentira porque es evidente el trabajo de extracción y porque en 2003 no había trabajo, pero además, con lo que significa para San Carlos este tipo de actividad, no hay comunicados oficiales, todo se hace a escondidas.
¿Para finalizar, cuáles le parece que son los puntos principales que es necesario reforzar para dar sustancia a un verdadero desarrollo territorial en San Carlos y el Valle de Uco?
Yo diría de toda la provincia. Porque entre otras cosas, aprendimos en esta larga etapa que el agua no tiene fronteras y que lo que hagamos aguas arriba afecta a los de abajo, y que si una región afecta su agua, la gente emigra y ocupa otros lugares donde se la protegió o donde hay (Bogotá por ejemplo o las periferias de un Santiago colapsado). De hecho en el año 2009 Naciones Unidas tuvo como lema el agua transfronteriza como elemento relacionado a la paz y el desarrollo humano.
¿Qué es lo necesario de fortalecer? Dos cosas. Una, la coherencia entre lo diagnosticado y lo propuesto, eso de garantizar en medidas concretas el cuidado del recurso, la valoración real en las propuestas de acción de la realidad de la crisis hídrica y garantizar la distribución y acceso al agua en la provincia de lo que ya hablé. Y por otro la participación debidamente informada de la gente y principalmente de los jóvenes en la elaboración de la provincia que queremos para los próximos 30 años.
El actual proyecto de PPOT es el resultado de mentes brillantes, grupos académicos, científicos y técnicos que fueron amalgamados o catalizados por necesidades políticas circunstanciales. Más concreto: se buscó gente formada intelectualmente, quizás la mejor de la provincia, pero se mezcló en su trabajo y en las conclusiones los intereses políticos de una coyuntura que ponía al gobernador de cara al 1° de mayo sin la tarea completa de las promesas hechas. Y se apuró el proceso que venía bastante bien. En este apuro de olvidó de algo importante: la gente. Este PPOT debe ser conocido y aprobado por la gente pero este gobierno – y que lástima que un gobierno peronista lo haga – le tuvo miedo a la opinión de la gente. Se conformaron y se regocijan de que la audiencia publica tuviera 500 personas, cuando cualquier asamblea mendocina del agua junta el doble o el triple si se lo propone y sin ningún recurso económico. En Uspallata juntamos 2000.
Y hay que aclarar algo, de los 500 inscriptos, los ciudadanos comunes que participamos, en un altísimo porcentaje (porque no me animo a decir que todos) opinamos estar a favor de la necesidad del ordenamiento territorial pero criticamos este documento como un “engendro mutante” porque no era claro, tenía errores y no tenía coherencia. Sólo los “funcionarios ligados laboralmente al gobierno” o miembros del Consejo Provincial de Ordenamiento apoyaron el documento tal como está hecho, vinieron justo a la hora indicada, hablaron y se fueron. Y esto es vergonzoso: necesitar “mandar a decir” tal o cual cosa para que la oposición no sea escandalosa. Y a la gente común encima nos dieron dos miserables minutos. ¿Qué podes decir en este tiempo? Llevamos diez años trabajando y peleando por esto y apenas si te daban tiempo para presentarte y ya te decían: “vaya terminando”. A la audiencia pública llamaron sólo para completar un tramite obligatorio, no para escuchar a la gente, y llamaron con un documento que de antemano se sabia que no era el definitivo y llamaron sin respetar la ley que dicta el protocolo para hacerlo.
Creo que al PPOT le falta algo importante que es la gente. La idea de la gente. La voluntad de la gente. Y te hago comparación: si vos estás enfermo y necesitas un tratamiento, enfermo mal, con posibilidad de muerte ¿Qué haces? Primero buscas tener un buen diagnóstico, porque si te dicen que tenés solo una indigestión y resulta que es apendicitis, no vas a arreglar nada y podés terminar en algo peor; y después buscas una buena terapia o tratamiento, y si estas son muy jodidas, como en los cánceres, buscas varias opciones para decidir cual agarrar. Pero la decisión final la tenés que tomar vos y tu grupo, no la dejás en manos de otros, aunque sepan mucho. Ellos te pueden proponer y aconsejar.
Este plan propuesto arranca con un diagnostico viciado de varias cosas que lo hacen dudoso (como por ejemplo lo del agua o asegurar que la agricultura está agotada sin decir por qué), y para colmo propone soluciones que nada tienen que ver con lo que nos pasa o sin proponer alternativas diferentes (sí o sí cambiar la matriz productiva agrícola por el extractivismo). Y lo peor de todo, afecta y toma decisiones sobre la vida de la gente que no opinó sobre lo que quiere.
Creo y afirmo que la tarea de los científicos, como la de los médicos, es diagnosticar correctamente y ofrecer las diferentes opciones de cambio, pero la decisión final debe estar en la gente. Imagino (después de arreglar concienzudamente el diagnóstico) a los técnicos elaborando herramientas de información para que todos puedan entender en dónde estamos parados, cuáles son las opciones a futuro y opinar, hasta los más humildes. Esa es la etapa que falta. Si la gente no da “licencia social” y se “empodera” de la decisión tomada no tiene sentido seguir con esto porque nos traerá más problemas que los que se quieren solucionar.
