Desde hace unos años, y de la mano de la lucha en contra de los emprendimientos mineros a cielo abierto, el Valle de Uco se presenta como un polo de defensa en el cuidado del medioambiente. Sin embargo, la realidad está lejos de un ambiente ideal y, las acusaciones cruzadas entre estamentos gubernamentales y la sociedad están al frente de un tema que no es menor sino que, sin exageraciones ni parafernalias, tiene que ver directamente con nuestra calidad de vida y, con la vida misma.
Según una encuesta realizada por EL CUCO DIGITAL, la mayoría de las personas (79 por ciento) opina que en el cuidado del medioambiente falta concientización y trabajo por parte del estado. Por otra parte, algunos responsables de Medioambiente de las comunas municipales concordaron en que uno de los problemas con los que se encuentran es la falta de concientización de la población: según los funcionarios consultados es frecuente que los vecinos arrojen basura a la vía pública, en los espacios verdes o cauces. La foto ilustrativa de tapa muestra otra faceta de la falta de concientización: cómo se queman no solamente las hojas, sino también los árboles, que en poco tiempo comenzarán a secarse.
La planta de tratamiento de residuos, a partir de un consorcio entre los tres departamentos es un avance significativo, sin embargo, tampoco ha logrado erradicar grandes basurales como el de La Salada, en San Carlos, situación que genera emplazamientos constantes desde el órgano medioambiental provincial. La situación de los cauces de agua tampoco es alentadora: no solamente son residuos domiciliarios los que contaminan, desagües de fincas arrastran pesticidas y otros químicos y, varios emprendimientos de tipo industrial también vierten sus residuos en acequias y arroyos.
El tema de las explotaciones mineras ha sido el eje principal sobre el que la población se declaró defensora del medioambiente. Más allá de que fue la movilización vecinal lo que frenó los avances mineros y la contaminación en los acuíferos más importantes de la región, hoy la situación a nivel local no es del todo tranquilizadora: lo que se sintió como una gran victoria, la ampliación del área protegida en la Laguna del Diamante, quedó sin efecto por una medida cautelar solicitada por el Ejército, ya que parte del territorio comprendido por la ampliación pertenece al organismo de defensa.
Cuidar el medioambiente, los recursos naturales, el agua, ya no es una movida de hippies, de locos o de fundamentalistas. Es una premisa que debiera ser común a todos. Porque hasta desde un punto de vista utilitarista, parte del potencial económico, de la valorización de tierras y productos tienen que ver con la poca contaminación, la sanidad y el cuidado ambiental.
Por otro lado, desde algunos sectores se pretende embanderar en forma política partidaria la defensa del medioambiente en la región. Se flamean logros vecinales como propios y se declaran slogans altisonantes que buscan llamar la atención de los votos. Nadie debe apoderarse de la lucha de un pueblo que logró frenar la inminente invasión minera en las nacientes de agua, en los glaciares y en los paisajes más hermosos del mundo.
Cuando se comenzó con la concientización sobre los peligros de las explotaciones a cielo abierto todo estaba por hacer: hoy ya existe una ley provincial que prohíbe la utilización de químicos contaminantes y una ley nacional de Glaciares que registrará y protegerá las mayores reservas de agua. Pero el mayor logro es que el tema se instaló no solamente en la región sino en el país entero, y si se quiere en toda Latinoamérica. Y ya no solamente es un tema medioambiental sino básicamente económico y de modelo político.
Nadie en el Valle de Uco debe apoderarse de las banderas de la lucha en defensa del medioambiente, porque los logros son de todo un pueblo, sin distinción de color, estrato social, credo religioso o partido político. Todos logramos que hoy no exista un San Jorge en la región, y somos todos responsables que el cuidado del medioambiente sea cada día más concreto, más profundo, más sostenido. Que haya menos ruidos y más avances concretos. Y que nadie nos robe ni los recursos, ni las luchas.
2 comentarios
Y releyendo la Nota también reflexiono que falta ( o al menos faltaba en mi caso) la aplicación de sanciones a los responsables.
Luego de coleccionar sus publicaciones hasta el año 2007, y de vivir en Godoy Cruz, desde el 2008, año en que me trasladó el 9-015 a Luján, he tenido la gran alegría de recibir estos nuevos ejemplares. FELICITACIONES!!! La primer foto de portada que ví me impactó profundamente ya que en mis años de residencia en Tunuyán sufrí varias veces viendo esa misma imagen en el bosque que tenía implantado. Falta concientización sin duda; falta sentido común; a veces hay desaprensión, a veces mala intención. De todos modos GRACIAS por hacerse eco de estos temas. Les deseo EXITOS, y que yo lo pueda seguir viendo desde aquí.
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