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Los especialistas creen que es concreta la posibilidad de un gran terremoto en la provincia

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La provincia y San Juan se encuentran en la zona sísmica 4, significa que tienen mayor peligrosidad en movimientos telúricos fuertes.

Esto genera que Mendoza tenga de 20 a 30 sismos diarios no perceptibles. Para los expertos, que esto ocurra es “bueno, porque la Tierra libera energía” y eso evita una acumulación que se convierta en un sismo de magnitud importante.

Sin embargo, no dejaron de destacar que el mendocino debe estar preparado para enfrentar cualquier situación de riesgo.

“Las personas siempre deben tener en cuenta cuáles son las salidas de emergencia y un kit de emergencia, porque no se descarta que hayan terremotos”, indicó  el geólogo Mario Romero del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres).

Uno de los factores que más pueden perjudicar a los que atraviesan esta situación es “entrar en pánico”.

Según el sismólogo Eddie Lavandaio “la persona debe mantener la calmar y buscar rápidamente una salida. Porque los temblores son la forma que tiene la Tierra de manifestarse”.

Francisco Mingorance es doctor en Ciencias Geológicas y titular del Instituto de Mecánica Estructural y Riesgo Sísmico, que depende de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Cuyo. Consideró que, si bien existe la posibilidad de que un terremeto de una magnitud considerable se produzca en el norte de la provincia, no es acertado vincularlo con los hechos de los últimos días en La Rioja o en Catamarca.

«No tienen nada que ver con Mendoza. Ni siquiera los movimientos en Chile pueden desencadenar un sismo en la provincia», explicó.

«Lo que se estudia son los ciclos sísmicos de las fallas. Algunas, por sus procesos históricos, son más importantes que otras para esas investigaciones. En el norte de Mendoza hay seis fallas activas. Por lo tanto, si bien no se puede hablar de probabilidad, si es posible imaginar un terremoto de los considerados históricos».

Sin embargo, señaló que no es posible determinar o calcular de manera anticipada esa magnitud. «No es lo mismo que lo que ocurre, por ejemplo, en el norte de Chile, donde todo indica que en algún momento puede haber un terremoto superior a 8,5 grados en la escala de Richter».

Respecto a si Mendoza está preparada para acontecimientos de estas magnitudes, los geólogos brindaron opiniones diferentes.

Para Romero, la provincia “es una de las mejores del país en Defensa Civil y rapidez de los bomberos. Al igual que su gente, saben cómo actuar, algo que no pasa en todos lados”.

Mientras que para Lavandaio “todavía hace falta más consciencia y reflexión sobre estos temas. Siempre actuamos cuando sucede algo, pero después nos olvidamos. Me gustaría saber cuántas personas tienen el kit de emergencia listo en caso de un terremoto”.

Sin embargo, ambos profesionales aconsejaron a los ciudadanos estar preparados porque los sismos “no avisan” y es importante “tener todo a mano”.

Lavandaio explicó que, si bien se pueden sacar probabilidades, nada entrará en la exactitud matemática para determinar cuándo podrá ocurrir un terremoto y de qué magnitud será. Son estimaciones, pero que no son precisas en tiempo y en espacio.

«Mendoza, por sus características, es diferente a Chile, donde, por ejemplo, están afectados principalmente por la placa del Pacífico y entonces se estudia por tramos. Acá hay muchas fallas, y entonces, precisamente, esos estudios pueden fallar”, aclaró. Y recalcó: “Lo que está claro es que no se descarta un terremoto importante, pero no va a avisar”.

Para Mingorance es diferente. Chile, por el movimiento constante de las placas en pugna, es un fenómeno más complejo de estudiar: «Son cinco mil kilómetros de costa con una actividad sísimica importante, y donde los movimientos son importantes».

¿Cómo armar la mochila de emergencia?

La mochila de emergencia que Defensa Civil indica tener «lista» para cualquier caso de riesgo, contiene elementos básicos para afrontar el primer día de una crisis tras un terremoto.

Estos son: botiquín de primeros auxilios; artículos de higiene, como gel antibacterial, papel higiénico (2 unidades), toallas de mano y cara (4 unidades) y paños húmedos; alimentos, como comida enlatada (2 unidades mínimo), paquetes de galletas de agua, agua embotellada sin gas (2 litros) y chocolate en barra (2 unidades); abrigo, como mantas polares (2 unidades), pantuflas; y dinero.

Si hay bebés o adultos mayores, debe incluirse productos específicos como mamaderas, papillas, latas de leche, pañales, medicinas y ropa de cambio.

Otros artículos que debe tener una mochila son: linterna, radio portátil, silbato, duplicado de llaves, fotocopia de documentos, especialmente carnet de seguro, pilas, agenda con número de emergencias, cuchilla multipropósito, lapiceras, mascarillas y encendedor.

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Fuente: Diario El Sol