Más de 200.000 personas volvieron a marchar ayer en Santiago pidiendo un sistema educativo estatal y gratuito, mientras los dos principales grupos de la oposición criticaron al gobierno del presidente Sebastián Piñera por su intransigencia frente a este reclamo que lleva meses e incluye estudiantes en huelga de hambre.
Paralelamente, las organizaciones estudiantiles rechazaron este domingo oficialmente la última propuesta del gobierno para la reforma al sistema educativo, a la que consideraron “inconsistente”, y ratificaron su adhesión a la huelga nacional convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) para el miércoles y el jueves próximos.
“No existe verdadera voluntad” en el gobierno de solucionar el conflicto que lleva más de tres meses, dice un comunicado de prensa divulgado por las entidades estudiantiles que se reunieron en la sede de la Universidad de Atacama, en Copiapó, a 800 kilómetros al norte de Santiago.
Los estudiantes evaluaron negativamente la última propuesta del gobierno, que postula aumentar la cobertura de becas y disminuir la tasa de interés del crédito con aval del Estado, pero no instituir la gratuidad.
Manifestaron en la nota su “profunda preocupación” por “el desinterés y la indolencia” del gobierno hacia el estado crítico de la salud de varios de los alumnos secundarios que llevan más de un mes en huelga de hambre.
En tanto, niños, jóvenes, padres y abuelos se reunieron para caminar desde dos puntos de Santiago y avanzaron por una de las principales avenidas hacia el popular parque O`Higgins, a unas 15 cuadras al sur de la céntrica Alameda, en una de las manifestaciones sociales más grandes desde que en 1990 se recuperara la democracia.
En medio de banderas y pancartas, los asistentes al llamado “Domingo familiar por la educación” corearon consignas como “Y va a caer, y va a caer, la educación de Pinochet”, y decenas de músicos y cantantes tocaron sus temas más populares, según reportaron las agencias de noticias ANSA y DPA.
Por otra parte, tanto la Concertación por la Democracia que gobernó entre 1990 y 2010 como el sector escindido de ella que obtuvo 20 por ciento de los votos en la primera vuelta de los últimos comicios presidenciales coincidieron este domingo en criticar al gobierno por su intransigencia frente a los reclamos estudiantiles.
El presidente del Partido Socialista (PS, uno de los principales integrantes de la Concertación), el diputado Osvaldo Andrade, sostuvo que Piñera “tiene oídos sólo para un lado” y debe entender que los chilenos “no son sólo los empresarios”.
Andrade respondió directamente a Piñera, quien más temprano había dicho que los estudiantes “tienen derecho a pedir lo que estimen conveniente” pero deben saber que “no son los únicos ciudadanos” del país.
“No creo que el Estado tenga el derecho a monopolizar la educación porque cuando eso ocurre, como se intentó hacer con la Escuela Nacional Unificada en tiempos de la Unidad Popular, lo que ocurre es que se sacrifica la libertad, la equidad y la calidad”, argumentó Piñera.
“Lo que le pasa al Presidente es que tiene oídos sólo para un lado; los empresarios fueron el viernes a verlo, se reunieron un largo rato con él y, producto de esa reunión, resultó que no tenemos reforma tributaria”, señaló Andrade.
“Al Presidente le bastó una sola reunió para acceder a lo que los empresarios le han solicitado” mientras “los estudiantes llevan meses y el Presidente todavía no los escucha”, remarcó, y subrayó que “ése es el problema”.
El diputado fue el vocero de una reunión celebrada este domingo entre los presidentes de los cuatro partidos que integran la Concertación con el objeto de “hacer un llamado al gobierno a escuchar y entender la lógica de las demandas ciudadanas”, según se informó en un comunicado de prensa.
Por su lado, el ex legislador socialista Marco Enríquez-Ominami, tercero en las últimas elecciones presidenciales con 20 por ciento de los votos, advirtió a Piñera que “no se equivoque” porque “Chile cambió, estos estudiantes cambiaron y ya no están disponibles para tomaduras de pelo”.
Según Enríquez, “los cuatro planteamientos que demandan los estudiantes son superviables y dependen de una tinta de un lápiz” que dé “discusión inmediata a los proyectos de ley”, pero la solución choca contra “un gobierno insensible”.
Fuente: Telam