Mirá, hay muchas leyes para proteger el ambiente, por ejemplo con esto de no tirar basura, y ¿quién las cumple? Casi nadie. Porque la cosa no está metida adentro de la cultura de la gente. Con esto pasa o puede pasar lo mismo: vamos camino a hacer un plan de ordenamiento territorial que no está asumido por la gente porque la gente no ha sido protagonista y porque no responde a las necesidades y problemas reales de la comunidad. ¿Quién le va a dar bola? Nadie. Pero legalmente nos traerá problemas porque habrá quienes pretendan ampararse en él para sus intereses. Y lo otro: ¿Para que queremos leyes si quien tiene la obligación de garantizar su cumplimiento no la respeta ni la hace respetar? Ahora tenemos un ejemplo: la 7422 de ampliación de la reserva el gobierno no la cumple: hay minería en la reserva ¿Va a respetar el gobierno el PPOT? .
¿Por qué dice que el plan de ordenamiento territorial fue hecho en la Dirección de Minería?
Yo no puedo opinar sobre otros aspectos del PPOT, como lo es el transporte, la educación, la ocupación de espacios o tierras aptas para cultivo con otras cosa , el ordenamiento urbano. No al menos en este momento. Pero si de lo que veo en las conclusiones que tienen que ver directamente con la minería a gran escala.
Para desarrollar la mega minería en forma segura y legal, para asegurar a las empresas mineras una inversión que no genere conflictos se necesita cuatro cosas: acceso a la tierra, a la montaña con minerales, acceso al agua para sus procesos mineros, acceso al uso de los métodos que usan cianuro, ácidos, xantatos y otros cocteles y energía suficiente y barata.
El PPOT les facilita todo eso. Acceso a la tierra: propone derogación o desconocimiento de leyes de reservas y “modificación o derogación de la ley de arraigo y colonización” (esta ley con una resolución de Naciones Unidas puede generar derechos a los habitantes originarios a permitir o no el paso de mineras por el territorio). Acceso al agua: derogación o modificación de la ley de aguas y venta volumétrica. Acceso a los métodos hidro-químicos: derogación o adecuación de la ley 7722 (que luego se sacó por la presión social pero que tiene otras vías de anulación) y acceso a energía barata y abundante: el plan propone la energía nuclear aunque el diagnóstico la consideraba desaconsejable. Ahí tenés cuatro cosas esenciales para la minería que son incoherentes con el diagnóstico hecho y evidentemente fueron introducidas en el último momento, porque cuando las planteamos, ni los funcionarios del gobierno podían creer que estaban escritas. Señal más que clara que no habían leído lo que defendían.
¿Y cómo seguimos? ¿Qué viene ahora? ¿Qué harán las asambleas del agua y los vecinos autoconvocados?
Yo insisto en algo que venimos pregonando desde hace muchos años: es necesario que la gente se involucre, que cuestione, que exija. Hay muchos intereses puestos en esta provincia y esos interese no dejan de presionar a los gobernantes. Hay que olvidarse de los partidos políticos y ponerse la camiseta de Mendoza y la del futuro porque solo se podrá oponer, el gobierno, a esos intereses si les damos fuerza desde la gente. Seas o no partidario de este gobierno. Acá en Mendoza no ha entrado aun la gran minería con todas sus nefastas consecuencias por la gente, por nosotros que hemos logrado poner el freno en la calle, en la justicia, en la administración. Pero siguen insistiendo. Sin ir más lejos, hace un par de semanas en la sección económica de un diario de los de gran tirada en Mendoza (diario UNO) la gente de CASEMI insistía con el proyecto Papagallos en Pareditas, el primero que salimos a rechazar en el 2005 con 4500 personas en la terminal. En el que creemos que también se ha seguido trabajando dentro de la reserva.
Con respecto a los trabajos mineros en la reserva vamos a hacer las denuncias correspondientes y exigir el cierre de la mina, la remediación y que el o los funcionarios que autorizaron o permitieron la violación de la ley sean juzgados por ello si corresponde; y con respecto a la ley de ordenamiento territorial, ahora viene la etapa de trasformar o no en ley este mamarracho de PPOT. Lo debe hacer la legislatura. Esperemos que nuestros legisladores estén a la altura de las circunstancias y hagan las correcciones necesarias o lo manden de vuelta a la Agencia de Ordenamiento Territorial para que hagan algo coherente y viable. Eso también dependerá de la gente que lo reclame, que lo exija. Nosotros vamos a estar pero solos no hacemos nada. Necesitamos, como siempre, la movilización que incomoda a los legisladores.
Martín Cecchi – Sociólogo
martinemiliocecchi@gmail.com
2 comentarios
Felicitaciones ,clarito como el agua pura.Ojalá encuentre eco y genere compromiso ciudadano
antes de que sea demasiado tarde
Para quienes vivimos en San Juan el pueblo mendocino es ejemplo de conciencia,protagonismo y compro
miso además de aliento y esperanza.
Gracias Hermanos que Dios les de luz y fortaleza para continuar vigilantes y activos en la defensa de la Vida
Solo gracias por ayudar a difundir esto que es tan importante.
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