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Lluvias y nieve: recomendaciones a la hora de conducir

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Cuando pensamos que el calor había llegado para quedarse, el frío y la nieve dijeron ‘presente’ en pleno octubre en la provincia y ante ello es útil tener en cuenta una serie de consejos.

Según un reciente informe a nivel nacional, donde se analizaron 4.000 choques, la causa principal de la siniestralidad vial es el error humano (89,5%), seguido por el medio y, muy atrás, el estado del vehículo.

En ese contexto, lo primero es poner en condiciones los vehículos y equiparlos para enfrentar posibles escenarios como neblina, lluvia, nieve y hasta hielo en la calzada. Por eso, desde la Unidad Ejecutiva de Seguridad Vial, dependiente de la Secretaría de Servicios Públicos de Mendoza, advierten algunos puntos esenciales.

Prepararse para la ruta y el frío

– Chequear el estado del vehículo: empezar por controlar los niveles de aceite, agua, líquido de frenos, estado de escobillas y limpiaparabrisas.

– Comprobar el correcto funcionamiento de las luces.

– Verificar la presencia y condiciones de matafuegos, balizas triangulares, criquet, llave cruz y chaleco reflectivo.

– Chequear la presión de inflado de los neumáticos de acuerdo con lo que indica el manual del fabricante.

– Los menores de 12 años siempre deben ir en el asiento trasero y con butacas homologadas de acuerdo con su peso, edad y altura.

Caso de ruta con niebla

– Circular con las luces bajas, de posición. En el caso de contar con luces antiniebla, recordar encenderlas.

– Disminuir la velocidad gradualmente y aumentar la distancia con los demás vehículos.

– No encender las luces altas, dado que provocan deslumbramiento y acortan del campo visual.

– Evitar adelantamientos y sobrepasos a otros vehículos.

– Si la niebla es muy espesa, abandonar la calzada y detenerse en un lugar seguro hasta que las condiciones climáticas mejoren.

– No estacionar ni parar sobre la banquina o la calzada.

Escenario con lluvia, nieve o hielo

– Circular con cadenas en los neumáticos o neumáticos de invierno (en caso de nieve o hielo).

– Aumentar las distancias de seguridad con otros vehículos y reducir la velocidad.

– Evitar giros, aceleraciones y frenadas bruscas.

– En lo posible, utilizar el freno motor y caja para frenar, siempre con las ruedas rectas y sin exceso.

– No acelerar ni frenar en las curvas.

– Recordar que en estas situaciones es necesario prestar mayor atención al camino debido a que la baja adherencia es un factor determinante en cualquier accidente.