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Manuel Olazábal: la escuela de Tunuyán que mantiene vivo el Cruce de los Andes

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Muchos alumnos son hijos de arrieros que se dedican a guiar recorridos turísticos por el Paso el Portillo, uno de los sitios elegidos por el General San Martín para que cruzara el Ejército de los Andes.

Un entorno único, en el corazón del Manzano Histórico, con la cordillera de fondo y el murmullo del arroyo Las Pircas. Allí, donde sólo se respira paz, lejos del smog, los ruidos del tránsito y la agitada vida de la Ciudad, se encuentra la escuela Manuel Olazábal, de Tunuyán. El establecimiento educativo rural, con sus 37 alumnos, mantiene vivo el Cruce de los Andes.

Es que muchos de los estudiantes son hijos de arrieros que se encargan de guiar recorridos turísticos por el Paso el Portillo, uno de los puntos que eligió San Martín para que el Ejército de los Andes atravesara la cordillera en su campaña libertadora en 1817 y por donde luego, en 1823, volvió a nuestra provincia.

En un edificio impecable, ampliado en 2013, cursan su primaria los alumnos quienes han desarrollado una gran devoción por el Libertador. Divididos en plurigrados, van aprendiendo cada uno de los contenidos de las materias que les toca cursar pero además este año, por ser el del Bicentenario del Cruce, tuvieron una fuerte impronta sanmartiniana.

Así investigaron los pasos de San Martín, elaboraron presentaciones, maquetas y hasta una reversión de “Despacito” en honor a la patria (ver aparte). De hecho, muchas veces, los mismos chicos ofician de guías de otras escuelas que se acercan para conocer el Manzano.

“Hay muchos ex alumnos y varios papás de la escuela que se dedican a realizar el cruce para turistas. Ellos tienen el equipo de gente, arman un paquete y se encargan de todo”, comenzó a relatar Nilda Panela, directora de la institución y maestra de tercero y cuarto grado. Ella detalló que aproximadamente tardan 5 días en cruzar por el Paso El Portillo para llegar hasta Chile. “Hay que atravesar el río Tunuyán y, por lo que cuentan, es bastante difícil la travesía. Hay algunos alumnos que lo han hecho”, aseguró.

Ella señaló, además, que el período para realizar este viaje es de diciembre a marzo, por lo que el resto del año tienen que dedicarse a otras tareas. “Es sufrida la vida porque el turismo fuerte sólo dura unos meses. El resto del tiempo se dedican a realizar cabalgatas por el Manzano, viajes a la montaña o a elaborar pan casero, sopaipillas y pasteles”, precisó.

Con 9 años, Celeste Guiñazú es una de las alumnas que ha realizado el cruce a caballo. “Este verano lo hice por primera vez con mi familia, pero en el caballo iba sola”, narró la pequeña con cierta timidez pero ninguna sorpresa. Para ella se trata de un recorrido que poco tiene de extraordinario, ya que su papá lo ha realizado cientos de veces. “Dormimos en carpa o en un refugio y vamos comiendo lo que llevan mis papás”, añadió. Ella lo disfrutó mucho y compartió su experiencia con sus maestras y compañeritos.

Otras niñas todavía no tuvieron la oportunidad de ir, pero saben de lo que se trata a través del relato de sus padres. “Mi papá me contó que vio muchos quirquinchos y que alguna gente va caminando y otra a caballo”, dijo Victoria Sabatini (9). A lo que Agostina Benítez (9) agregó que una vez su papá cruzó cuando estaba nevando. “Por eso en la maqueta que nos tocó hacer hicimos las montañas con nieve”, explicó.

Pequeños sanmartinianos

Alejandra Sosa, maestra de quinto, sexto y séptimo año, remarcó que al conocer de cerca uno de los cruces utilizados por el Ejército de los Andes, valoran mucho más la figura de San Martín. “Ellos saben lo que demora, lo que sale y cómo hay que prepararse para atravesar la cordillera”, aseguró. Agregó que para toda la comunidad se trata de un ídolo máximo. “Todos saben perfectamente quién es San Martín, así como Manuel Olazábal, el militar que da nombre a la escuela”, expuso.

Ella contó también que los mismos chicos ofician de guías históricos cuando otras escuelas visitan el Manzano. «Les hacen el circuito y ellos mismos les explican», aseguró. Por otra parte, comentó que para la Feria de Ciencias los alumnos participaron con un stand en el que explicaban cada parte del monumento del Manzano Histórico.

La escuela Manuel Olazábal abrió sus puertas en 1949, pero recién en 1998 se mudó al edificio actual. En 2013 se ampliaron sus instalaciones tal cual se encuentran hoy.

“La escuela está ubicada en terrenos que donó la familia Guiñazú. Ellos hicieron un acta de donación detallando cuántos metros deseaban dedicar a centro de salud, registro civil, iglesia y a esta escuela a la cual le destinaron 6.000 metros cuadrados”, recordó la directora. Sin embargo, como los terrenos no tenían planos, el deseo de la familia no se cumplió a rajatabla.

“Tiempo atrás fui con el acta de donación a la municipalidad para ver si nos podían dar los terrenos que nos correspondían para hacer un albergue para cuando nos visiten otras escuelas y una biblioteca popular, pero nunca lo logré”, se lamentó la maestra, fuertemente comprometida con la comunidad. Ella reconoció que se le anexaron algunos metros, pero que no fueron suficientes para concretar su deseo.

De todas formas a nivel general ella aseguró que el establecimiento se encuentra bien con los fondos que les manda la Dirección General de Escuelas. “Años atrás era más difícil”, reconoció a la vez que subrayó que también han mejorado los caminos por lo que los profesores pueden llegar mejor a las aulas. Además precisó que cuentan con un transporte que busca a cada uno de los chicos de su hogar. “Los de nivel inicial entran a las 9 y los de primaria a las 8. Acá les damos el desayuno y el almuerzo. Además, en la primaria tenemos jornada extendida hasta las 15”, detalló.

Allí además cuentan con una huerta orgánica que mantienen entre todos y realizan distintos proyectos de reciclaje. “Intentamos siempre involucrar a los padres y tenemos buena respuesta”, aseguró.

Versión de “Despacito” en honor a la patria

Con el aporte y la creatividad de todos, los alumnos y docentes de la escuela Manuel Olazábal de Tunuyán crearon una versión de la popular canción “Despacito” de Luis Fonsi y Daddy Yankee en honor a la patria. Durante las clases de lengua los chicos pensaron las estrofas y el estribillo para una reversión que hace emocionar.

“Sí, sabés que llevo un rato queriéndote, tengo que cuidarte mucho hoy. Vi, que mucha gente estaba dañándote, muéstrame cómo salvarte hoy”, dice la primera estrofa a la que le sigue: “Tú, eres la patria que me hace soñar que existe un futuro por el qué luchar. Sólo con pensarlo se acelera el pulso. Ya, ya estoy luchando por la libertad que se está acercando cada día más. Esto hay que lograrlo con esfuerzo puro”.

Durante la visita de este diario a las instalaciones escolares ellos entonaron la canción con gran entusiasmo y demostraron que la cantan con el corazón.

Colecta solidaria

Durante la mañana de ayer, representantes de Los Andes se acercaron a las instalaciones de la escuela Manuel Olazábal de Tunuyán para llevarles mercadería que recolectaron los empleados a través de una campaña solidaria. La misma se realizó como cierre del programa de «Voceros del Cruce», una iniciativa de comunicación interna sobre las actividades que desarrolló el diario desde enero de este año, en el marco del Bicentenario del Cruce de los Andes.

Fuente: Los Andes