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Madres de Plaza de Mayo y la nieta recuperada Nº117 recibieron distinciones legislativas

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En un emotivo acto realizado esta tarde en conmemoración de la lucha por la recuperación de la identidad y en repudio a los 40 años de ocurrir el último golpe de Estado cívico-militar, la Cámara de Senadores de la provincia les otorgó distinciones legislativas a las integrantes de Madres de Plaza de Mayo de Mendoza María Assof de Domínguez –presidenta de esa asociación–, Agustina Elcira Corvalán de Vera, Margarita Guerrero de Barrera Oro y Angelina Caterino, así como a la nieta recuperada número 117, Claudia Domínguez Castro, hija de los detenidos desaparecidos por la dictadura Walter Hernán Domínguez y Gladys Cristina Castro.

La ceremonia fue presidida por el senador provincial Gustavo Arenas (FPV-PJ), quien presentó los proyectos de resolución de las distinciones en coautoría con su par Luis Böhm, y se realizó en el salón Bicentenario del anexo de la Legislatura de la calle Espejo de Ciudad. En su transcurso les fueron entregados diplomas de reconocimiento a las mujeres homenajeadas, bajo la premisa: “A 40 años del golpe, por más memoria, verdad y justicia”.

En el caso de las madres, las distinciones fueron por “por la lucha y el compromiso en la búsqueda de memoria, verdad y justicia, al cumplirse 40 años del golpe de Estado de 1976”, según reza el proyecto de resolución que consta en el expediente Nº67.372 del Senado. A la vez, Domínguez Castro fue distinguida como una manera de destacar “el hecho histórico de una nueva recuperación del derecho a la identidad”, como aclara el proyecto de resolución contenido en el expediente Nº67.118 de la Cámara Alta.

En la oportunidad, a la mesa que presidía el acto se sentaron Arenas, Böhm, Assof de Domínguez, Corvalán de Vera, Guerrero de Barrera Oro y Domínguez Castro, mientras que Caterino no pudo asistir. También participaron en el reconocimiento el trovador mendocino Jorge Marziali –quien les ofrendó una canción a las homenajeadas– y el Sindicato de Docentes Privados (SADOP), la agrupación Resistiendo con Aguante y el Partido Solidario, junto a demás representantes de diversos sectores sociales de Mendoza.

En la apertura del acto, el reconocido cantautor Marziali interpretó su tema “Generación”, que se refiere precisamente a las vicisitudes de la dictadura, como homenaje a la gran perseverancia de las Madres y los nietos recuperados. Al finalizar recibió un cerrado aplauso de parte del centenar de asistentes que colmaron el salón Bicentenario.

Reivindicación de la lucha por la identidad

A continuación, Gustavo Arenas agradeció la presencia del público, resaltó la gran importancia que tenía el acto y aclaró que en realidad estaba previsto realizarlo el año pasado, apenas se supo de la aparición de Domínguez Castro, pero que por distintos motivos se fue posponiendo. Luego destacó que con esa actividad reivindicaban la lucha de las mujeres que siguen buscando incansablemente a sus descendientes apropiados durante la dictadura, pero que también se opusieron –y continúan haciéndolo– a la instauración de un modelo económico, social y político que iba en contra de la gente.

Es así que reafirmó: “Vamos a ratificar nuestro compromiso con quienes lucharon en silencio y fueron estigmatizados, como pasó con las Madres”, y se refirió al importante proceso de gobierno vivido en los últimos años, mediante el cual se pudo empoderar al pueblo para que defienda los derechos adquiridos que actualmente son vulnerados desde el poder político.

La enseñanza de las Madres

Posteriormente dirigió la palabra Böhm, quien luego de rememorar situaciones padecidas en familia a causa del golpe de Estado se explayó acerca de la manipulación de la comunicación que se practica desde hace tiempo para “jugar contra los intereses populares”. Y aseveró: “Las Madres, con sus testimonios y el manejo de los tiempos que ejercen, nos enseñan muchas cosas, como la perseverancia necesaria para no decepcionarse o no actuar sin recapacitar”.

El legislador reflexionó después que una parte de la población vive tiempos de resistencia popular, ante los embates de “la oligarquía que gobierna con la legitimación de las elecciones pasadas”, para remarcar que a pesar de esto “se debe celebrar la democracia”, así como que todos los sueños son posibles y no se pueden destruir.

Momento de salir a la calle

A continuación, Assof de Domínguez refirió en su disertación que se sentían muy mal con la situación actual del país y afirmó: “Si bien hasta el año pasado no era todo perfecto, aprendimos a vivir más o menos como soñaban nuestros hijos”. Fue así que exhortó a “no perder derechos ante un gobierno promovido por personas que históricamente “obtuvieron su riqueza de las arcas del Gobierno, de los impuestos pagados por los habitantes de Argentina”.

En este contexto, la titular de Madres de Plaza de Mayo de Mendoza expresó: “No nos han vencido ni nos van vencer. Seguiremos la lucha pero con alegría”.

Para que no se repita

Finalmente, la nieta recuperada Domínguez Castro reflexionó que desde que pudo establecer su verdadera identidad –en agosto pasado– ha recibido muchas muestras de afecto y procura reivindicar la lucha de sus padres. Indicó que con su presencia quería mostrar el ejemplo de que la recuperación de su filiación le sirvió para completar su identidad, así como la de sus hijos y toda la sociedad.

Además se esperanzó en que el hecho de poder relatar lo que le pasó a ella pueda servir para demostrar que eso mismo le sucedió a mucha “gente de carne y hueso”, con el fin de que nunca más vuelva a ocurrir. Y agregó: “Recibir este reconocimiento es hacer presentes a mi mamá y a mi papá para que sigan y sigamos teniendo voz”.

