Negrito y su amiga llegaron un día para quedarse y los empleados decidieron encargarse de cada uno de sus cuidados.
Por Libby Rose
Seguro que si alguna vez fuiste a la Shell de Tunuyán los viste. Negro y su amiga son reconocidos por todos los vecinos que diariamente pasan por la sucursal de la estación de servicio ¡Estos perros son sin dudas los empleados más tiernos que alguien puede contratar!
El primero de ellos fue adoptado hace más de una década por el personal y hoy en día, un poco más achacado, continúa trabajando junto a sus compañeros.
“La amiga de negro”, como la llaman, también tiene sus años aunque llegó hace tan solo algunos meses y decidió mudarse al lugar ¿Y cómo no? Los empleados de la sucursal se encargan de su alimentación, salud y por supuesto de darles mucho amor.
Estas mascotas son protagonistas de una hermosa historia con un mensaje de concientización sobre el cuidado de nuestros animales. También han sabido convertirse en un pilar fundamental en la unión y el desarrollo de este grupo de trabajo.
“El Negrito llegó hace unos 14 años, hoy tiene problemas en la cadera y en las piernas y le cuesta caminar, tuvo sarna pero lo tratamos y se curó. La perra también es viejita y a veces se orina, entonces llamamos a una veterinaria que colocó una inyección” contó uno de los empleados a El Cuco Digital.
Son alrededor de cinco las personas que se encargan a diario de Negro y su amiga y cada uno ha tomado un rol diferente en su cuidado.
“Sin darnos cuenta cumplimos diferentes roles, un chico los hace jugar, yo me encargo de darles la comida, y el otros muchachos se encargan de la salud. Pero también si a los otros chicos les pedimos plata para algo, siempre colaboran. Somos un grupo grande”.
Negrito a su edad y con sus achaques le cuesta masticar pero ahí están sus compañeros al pie del cañon.
“No puede comer bien el alimento entonces le compro una salsa de carne que lo ablanda. Ahí sí le gusta” comentó.
Este invierno, Negro hasta tuvo su uniforme hecho a polar para no pasar frío. Hoy sigue siendo un empleado ejemplar pero bueno, hace calor.
“El gerente nos autorizó a que le hiciéramos un chaleco. La idea era hacerlo con los colores de la empresa pero no conseguimos. De todos modos quedó muy bien”.