La ciudad de México vivió una jornada cargada de tensión, con cerca de 5.000 efectivos de seguridad y grandes vallados para impedir que ingresaran a la zona céntrica miles de manifestantes que salieron a las calles a protestar contra las reformas energética y política que impulsa el presidente Enrique Peña Nieto.
En ese contexto, el diario local El Universal reportó en su página web “algunas detenciones” entre un grupo de encapuchados autodenominados “anarquistas” que, tras manifestarse pacíficamente en el Zócalo (plaza principal) y frente al Palacio Nacional, apedrearon el frente de la sede del canal Televisa, rompieron vidrieras de comercios y realizaron pintadas en otra zona de la ciudad.
El centro del Distrito Federal pareció hoy sitiado, con 4.700 efectivos desplegados por su Secretaría de Seguridad Pública para evitar desmanes como los que se produjeron hace un año, en ocasión de la asunción de Enrique Peña Nieto.
El Senado ya había sido blindado el viernes con un muro metálico de unos tres metros de altura y también fueron bloqueadas las calles de acceso al Zócalo, describió la agencia noticiosa DPA.
La protección sobre la sede del Senado se mantendrá hasta que concluya el período ordinario de sesiones del Congreso, dentro de dos semanas, pues antes se debatirá la reforma político-electoral propuesta por el gobierno y se iniciará el análisis de la reforma energética.
Esas reformas -en particular la energética, que postula abrir el actual monopolio estatal a la participación particular, aunque sin privatizarlo- son resistidas por la centroizquierda, a tal punto que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) anunció el jueves pasado su retiro del Pacto por México, el acuerdo de concertación suscripto hace un año por las tres grandes fuerzas políticas del país.
Con todo, las principales manifestaciones de protesta de hoy estuvieron a cargo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que encabeza Andrés López Obrador, hasta hace menos de un año líder del PRD.
Las protestas contra Peña Nieto fueron una constante durante el primer año de su mandato Paralelamente, el Partido Acción Nacional (PAN, conservador) -el otro firmante del Pacto por México junto al Partido Revolucionario Institucional (PRI) gobernante- anunció que sus legisladores votarán a favor de la reforma energética.
“El país necesita crecer, los ciudadanos necesitan empleos y los diputados de Acción Nacional daremos nuestro voto favorable a reformas como la energética, que próximamente se habrá de discutir y aprobar”, afirmó el jefe del bloque de diputados federales del PAN, Luis Villarreal, en un comunicado difundido esta tarde.
Por su lado, Peña Nieto dijo que “así como este año ha sido un año de reformas, el que hoy se inicia deberá destacarse por ser el año de la eficacia en la implementación de las mismas”.
“A un año de haber rendido protesta (juramento) como presidente de México, les aseguro que en el gobierno de la república tenemos la energía y la determinación para seguir moviendo y transformando a México”, remarcó el mandatario durante la entrega del Premio Nacional de Deportes y el premio Nacional del Mérito Deportivo 2013.
Las protestas contra Peña Nieto -con quien el PRI, que había gobernado ininterrumpidamente entre 1929 y 2000, volvió al poder tras un intervalo de 12 años-, iniciadas el mismo día de su asunción, fueron una constante durante el primer año de su mandato.
El día de su investidura, el centro de la capital se convirtió en un campo de batalla entre policías y manifestantes que rechazaban el regreso al gobierno del PRI.
Aunque la firma del Pacto por México generó expectativas positivas, las reformas impulsadas por el mandatario -incluso la educativa y la fiscal, ya sancionadas- fueron y siguen siendo muy resistidas por amplios sectores sociales y sindicales.
Peña Nieto también es cuestionado en el campo de los derechos humanos, que “están fundamentalmente ausentes” de su gobierno, según sostuvo la semana pasada el director ejecutivo de la organización Amnistía Internacional en México, Perseo Quiroz.
Todo ello repercutió sobre la popularidad del mandatario, cuyo nivel de aprobación cayó de 63 a 55 por ciento en los últimos cinco meses, según una encuesta publicada hoy por el diario local Reforma y recogida por la agencia noticiosa ANSA.
Fuente: Télam