Tras el episodio del martes, cuando un grupo de militantes irrumpió en la sede ubicada en calle Alem exigiendo la renuncia de Cornejo, los máximos referentes cruzaron fuertes acusaciones.
La interna radical parece no tener fin. Tras la toma del Comité Provincia a manos de un grupo de militantes alineados al intendente Víctor Fayad durante la tarde del martes, estalló un cúmulo de acusaciones entre los principales referentes del partido en la provincia, quienes prefirieron acusarse entre sí, antes de asumir responsabilidad alguna por el hecho ocurrido. El primero en opinar sobre la situación que se vivió en el edificio ubicado en calle Alem fue el intendente de Capital, Víctor Fayad, quien se encontraba en Buenos Aires –participó en el agasajo que Cristina Kirchner organizó el martes para su par de Perú, Ollanta Humala– cuando se desató el conflicto. En este sentido, el cacique radical indicó que se enteró de la situación «a través de los jóvenes de la Juventud Radical de Capital y por lo que publicaron los medios».
Apuntado como el posible instigador de la toma del edificio emblemático de UCR en la provincia, Fayad se desligó de las acusaciones, al afirmar: «Yo no impulsé ninguna manifestación; los jóvenes sesionan y debaten por su cuenta, quieren crear sospechas donde no las hay». A su vez, afirmó: «No creo que haya que hablar de una toma de la sede, sino de una manifestación que tenía como objetivo buscar el debate y la unión del partido».
Por otra parte, la denuncia realizada por la línea militante que responde a Alfredo Cornejo –quienes afirman que durante la manifestación estuvieron presentes algunos jóvenes de la agrupación K La Cámpora– no le cayó nada bien al intendente de Ciudad. «Desmiento totalmente que La Cámpora haya estado presente en el Comité», expresó Fayad, tras ser consultado sobre el asunto. Incluso, luego de negar las versiones que circularon en las últimas horas, el cacique radical defendió a los jóvenes quienes, según él, se expresaron pacíficamente en la sede del partido y acusó al presidente de la UCR de patotear a los militantes. «Mandarles una patota a los jóvenes demuestra el accionar mafioso de Cornejo», opinó, con relación a las versiones que sostienen los chicos que se encontraban en el edificio radical, quienes dicen que fueron amenazados por barrabravas del club de fútbol Godoy Cruz.
Por su parte, el ex vicepresidente de la Nación y uno de los hombres fuertes que tiene el radicalismo hoy a nivel nacional, Julio Cobos, fue otro de los que expresó su opinión tras el escándalo. «Es una lástima; hay una sociedad que está reclamando temas muy importantes mientras suceden estas cosas», expresó Cobos, quien se refirió a la toma realizada por los militantes radicales de Ciudad como algo que «no tiene ningún justificativo ni explicación».
Además, agregó: «Las internas de los partidos hay que resolverlas hacia dentro; estas situaciones no nos ayudan, los que las provocan parecen ser funcionales al Gobierno provincial». Cobos argumentó la posición adoptada por una buena parte del radicalismo, que se pronunció en contra de debatir la reforma constitucional que busca impulsar el Ejecutivo que comanda Francisco Pérez. «El partido ya se pronunció con respecto a este tema –por la reforma– por eso, creo que hay que respetar la decisión de la mayoría».
Por otra parte, el ex vicepresidente sostuvo que, si bien el alejamiento con el sector que comparten Víctor Fayad y Roberto Iglesias es una realidad, de producirse el contexto propicio para el diálogo, no habría inconvenientes en limar asperezas. «Siempre estamos abiertos al diálogo; la decisión depende de ellos», expresó Cobos, y agregó: «90 por ciento del radicalismo está unido». Como viene sucediendo desde hace tiempo, el ex gobernador Roberto Iglesias volvió a posicionarse en la vereda de enfrente de la ocupada por Julio Cobos.
Consultado sobre un nuevo conflicto desatado en el radicalismo, el ex mandatario provincial se desligó de lo sucedido durante la tarde del martes y explicó: «No tuvimos nada que ver con lo que ocurrió en el Comité». Además, lejos de alarmarse por lo sucedido, expresó: «No me sorprende lo que está pasando, esto se veía venir y se lo dije al presidente de la UCR en una carta; todos le criticamos al Gobierno nacional la falta de diálogo y tolerancia, pero en nuestro partido está pasando lo mismo».
No obstante, según Iglesias, la actual crisis que atraviesa el radicalismo no está relacionada directamente con la negativa de debatir el proyecto de reforma constitucional enviado por el gobernador Pérez a la Legislatura. «El partido tiene otro tipo de conflictos de fondo; el problema actual no es la reforma», expresó. Y agregó: «El radicalismo se rompió y el justicialismo está aprovechando esta situación; no lo culpo solamente a Cornejo, porque los que conducen el partido son varios».
Además, el ex gobernador provincial por la UCR aprovechó para cuestionar el accionar de Cobos dentro del partido. «Él es el gran causante de que Cristina esté gobernando; hasta ahora la única explicación que nos dio sobre ese tema tuvo que ver con la ingenuidad de su decisión y está claro que si sos ingenuo, no podés hacer política».
Mientras que Cornejo prefirió no realizar declaraciones sobre lo sucedido el martes, quien tomó la posta fue el vicepresidente radical, Mario Abed, que cuestionó el accionar de los militantes que tomaron la sede partidaria al sostener que se trató de «un acto que no tiene nada que ver con la democracia». Por otra parte, tras ser consultado sobre la posibilidad de que el intendente de Capital haya fogoneado la toma del Comité, Abed indicó: «Yo ya no creo ni dejo de creer nada, pero veo actitudes que no son buenas». Y agregó: «Espero que algunos recapaciten sobre lo que está pasando en el partido, quiero que la UCR esté unida para el 2013».
Fuente: El Sol Online