> Calendario del Archivo de Noticias <

Los valletanos que fueron a la Difunta Correa están de vuelta en casa y con la promesa cumplida

WhatsApp
Facebook
Twitter
Imprimir

Anduvieron once días a caballo.

Juan “Ñato” de La Cruz, oriundo de San Carlos, y Carlos Muñoz, de Tunuyán, el pasado 29 de octubre emprendieron un viaje a la Difunta Correa, en San Juan. Tras pasar once días a caballo entre la ida y la vuelta, los amigos ya se encuentran en su hogar sanos y salvos.

El objetivo de la travesía era cumplir una promesa que “Ñato” había hecho hace un buen tiempo atrás, y lo logró junto a su amigo Carlos que decidió acompañarlo.

Dicha experiencia no fue nueva para estos dos gauchos, ya que hace 33 años atrás se animaron por primera vez a hacer el mismo recorrido. Pero si algo lo hizo diferente es que Juan y Carlos ya no eran dos jovencitos y está vez tenían que recorrer más de 600 kilómetros con más de 60 “pirulos” cada uno. Sin embargo, la edad no fue un impedimento y los hombres se animaron una vez más a viajar a caballo y cumplir dicho voto.

Del Valle de Uco hasta la Difunta Correa tardaron seis días y de vuelta, tan sólo cinco. En total, viajaron once lunas acompañados de sus animalitos.

La familia de “Ñato” fue quien compartió esta vivencia en las redes y emocionó a más de uno. Ellos apoyaron la acción, los alentaron y también, fueron los encargados de darles la bienvenida el pasado domingo cuando arribaron a Tunuyán con la promesa ya cumplida.

Cuando los amigos llegaron, allí estaban todos reunidos en la casa de Carlos para compartir un rico chivito a las brasas como símbolo de amistad y unión.

El Cuco Digital tuvo la grata oportunidad de dialogar con uno de los protagonistas, Juan “Ñato” de La Cruz, quien primeramente mencionó: “Fue una linda experiencia, aunque para nosotros no es nada de otro mundo porque nos hemos criado andando a caballo”.

“Dormíamos a donde se nos hacía la noche, a la orilla de la calle o en el campo; problemas no había para dormir porque teníamos en que y por lo menos, no tuvimos ningún problema”, dijo el hombre, que seguidamente agregó: «La gente que nos cruzamos fue buenísima”.

“Nos pasamos once días viajando, seis de ida y cinco de vuelta, y cuando volvimos el día domingo al mediodía estaba toda mi familia esperándonos en la casa de mi amigo Carlos, ahí nos comimos juntos un chivito”, relató alegremente Juan.

Finalmente, «Ñato» concluyó destacando que su familia «siempre nos apoya; eso es muy lindo”.

Nota relacionada: “La fe mueve montañas” y a ellos los llevó a caballo desde el Valle de Uco hasta la Difunta Correa