Si bien el precio se ha mantenido estable en los últimos meses, en la provincia están cambiando los hábitos de consumo.
Por la caída del poder adquisitivo, en su gran mayoría, los mendocinos optan por cortes de carne de precios más económicos.
Así lo afirmó el titular de la Cámara de Industrias de la Carne y Matarifes, Rubén Pontel, quien aseguró que el consumo de carne está en caída en la provincia.
Este dato se replica a nivel nacional, de hecho, desde la Cámara de la industria y comercio de carnes y derivados de la República Argentina, sostuvieron que en el período enero – setiembre la caída nacional del consumo caída de 7,8%.
Pontel punteó que las ventas no se han desplomado en los cortes de segunda calidad. “Se venden más blanda y asado de segunda”, detalló el dirigente empresario.
En consultas con hombres del sector no sólo están en sintonía con los dichos de Pontel, sino que detallaron que la venta se produce en otras opciones populares de carne como la molida de segunda, costilla y la nalga.
Si bien los mendocinos no resignan el consumo de carne, lo cierto es que en la franja de precios más bajos apelan a la creatividad, de acuerdo con José Micheli, del Shopping de la Carne, es bastante común que compren un kilo de carne molida de primera y la mezclen con otro kilo de segunda calidad, para así estirar su rendimiento al precio más bajo.
Esta tendencia de consumo ha comenzado a afianzarse éste año, donde parte de sus clientes están mezclando las diferentes calidades.
“En general el kilo de primera en carne molida oscila entre los $ 70 y $ 79, en tanto, la común está a $ 55 el kilo, como la gente sabe que la carne molida común contiene más grasa tratan de neutralizarla con la carne molida de mejor calidad”, expresó Michelli.
En el caso de Julio Melchor de frigorífico San Javier y vicepresidente de la Cámara de Industria de la Carne y Matarifes de Mendoza en su percepción el consumo en el último año ha bajado el 30%. Y ésta realidad la traslada a su cotidianidad. “El año pasado faenaba mil animales, en tanto ahora mi faena no supera los 700 vacunos”, explicó el empresario.
En cuanto al consumo Melchor opina que en forma diaria, si el consumidor dispone de $ 200 compra un kilo de milanesa y si le sobra dinero en lugar de seguir comprando más carne vacuna, opta por pollo y cerdo.
Desde la visión del empresario Mateo Vitali, de Frigorífico Vitali, el perfil del consumidor de carne responde en un gran porcentaje a la misma tendencia, esto es “conseguir el precio más barato y que la carne no salga dura”
Vitali también aclaró que “la carne de segunda no debe ser de mala calidad”. En su caso la tapa de paleta que posee su propia venta tiene un precio de $ 109,90. En tanto la entraña también puede se una opción, se hace en la parrilla y su sabor es especial”.
Fuente: Jaquelina Jimena, Diario Los Andes