Por Jorge García
Rubén Cañabate ocupaba el primer lugar en el Campeonato Cuyano de Motocross, pero un sábado de octubre en el circuito de San Rafael sufrió un accidente que lo dejó en coma. Hoy, gracias a los médicos del hospital de Tunuyán y San Rafael, la vida le brinda una nueva oportunidad, y espera ansioso la próxima competencia.
Rubén es piloto de Motocross, tiene 42 años, de grande se subió a las dos ruedas, y desde hace tres años es piloto profesional. Este año en todos los campeonatos tenía un muy buen andar, estaba participando en el campeonato cuyano de motocross y ocupaba la primera posición, además competía en el argentino ubicándose sexto y en el cordobés se posicionaba en el quinto lugar.
Estaba todo listo para correr en San Rafael en una nueva fecha del Cuyano, donde defendía la punta. Pero el día antes de la carrera, el sábado 27 de octubre “estábamos haciendo unas pruebas en el circuito y cuando salí a la pista en la segunda tanda, me pegué un golpe tonto. Yo no me acuerdo, pero por lo que me cuentan mis amigos salí de una curva en un salto y me caí, la moto me apretó, y en el momento que estaba en el suelo me dio un paro cardiaco”. Cuando estaba siendo trasladado en la ambulancia le dio un segundo paro, “mi familia pensaba que no salía de esto y los médicos decían que tenía un 50% de posibilidad de vida”.
“Cuando llegué al hospital estuve doce días en coma, con respirador artificial y dormido totalmente; tenía uno pulmón dañado y 7 costillas fracturadas”. Hoy Rubén, ya recuperado agradece a los profesionales que lo asistieron en los hospitales de Tunuyán y San Rafael, a su familia y a sus amigos por todo el apoyo brindado en los momentos difíciles vividos. Y espera ansioso que comience el nuevo campeonato para subirse a la moto nuevamente, “es algo que extraño mucho” expresa con nostalgia.