Nacer y crecer en el campo para luego continuar cultivando el trabajo que hicieron nuestros padres y abuelos forma parte de la historia de muchos pobladores de la región. En esta nota, el relato de un obrero de Los Sauces.
Marcelo Sanchez de 29 años, creció en la misma finca donde actualmente es efectivo. Hace 11 años que se desempeña como tractorista en el distrito de Los Sauces, donde se crió junto a su mamá Elba, su papá Andrés y sus ocho hermanos, Andrés, Fabián, José, Agustín, Omar, Luis, Lorena y Vicente.
Marcelo comenzó a trabajar en la finca en el año 2004 y dos años más tarde lo nombraron como efectivo. Desde entonces, su responsabilidad es madrugar cada mañana ante el folclórico paisaje valletano en el que existen diferentes realidades.
“Gracias a este trabajo me pude comprar una moto y ahora estoy pagando un auto, todo lo que tengo me lo he comprado gracias a lo que hago. Lo malo es que en el invierno pasás frío con las heladas, y en el verano a veces hay que trabajar hasta la noche, estar bajo el rayo del sol durante varias horas. Es un trabajo duro”, comenta.
Con sacrificio, Marcelo trabaja todos los días en la tierra cumpliendo con diferentes tareas que muchas veces no son valorizadas. “Soy tractorista, pero cuando me necesitan para hacer otros trabajos como cosechar y podar, los hago, no tengo problema”.
Así, las jornadas intensas se repiten y él reflexiona: “También te sumergís en la rutina de todos los días y después te pasa que no sabes lo que hiciste el día de ayer, por ejemplo”.
Por Cinthia Sanchez (Estudiante Comunicación Social/ IESVU 9-015)