Con la llegada del calor florecen, como todos los años, hombres y mujeres listos para intentar poner en forma sus cuerpos en un desafío de solo un par de meses, dejando atrás el desgastado sillón de un invierno aletargado y con la esperanza de un verano prometedor.
Es aquí que comienza el éxodo a la salvación, aparecen los llamados “clientes primaverales”. Los gimnasios y centros deportivos se ven atestados de estos individuos en busca del Miguel Ángel de sus cuerpos.
Pues bien, este doble desafío, el de los profesores de Educación Física y el de los clientes, lleva a que pensemos en algo fundamental y único, nuestro cuerpo: ya que sólo contamos con uno solo para este viaje llamado vida, es fundamental tener en cuenta algunas cuestiones a la hora de comenzar un plan de entrenamiento.
APTO FÍSICO: Es un certificado médico de apto para realizar actividad física, que se debería pedir de forma obligatoria a deportistas de las distintas disciplinas, ya sean amateurs o profesionales.
Antes de realizar cualquier actividad física, se deben realizar ciertas pruebas para detectar posibles riesgos cardiovasculares.
1- Interrogatorio clínico y examen físico. Es indispensable que cualquier persona que esté a punto de realizar un deporte realice una consulta médica para descartar una enfermedad congénita o antecedentes familiares, es esencial realizarse:
- Electrocardiograma, un examen simple y económico.
- Examen físico, que consta de auscultación cardiopulmonar, toma de pulso y tensión arterial.
- Estudios necesarios de laboratorio, para detectar alteraciones en la glucemia (azúcar), grasas (colesterol, triglicéridos, LDH, LDL), en la sangre (anemias), etc.
- Radiografía de tórax.
2- Ergometría. Esta prueba consta en realizar un electrocardiograma y medir la presión arterial de una persona en bicicleta fija o una cinta deslizante.
3- Ecografía cardíaca. Resulta necesario cuando se deduce la presencia de una afección cardiovascular o hipertensión. Esta es la principal prueba para descartar una hipertrofia (engrosamiento de la pared del corazón) que es la causa más frecuente de hipertensión y puede provocar una muerte súbita. Los pacientes con colesterol alto deberían realizarse una ecografía vascular, prueba que sirve para visualizar cómo se van engrosando las paredes de las arterias carótidas ubicadas en el cuello.
Debemos tener en cuenta que la complejidad de los estudios va a depender de la edad de la persona que se evalúe. Es por ello que para personas menores de 30 años, con un examen médico, una prueba de laboratorio, y un electrocardiograma de reposo, será suficiente. En mayores de 30 años se deberá agregar: la Prueba de Esfuerzo (ergometría) y/o Ecocardiograma. Y a partir de quinta década se debe agregar a las pruebas de rutina una ecografía de abdomen, para detectar ensanchamiento de la aorta abdominal (aneurisma), ya que si se rompe, provoca la muerte del paciente.
Por último, es fundamental la entrevista que realices con el profesional que te entrenará, pues es quien regulará las cargas de entrenamiento.
¡Bienvenidos al mundo de la actividad física, disfruten, y ojalá que esta temporada primaveral sea el inicio de un nuevo hábito en sus vidas!
Bruno Testa
Profesor Educación Física