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Las ventas de carne vacuna cayeron al nivel más bajo de los últimos 5 años

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El consumo de carne sumó en mayo una nueva retracción. Es el segundo peor año en una década. Según la industria frigorífica, los precios subieron 50 por ciento interanual.

El consumo de carne vacuna cayó 6,3 por ciento en los primeros cinco meses en la comparación frente al mismo período del año pasado, con lo cual las ventas en el mercado interno se ubicaron en el nivel más bajo de los últimos cinco años y el segundo peor desde 2002. Según los datos difundidos por la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), el consumo per cápita quedó en 55,7 kilos por año a raíz del deterioro del poder adquisitivo en general y del encarecimiento particular de la carne vacuna. En tanto, el volumen exportado en el período enero-mayo resultó casi idéntico al registrado en los primeros cinco meses de 2015, a pesar de que el Gobierno eliminó en diciembre las retenciones para este sector y devaluó el peso.

La merma en el consumo de carne tiene dos componentes. Por un lado impacta la caída del poder adquisitivo que se replica en una retracción general de los hábitos de compra. Este diario informó el lunes sobre la fuerte caída en la frecuencia con la cual se hacen grandes compras en el supermercado, las comidas afuera, la compra de ropa, la renovación de electrodomésticos y las escapadas los fines de semana. También hubo un cambio de hábito de consumo en favor de segundas marcas y a través de menor volumen en los almacenes de barrio y supermercados chinos en lugar de las grandes cadenas y los hipermercados. La retracción del consumo de carne vacuna y su reemplazo por alimentos más baratos como el arroz o las legumbres es una de las formas de protección del bolsillo en contextos de retracción del poder adquisitivo.

Pero además, los precios de la carne protagonizaron una fuerte suba del 50 por ciento en un año. En Precios Cuidados, por ejemplo, fueron eliminados varios cortes y luego reincorporados. Entre los precios de la última lista en la que figuraba la carne y la más reciente se registraron fuertes subas de precios. El kilo de roast beef subió de 50,90 a 87,90 pesos (74 por ciento), tapa de asado (60 por ciento) y la picada común de 38,25 a 46,90 pesos (23 por ciento). Según los datos de Ciccra, el valor de la hacienda en pie subió en mayo un 48,5 por ciento interanual y un 46,6 por ciento el precio de la carne en el mostrador.

En consecuencia, el consumo interno requirió entre enero y mayo un total de 993 mil toneladas de carne (una caída del 5,4 por ciento) y de 203 mil toneladas en mayo (baja del 3,2 por ciento). El consumo promedio por habitante se ubicó en 55,6 kilogramos al año, lo que supone una baja con respecto a mayo de 2015 del 6,4 por ciento. Se trata del segundo valor más bajo de la serie desde 2002, sólo por arriba de los 53,2 kilos de 2011. Luego del consumo del mes pasado aparecen el 2003, con 56,4 kilos; 2010, con 56,7 kilos, y 2012, con 56,9 kilos.

“La inflación ha sido muy fuerte. La caída del consumo de la carne tiene relación con la caída del consumo interno en general y de los alimentos en particular. Además, hubo caída de la oferta de ganado producto de la retención de vientres y de los 17 días de lluvia del mes pasado”, dijo Miguel Schiaretti, presidente de Ciccra.

A pesar de la quita de retenciones al sector y de la fuerte devaluación del peso, los frigoríficos advierten que las exportaciones no respondieron positivamente. “A pesar de las importantes modificaciones macroeconómicas realizadas por el actual gobierno la industria exportadora se encuentra en una situación semejante a la de 2015”, dice el informe.