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Las catastróficas consecuencias de la extracción de petróleo a través del fracking en Texas

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La industria petrolera generó dos sumideros de grandes dimensiones, aparecidos en 1980 y 2002, que podrían hundirse por completo en un futuro cercano.

Científicos de la Universidad Metodista del Sur (SMU, por sus siglas en inglés) de la ciudad de Dallas sostienen que las operaciones de extracción de petróleo en la ciudad de Wink (Texas, EE.UU), provocan hundimientos y movimientos de terreno. El estudio fue publicado el 16 de marzo en la revista Scientific Reports.

Dos sumideros de grandes dimensiones aparecidos en 1980 y 2002 cerca de la ciudad de Wink, al suroeste del estado de Texas, podrían hundirse por completo en un futuro cercano, lo que ha hecho saltar las alarmas entre los expertos. Según los geofísicos de la SMU, este es solo uno de los síntomas de la preocupante situación en la que se halla la región debido a décadas de actividad petrolera y al efecto directo que esta ha tenido en las rocas que se encuentran bajo la superficie de la tierra.

Cada vez más inestables

Los alrededores de ambos sumideros se han vuelto cada vez más inestables y los científicos advierten de que «un colapso podría ser catastrófico», existiendo la posibilidad de que se formen nuevos agujeros. Además, a medida que pasa el tiempo los agujeros de ambos sumideros, de 110 y 270 metros de profundidad, podrían hacerse más hondos.

«El movimiento terrestre que estamos viendo no es normal. El suelo no suele hacer esto sin una causa», explica Zhong Lu, profesor del Departamente de Ciencias de la Tierra de la SMU y coautor del estudio. «Estos peligros representan un peligro para los residentes, las carreteras, los ferrocarriles, los diques, las presas y los oleoductos y gasoductos», a lo que se une «la posible contaminación del agua subterránea», subraya Lu.

«Texas ha sido perforada como un colchón de alfileres»

La conclusión de los científicos fue posible gracias al análisis de las imágenes de radar de la región, tomadas entre noviembre de 2014 y abril de 2017. Las imágenes muestran cómo el agua subterránea ha agrandado los dos agujeros, evidenciando el peligro que se cierne sobre cuatro condados donde se ha registrado una gran actividad de producción de hidrocarburos. Asimismo, los autores del estudio han utilizado los datos de producción de pozos de petróleo ofrecidos por la comisión de Ferrocarriles de Texas.

«Esta región de Texas ha sido perforada como un colchón de alfileres con pozos de petróleo y pozos de inyección desde la década de 1940, y nuestros hallazgos asocian esa actividad con el movimiento del suelo», sentencia Lu. El geólogo asegura que solo han analizado parte de la región, aunque está convencido de que en las zonas cercanas se repiten los mismos problemas. En este sentido, los expertos aconsejan tomar medidas para prevenir una catástrofe medioambiental en una zona que abarca 10.000 kilómetros cuadrados.

Fuente: Mdz Online