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Lesiones de rodilla: consejos útiles para su cuidado

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rodillaDe todas las articulaciones que soportan un grado importante de carga, la rodilla es la más vulnerable al traumatismo, ya sea accidental o repetitivo. La articulación de la rodilla se compone de hueso, cartílago, ligamentos y líquidos. Los músculos y los tendones ayudan a que la rodilla se mueva en su articulación. Cuando alguna de estas estructuras se lastima o se enferma, surgen los problemas con la rodilla, algunos ejemplos son: artritis, artrosis, quiste de backer, bursitis, dislocación de la rótula, esguinces, distención muscular, ruptura de ligamentos y meniscos, sobrecarga, entre otros.

Cuidados a tener en cuenta

Controle el sobrepeso: al  ser  una  articulación  que  soporta  peso,  la rodilla está expuesta a más carga cuanto mayor sea el peso de la persona, se  exceden  las cargas fisiológicas para las cuales se han diseñado estos tejidos y por lo tanto pueden verse afectados y sufrir daños que, en ocasiones son o irreparables o de muy difícil solución.

Evite estar de pie quieto: Estar de pie por períodos largos de tiempo puede ser nocivo para una articulación como la rodilla, sobre todo si esa persona tiene algún grado de sobrepeso. De la misma manera, la poca movilización o la inmovilización de una articulación,  trae efectos negativos. El ejercicio físico apropiado debe ser visto como muy beneficioso para la salud articular, entre otros muchos efectos positivos del ejercicio.

No abuse de las escaleras: Las escaleras, al igual que las superficies empinadas, obligan a un trabajo excesivo de una parte de la articulación de la rodilla que es muy vulnerable, como es la rótula. Con pequeños grados de mal alineamiento o de inestabilidad de la rótula, la articulación se ve sometida a esfuerzos que la desgastan prematuramente. Cuando aparezcan molestias en la cara anterior de la articulación, o sensación de resalte, especialmente con los ejercicios descritos anteriormente, debe consultarse al médico para que las posibles alteraciones sean detectadas a tiempo y los correctivos aplicados oportunamente.

Tenga una musculatura adecuada: el ejercicio físico realizado de manera adecuada y en forma constante es necesario para el mantenimiento de la buena salud articular; fortaleciendo la musculatura comprometida en la zona nos aseguramos de mantener la rodilla en buenas condiciones.

Evite practicar deportes sin la preparación adecuada: para practicar algún deporte o simplemente ir a un gimnasio debe contarse con una preparación mínima que evite lesiones posteriores y con una guía que aconseje sobre lo que puede ser realizado o no, sobre lo pertinente de tal o cuál deporte o ejercicio dependiendo de las condiciones propias de cada individuo. No todos los ejercicios se adaptan a las condiciones físicas y estructurales de una persona. En los gimnasios se cuenta con personal capaz de orientarnos acerca del ejercicio que mejor se adapte a las condiciones de cada uno, u orientan sobre qué preparación es necesaria previo al inicio de la práctica de un deporte.

Acudir a tiempo a consultar: El  mejor tratamiento  es  el  preventivo. Por este motivo, ante la sospecha de alguna anormalidad en la rodilla, lo mejor es acudir a consulta oportunamente con el especialista. Una manera de saber cuándo es prudente ir a la consulta es cuando uno “se da cuenta” de que tiene un problema  la rodilla, especialmente cuando después de algún traumatismo las molestias persisten; no es prudente aplazar una revisión médica especializada.

Teniendo en cuenta estos sencillos consejos es posible dar a nuestras rodillas un mejor estado y permitir una más larga vida útil. Es importante recalcar que la prevención y la oportunidad en la consulta son las mejores maneras de prevenir posibles alteraciones articulares que son de consecuencias negativas para la calidad de vida de las personas.