> Calendario del Archivo de Noticias <

Leandro Núñez, el sancarlino que la rema en México: “Pongo las manos en el agua y le pido al río que me trate bien”

WhatsApp
Facebook
Twitter
Imprimir

El joven se está capacitando con el objetivo de regresar a sus pagos y volcar los conocimientos adquiridos a un emprendimiento local que lleva a cabo con un amigo.

Leandro Núñez es un joven de 25 años, profesor de Educación Física y oriundo del distrito de La Consulta, San Carlos. Su amor por el agua lo ha llevado durante ocho años a recorrer diferentes ríos de la provincia, del país y ahora del mundo.

En esta oportunidad, el joven partió hace aproximadamente un mes al país de México, más precisamente a la ciudad de Valles, San Luis Potosí, con el objetivo de recibir instrucción durante tres meses sobre safety kayak, para luego poder volcar esos conocimientos a La Ribera Expediciones, una empresa de rafting y kayak creada por él y un amigo, que está ubicada en San Carlos.

Leandro, en comunicación con El Cuco Digital, contó que se siente muy feliz por la experiencia que está viviendo: “Vine a seguir creciendo. Estoy aprendiendo sobre rafting, aguas blancas, aguas bravas, safety kayak -que es para ser seguridad en ríos- y otras técnicas a tener en cuenta para andar en el agua. Quiero llevar estos conocimientos a la Argentina, a Mendoza, al Valle de Uco y obvio, a San Carlos; quiero volcar todo lo aprendido en mi escuelita de rafting y kayak”

“En los días libres que no tenemos clases me junto con mis compañeros de acá y vamos a remar a otros ríos, como por ejemplo Minas Viejas, El Naranjo y otros. La idea es remar todo lo que más se pueda, conocer gente nueva y aprender. Volveré en agosto al departamento para comenzar en septiembre a prepararme para el Campeonato Argentino de Rafting. Es decir, llegó para seguir estando en el Río” agregó el joven.

Por otro lado, Leandro expresó que «se extraña mucho a la familia, a los amigos, pero es sumamente importante que uno vaya creciendo y son sacrificios que hay que hacer. Mi sueño es tener una compañía establecida con dos o tres balsas y para eso necesito, como ya dije, capacitarme así estoy preparado para cuando llegue ese momento. Es un gran desafío practicar este deporte porque dependemos mucha veces de la naturaleza. Todos los días que vamos no sabemos como va a estar el río; podes encontrarte con que bajó, que se puso más técnico, que subió y tiene mucho volumen de agua; puede haber venido una crecida y haber dejado algún obstáculo en el camino, y eso son los desafíos que enfrentamos diariamente. Otro, puede ser que alguno de tus compañeros no haya tenido un buen día y no le salgan las cosas y haya que asistirlo; pero el mayor de todos los desafíos es esforzarse por ser mejor cada día».

“Quiero agradecerle a mi familia que hizo que este viaje fuera posible y también a Gerardo Almazán, que me está alojando en su casa. Yo sólo pongo las manos en el agua y le pido al río que me trate bien. Además le pido que cuide a mis seres queridos y le agradezco mucho por todo lo que me está pasando” concluyó el profesional.