Reconocimiento internacional

Los fundamentos del proyecto de resolución mediante el cual se distingue a Assof de Domínguez, Corvalán de Vera, Guerrero de Barrera Oro y Caterino resaltan que ellas –y, por extensión, todas las madres que realizan las misma búsqueda– merecen un homenaje porque “han luchado por no olvidar, por encontrar justicia sin venganza, por encontrar la verdad y restituir la identidad de nietos apropiados”, especialmente en el marco de una jornada de reflexión y compromiso.

Para graficar las situaciones que han debido vivir desde la década del ’70 en adelante, los argumentos reproducen testimonios incluidos en el libro “Historia de las Madres de Plaza de Mayo: las marchas de la resistencia 1981-2006”, el cual relata hechos y recopila discursos que marcan la lucha por la resistencia y no les son ajenos a las madres mendocinas involucradas en ese desafío.

Es así como se conoce que ellas –inicialmente eran entre 60 y 70– se reunían en la Plaza de Mayo porque ahí no había diferencias sino más bien aproximación, lo que les permitió agruparse y consolidarse en un reclamo que trascendió las fronteras. Y que sus primeras acciones fueron espontáneas, como la decisión de marchar en círculo en ese espacio, debido a que en la época de la dictadura había estado de sitio y no se podían hacer reuniones en espacios públicos, por lo que quedarse sentadas en los bancos significaba que infringían esa prohibición.

También se revela que comenzaron a utilizar el pañuelo blanco en la cabeza como una forma de identificación y que no trabajan para alcanzar el éxito, representar a un espacio político ni obtener poder, sino para honrar la lucha de sus hijos por la libertad.

Trabajando con esas consignas, las Madres de Plaza de Mayo han cosechado numerosos premios, menciones, honores y reconocimientos –además de en Argentina– en diversos países, como Alemania, Noruega, Estados Unidos, España, Brasil, Cuba, Italia, Venezuela, Euskadi, Yugoslavia, Francia, México y Ecuador. Incluso merecieron el Premio Sajarov a la Libertad de Pensamiento, otorgado por el Parlamento Europeo en 1992.

Política de derechos humanos

Mientras tanto, la nieta recuperada Domínguez Castro recuperó su identidad en agosto pasado, cuando supo que sus padres biológicos eran Gladys Cristina Castro y Walter Hernán Domínguez, detenidos y desaparecidos durante la última dictadura militar, y que es nieta de Assof de Domínguez, también distinguida hoy. Castro y Domínguez fueron secuestrados el 9 de diciembre de 1976, cuando ella estaba embarazada de seis meses, por lo tuvo su parto en cautiverio. Desde entonces, Assof de Domínguez se dedicó a buscar a su nieta incansablemente con una férrea esperanza.

En ese transcurso, en el 2003, Argentina inició un camino de recuperación de la memoria, la verdad y la justicia con el establecimiento de una política definida de derechos humanos, la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y los juicios por delitos de lesa humanidad iniciados en todo el país contra los funcionarios militares y civiles que instauraron la represión.

Esto permitió que cientos de jóvenes que fueron apropiados durante la dictadura militar recuperaran sus verdaderos lazos filiatorios y que, en ese contexto, a partir de una investigación realizada por la Comisión Nacional sobre la Identidad (Conadi) y luego de realizarse los análisis en el Banco Nacional de Datos Genéticos, Claudia conociera su verdadera identidad.

Asimismo, la ley N°26.001 del 2004 se estableció el 22 de octubre como Día Nacional del Derecho a la Identidad, mientras que Mendoza adhirió a ésta mediante la norma provincial N°7.420 y asumió así el compromiso de realizar jornadas de concientización respecto de la importancia del derecho a la identidad. Simultáneamente, la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo estima que aún existen alrededor de 400 hijos de desaparecidos que desconocen su verdadero origen familiar.

Contexto del acto

El homenaje fue concretado en la jornada previa al feriado para conmemorar en todo el país –como cada 24 de marzo desde el 2006– el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia, de acuerdo con la ley nacional Nº26.085, sancionada y promulgada por el Congreso de la Nación. La fecha remite a ese fatídico día de 1976, cuando una junta militar surgida de las Fuerzas Armadas derrocó a las autoridades elegidas democráticamente y se apropió del poder para proscribir toda actividad político-partidaria, suprimir los derechos de los ciudadanos, establecer el estado de sitio e instaurar así uno de los regímenes dictatoriales más cruentos de la historia.

Como consecuencia, este conflicto orquestado a escala continental desembocó –entre otras atrocidades que aún se están juzgando– en la desaparición forzada y sistematizada de más de 30.000 personas en Argentina y el exilio forzado de miles de compatriotas que eran perseguidos por revelar la verdad que escondía el golpe de Estado y reclamar justicia para con el pueblo.

En ese contexto, muchas madres y abuelas de personas desaparecidas –desafiando valientemente las amenazas y hasta algunas muertes consumadas a manos de los represores– se agruparon para comenzar a recuperar a sus seres queridos e incluso a los hijos que algunas de las mujeres llevaban en sus vientres en momentos de ser secuestradas.

Este duro trabajo dio sus frutos con la recuperación de casi 120 hijos que habían sido entregados por los captores a personas inescrupulosas que los “adoptaban” ilegalmente. Y precisamente esta riesgosa y necesaria tarea para recuperar nuestra identidad social es lo que se resaltará con las distinciones que serán otorgadas por la Legislatura.

Fuente: prensa del Senador Gustavo Arenas