Diez mil personas trataban de dormir a la intemperie, en la noche de Lorca –al sureste de España– tras el terremoto de magnitud 5,1 que mató a ocho personas, causó dos heridos graves y unos cincuenta lesionados. Hubo derrumbes en toda la localidad y el campanario de una iglesia se vino abajo espectacularmente. Parte de las carreteras que llevan a Lorca estaban cortadas anoche, así como las vías ferroviarias, y había dificultades para las comunicaciones telefónicas. El siniestro afectó también a localidades cercanas y llegó a sentirse en Madrid, aunque sin producir destrozos. Se trata del sismo más importante desde 1956 en España.
Hubo en realidad dos sismos: el primero se produjo a las 15.05 (las 11.05 en la Argentina) y alcanzó una magnitud de 4,4 en la escala Richter; el segundo, que causó los muertos y los destrozos, se registró a las 18.47 (14.47 en Argentina). “Nos acaban de decir que nos vayamos rápido”, contaba, por su celular –que, a diferencia de los teléfonos de línea, seguían funcionando–, la vecina María Alcaraz. La policía, acompañando a los servicios de defensa civil, había recorrido puerta por puerta para desalojar las viviendas, ante el temor de derrumbes. “Nos llevan a parques y zonas abiertas porque han caído muchos cascotes de las casas, incluso se han derrumbado edificios enteros”, contó Pedro Puentes, otro vecino, y agregó: “Mi mujer ha visto cómo caía la torre del santuario de la Virgen de las Huertas”.
Anoche, el balance de muertos llegaba a ocho, uno de los cuales sería un niño de 12 años, con dos heridos de gravedad. Tres de las víctimas habrían fallecido por el derrumbe de una misma cornisa. El sismo afectó al Hospital Rafael Méndez, donde decenas de internados sufrieron lesiones; se los evacuó a centros sanitarios de Murcia y otras localidades. Cuadrillas de rescate recorrían Lorca, anoche, en busca de posibles víctimas, y se recomendaba a los habitantes no volver a sus casas, por la posibilidad de desprendimientos. La autovía A-7 quedó cortada y las autoridades pidieron a los conductores que no se dirijan a la zona. Fueron enviados 350 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias en busca de víctimas.
Anoche se disponían bolsas con alimentos para unos 10.000 evacuados. No parecía posible albergarlos bajo techo porque todos los edificios públicos habían sufrido daños. Fueron ubicados en el recinto ferial de Lorca, al aire libre. Francisco Jódar, alcalde de Lorca, pidió a las ciudades cercanas “agua, alimentos, mantas o colchonetas para atender a la gente”.
El epicentro del terremoto se ubicó a cuatro kilómetros de Lorca, que a su vez está situada a 70 kilómetros de Murcia, en el sudeste de España. El sismo produjo asimismo daños en la localidad de Totana, en la misma región; afectó a la vecina provincia de Albacete, más de 200 kilómetros al norte, y a las cercanas provincias de Almería, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla, más al sur. Incluso, el temblor llegó a sentirse ligeramente en Madrid, donde no produjo daños.
El antecedente más reciente de sismos con víctimas en España fue el de Huelva en 1969, que causó siete muertos; más grave fue el de 1956 en Granada, que dejó once muertos. Para Emilio Carreño, director de la Red Sísmica, del Instituto Geográfico Nacional, el terremoto fue “muy superficial, por eso hubo daños”; los terremotos más profundos, a kilómetros bajo tierra, llegan amortiguados a la superficie y suelen causar pocos daños. Ramón Aragón Rueda, del Instituto Geológico y Minero de España, señaló que “el sureste español, que incluye Granada, Almería, Murcia y el sur de la provincia de Alicante, es la zona de más peligrosidad sísmica en la península”.
La tierra tembló en el sur de España
Diez mil personas trataban de dormir a la intemperie, en la noche de Lorca –al sureste de España– tras el terremoto de magnitud 5,1 que mató a ocho personas, causó dos heridos graves y unos cincuenta lesionados. Hubo derrumbes en toda la localidad y el campanario de una iglesia se vino abajo espectacularmente. Parte de las carreteras que llevan a Lorca estaban cortadas anoche, así como las vías ferroviarias, y había dificultades para las comunicaciones telefónicas. El siniestro afectó también a localidades cercanas y llegó a sentirse en Madrid, aunque sin producir destrozos. Se trata del sismo más importante desde 1956 en España.
Hubo en realidad dos sismos: el primero se produjo a las 15.05 (las 11.05 en la Argentina) y alcanzó una magnitud de 4,4 en la escala Richter; el segundo, que causó los muertos y los destrozos, se registró a las 18.47 (14.47 en Argentina). “Nos acaban de decir que nos vayamos rápido”, contaba, por su celular –que, a diferencia de los teléfonos de línea, seguían funcionando–, la vecina María Alcaraz. La policía, acompañando a los servicios de defensa civil, había recorrido puerta por puerta para desalojar las viviendas, ante el temor de derrumbes. “Nos llevan a parques y zonas abiertas porque han caído muchos cascotes de las casas, incluso se han derrumbado edificios enteros”, contó Pedro Puentes, otro vecino, y agregó: “Mi mujer ha visto cómo caía la torre del santuario de la Virgen de las Huertas”.
Anoche, el balance de muertos llegaba a ocho, uno de los cuales sería un niño de 12 años, con dos heridos de gravedad. Tres de las víctimas habrían fallecido por el derrumbe de una misma cornisa. El sismo afectó al Hospital Rafael Méndez, donde decenas de internados sufrieron lesiones; se los evacuó a centros sanitarios de Murcia y otras localidades. Cuadrillas de rescate recorrían Lorca, anoche, en busca de posibles víctimas, y se recomendaba a los habitantes no volver a sus casas, por la posibilidad de desprendimientos. La autovía A-7 quedó cortada y las autoridades pidieron a los conductores que no se dirijan a la zona. Fueron enviados 350 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias en busca de víctimas.
Anoche se disponían bolsas con alimentos para unos 10.000 evacuados. No parecía posible albergarlos bajo techo porque todos los edificios públicos habían sufrido daños. Fueron ubicados en el recinto ferial de Lorca, al aire libre. Francisco Jódar, alcalde de Lorca, pidió a las ciudades cercanas “agua, alimentos, mantas o colchonetas para atender a la gente”.
El epicentro del terremoto se ubicó a cuatro kilómetros de Lorca, que a su vez está situada a 70 kilómetros de Murcia, en el sudeste de España. El sismo produjo asimismo daños en la localidad de Totana, en la misma región; afectó a la vecina provincia de Albacete, más de 200 kilómetros al norte, y a las cercanas provincias de Almería, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla, más al sur. Incluso, el temblor llegó a sentirse ligeramente en Madrid, donde no produjo daños.
El antecedente más reciente de sismos con víctimas en España fue el de Huelva en 1969, que causó siete muertos; más grave fue el de 1956 en Granada, que dejó once muertos. Para Emilio Carreño, director de la Red Sísmica, del Instituto Geográfico Nacional, el terremoto fue “muy superficial, por eso hubo daños”; los terremotos más profundos, a kilómetros bajo tierra, llegan amortiguados a la superficie y suelen causar pocos daños. Ramón Aragón Rueda, del Instituto Geológico y Minero de España, señaló que “el sureste español, que incluye Granada, Almería, Murcia y el sur de la provincia de Alicante, es la zona de más peligrosidad sísmica en la península”.
Fuente: Página 12