Diputados aprobó el proyecto impulsado por el Gobierno por 139 votos a favor, 91 en contra y cinco abstenciones. Al oficialismo se sumaron Omar Plaini y Facundo Moyano, socios de De Narváez, que votó en contra. También apoyó Lozano.
El oficialismo consiguió la aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto que grava las transferencias de títulos y acciones de empresas que no cotizan en Bolsa y la distribución de dividendos. Fue por 139 votos afirmativos, contra 91 negativos y cinco abstenciones. El Frente para la Victoria (FpV) sumó la adhesión de Omar Plaini y Facundo Moyano, hoy aliados de Francisco de Narváez. Este último, votó en contra (ver aparte). Claudio Lozano, de Unidad Popular, también acompañó la iniciativa. En cambio, los radicales, el FAP, los peronistas disidentes, la Coalición Cívica y el PRO, que le reclamaban al Gobierno gravar la renta financiera y subir el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, votaron en contra. El proyecto fue girado al Senado y hoy será analizado en la Comisión de Presupuesto. La sanción definitiva sería el próximo jueves.
“Le quiero recordar a la oposición que tuvieron dos años una mayoría ficticia, Cuando eran el Grupo A tenían 141 diputados, y en la Cámara había 102 proyectos (sobre Ganancias) y nunca los pusieron a consideración. Cuando fueron por el 82 por ciento móvil, nunca se les ocurrió cómo financiarlo. ¿Quién les daba las ideas para desfinanciar al Estado, el círculo rojo? Ustedes quieren un Estado débil, para desfinanciarlo y que se endeude”, argumentó Juliana Di Tullio, jefa del bloque del FpV al cierre del debate.
Durante la última campaña electoral, los legisladores de los distintos partidos opositores basaron parte de sus discursos en la necesidad de actualizar el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y de gravar la renta financiera. Sin embargo, cuando el Poder Ejecutivo propuso su tratamiento en el Parlamento luego de los resultados de las primarias, la misma oposición calificó la medida de “oportunista”. Incluso, manifestaron que “no es necesario crear nuevos impuestos”.
“El Gobierno no necesita financiar el aumento del mínimo no imponible. Con la recaudación excedente, ya se cubre ese gasto. No es necesaria la creación de nuevos impuestos”, argumentó el radical Ricardo Buryaile. Un día antes de la sesión, Alfonso Prat-Gay (Coalición Cívica) había dicho en el debate en comisión que votar un gravamen para la transferencia de títulos y acciones de empresas no cotizantes en Bolsa era una “trampa”. “Hay recursos de sobra”, alegó Prat-Gay.
“Si inyectamos más recursos en la economía, nos dicen que creamos inflación. Esta medida no sólo tiene fines recaudatorios, sino redistributivos. Buscamos un financiamiento compartido, es decir, repartir el costo fiscal entre varios actores. Al fin y al cabo, somos peronistas. Si dicen oportunismo, nosotros decimos oportunidad y una política de gobierno”, retrucó Eric Calcagno (FpV).
La iniciativa grava con el 15 por ciento las transferencias de acciones de sociedades anónimas y SRL que no coticen en Bolsa, ya sean argentinas o de capitales extranjeros. A la distribución de dividendos se la grava con una alícuota del 10 por ciento. En el cuatrimestre que va de septiembre a diciembre, el Estado espera recaudar 2400 millones de pesos, que servirán para financiar el 50 por ciento del costo fiscal de incrementar el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.
El Frente Renovador, conducido por Sergio Massa, presentó un proyecto sobre Ganancias y renta financiera. Los diputados que hoy pertenecen a ese espacio –que todavía no tiene una representación parlamentaria formal– votaron en contra. Ellos son Felipe Solá, Eduardo Amadeo, Graciela Camaño y Oscar Martínez, que hasta hace poco era del FpV y ahora responde a Massa. Alberto Roberti estuvo ausente.
“Tratamos de avanzar en su medida y armoniosamente. Cuando decimos que tenemos que gravar la renta financiera hay que ser cuidadosos, porque nos enfrentamos a los intereses que en muchos casos sostuvieron a la última dictadura cívico-militar”, lanzó Héctor Recalde (FpV).
–Perdón diputado –interrumpió Elisa Carrió y siguió–. ¿A (Jorge) Brito dónde lo ubica?
–Creo que Brito está entre los que hoy dicen que la Presidenta no escucha la voz del pueblo cuando sí lo hace. Ahora si me permite, voy a seguir –retrucó Recalde. “Lo más trascendente es que comenzamos a gravar la renta financiera”, agregó el legislador.
El único diputado de la oposición que reconoció que a partir de la suba del mínimo no imponible quedaban afuera de este gravamen 1,4 millón de trabajadores fue Claudio Lozano (Unidad Popular). Durante la reunión en comisión había dicho que como lo “urgente ya había sido resuelto”, el Parlamento podía tomarse el tiempo de tratar una reforma integral del sistema tributario, para gravar la renta financiera en su totalidad. Lozano presentó un dictamen en minoría. Así y todo, votó a favor del proyecto del Ejecutivo.
“Los que votamos en contra en realidad estamos votando a favor de que el mínimo no imponible se ajuste semestralmente. Y estamos votando en contra de la creación de nuevos impuestos”, sostuvo Federico Pinedo a la hora de justificar el voto negativo del PRO. Los radicales también utilizaron el argumento de que no era necesario crear “nuevos impuestos”. “Esta medida es un parche y es absolutamente falso que se deban crear nuevos impuestos”, lanzó Oscar Aguad (UCR).
El debate parlamentario duró casi ocho horas. Si bien el tono de la discusión fue tranquilo, Aguad rompió con el clima de la sesión al extender sus críticas hacia toda la política económica del Gobierno. “Se están dilapidando las reservas, la inflación se come los salarios. El país no se está industrializando, ministra Giorgi. Eso es falso”, despotricó el radical, cuando desde el sector donde está ubicado el FpV le gritaron “delincuente”.
“Las decisiones políticas de este gobierno tienen que ver con poner recursos en el mercado interno, le guste a no al diputado Aguad”, respondió Di Tullio. “Necesitamos una Argentina industrializada. Si subimos el mínimo no imponible, está mal. Si no lo subimos, también está mal. Si lo hace Cristina, está mal. Si no lo hace, también. Este es un proyecto razonable para no desfinanciar al Estado. Le pido a la oposición que sea razonable”, concluyó Di Tullio al cierre del debate.
Fuente: Página 12